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jueves, 24 de mayo de 2012

Quiénes mataron a Roldós



  
 Jaime Galarza Zavala
jaigal34@yahoo.es


Un día como hoy, el 24 de Mayo de 1981, fue asesinado Jaime Roldós Aguilera, el Presidente de los ecuatorianos. Previamente, recibió amenazas de multinacionales petroleras con asiento en Houston, Texas, así como hostiles señalamientos del gobierno de Ronald Reagan, indignado por su  política de derechos humanos y su firme condena a las dictaduras instauradas en el continente bajo el manto sangriento  del Pentágono y la CIA.

Simultáneamente, en el Ecuador la derecha bramaba contra el joven mandatario de orientación izquierdista, con León Febres-Cordero a la cabeza, convertido en abanderado de la conspiración que llevaban adelante aquellos que Roldós  motejó como “patriarcas de la componenda”. Muerto Roldós, subió a sentarse plácidamente sobre su cadáver el vicepresidente Osvaldo Hurtado Larrea, quien inició su ejercicio comprando a Israel una flotilla de aviones Kfir que Roldós se había negado a comprar, supuestos sobreprecios escandalosos.

El magnicidio en el que pereció el Presidente, su esposa Martha Bucaram Ortiz, el ministro de Defensa Marco Aurelio Subía, la esposa de este y los cinco tripulantes fue un atentado orquestado por la CIA, con la participación del narcotraficante panameño Manuel Noriega y la confabulación del alto mando militar ecuatoriano. Treinta y un años después del horrendo crimen, ni concluyeron las investigaciones parlamentarias ni se sancionó a nadie.

Tampoco se investigó la extraña muerte o desaparición de campesinos de la zona donde el avión estalló en el aire, ni los sucesivos accidentes aéreos en que perecieron importantes oficiales de la FAE que cumplieron actividades clave ese fatídico día o se involucraron luego en las indagaciones, como el capitán Rodrigo Bueno y el mayor Sergio Bayas. El misterio y la impunidad encubren hasta hoy la macabra historia.

Muchos políticos y medios de comunicación han divulgado siempre desde entonces la versión del “accidente”,  con lo que se pretende desvirtuar el magnicidio. Por su parte, el autor de esta nota publicó al año del suceso, en 1982, su libro “Quiénes mataron a Roldós”,  un exhaustivo análisis del magnicidio, con documentos y testimonios irrefutables, que nadie ha podido desmentir; y lo hizo bajo amenaza y un juicio que luego lo entabló un tal Almeida Urrutia, ahora fallecido.

Cabe aquí una anécdota. Cuando Rafael Correa Delgado dejó el Ministerio de Economía, en la presidencia de Alfredo Palacio, fue invitado a un almuerzo en Machala, al que concurrió también Jaime Galarza. Como nota introductoria a la tertulia, el futuro Presidente comentó:

-Jaime, tú tienes razón con ese libro: Jaime Roldós fue asesinado.

-¿Por qué lo dices?

-Porque vengo de Estados Unidos. Allá leí el libro del norteamericano John Perkins “Confesiones de un gangster económico”, en el que sostiene que la CIA mató al presidente ecuatoriano.

Esta convicción  de Rafael Correa no debería concluir allí. La Asamblea Nacional y las autoridades pertinentes deberían reactivar la investigación sobre el magnicidio, para que algún día se acabe la impunidad eterna que rige en el Ecuador desde la “Hoguera Bárbara”, y para que no se repita otro 30 de septiembre, tal vez con el éxito criminal de los golpistas, que son los mismos de ayer, con otros nombres y distintas caretas.

Fuente:

http://www.telegrafo.com.ec/index.php?option=com_zoo&task=item&item_id=40333&Itemid=29

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