Juan J. Paz y Miño Cepeda
Durante el siglo XIX la lucha política en América Latina confrontó a liberales y conservadores. En países como Ecuador, México y Colombia esa lucha fue radical y profunda. Pero mientras en México, los principios liberales lograron éxito desde mediados del siglo XIX, en Ecuador solo se conquistaron plenamente desde la revolución de 1895, mientras en Colombia el bipartidismo se prolongó largamente, incluso sobre el siglo XX.
Los liberales ecuatorianos se consideraron herederos de los valores e ideales de la época independentista. Pero, a raíz de la fundación de la república (1830) no lograron implantar su sistema político, pues los conservadores mantuvieron la hegemonía en el Estado, a pesar de los temporales períodos en que los liberales accedieron al control del Ejecutivo.
A fines del siglo XIX, el líder indiscutible del liberalismo radical ecuatoriano era Eloy Alfaro Delgado (1842-1912). Para 1895 su tenacidad revolucionaria y su vida consecuente con el liberalismo le habían ganado fama nacional e internacional.
Alfaro recorrió América para conseguir recursos, afirmar lazos liberales y apoyar las luchas de los compañeros ideológicos en los distintos países. Nicaragua le confirió el grado de General de División. Con José Santos Zelaya (Nicaragua), Juan de Dios Uribe (Colombia) y Joaquín Crespo (Venezuela), suscribió el “Pacto de Amapala”, por el que todos se comprometieron a la ayuda mutua en beneficio de la causa liberal. Discutió con Nicolás de Piérola (Perú) sobre la posibilidad de crear una Confederación de Estados Sudamericanos. Trató con Antonio Maceo y José Martí sobre la independencia de Cuba. Alfaro sentía veneración por Simón Bolívar, de manera que soñaba en revivir la Gran Colombia.
Una vez en el poder (gobernó entre 1895-1901 y, por segunda ocasión, entre 1906-1911), Eloy Alfaro realizó gestiones para restituir la Gran Colombia, convocó a un Congreso continental (1896) para sujetar a la “Doctrina Monroe” a un verdadero Derecho Público Americano, organizó una columna militar (al mando del coronel León Valles Franco) para ir a luchar por la independencia de Cuba, apoyó con recursos y hombres la lucha liberal en Colombia, se solidarizó con los otros países y permanentemente consideró que el triunfo liberal en Ecuador formaba parte de una nueva era latinoamericana.
La visión y la identidad con América Latina es lo que Ecuador rememora en el Centenario de la muerte de Eloy Alfaro, ocurrida el 28 de enero de 1912.
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