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La crisis presupuestaria en EEUU entró en su última fase: para el 17 de octubre el presupuesto de EEUU se agotará prácticamente. Si la Casa Blanca y la oposición no se ponen de acuerdo sobre un nuevo aumento del techo de la deuda pública, le amenazará al país el default técnico o bien, el régimen coactivo de economía austera. Ambas variantes encierran consecuencias catastróficas para la economía mundial
La semana pasada la prestigiosa agencia de información sobre negocios Bloomberg vaticinó la debacle de la economía mundial, caso de que EEUU declare su colapso y no pueda pagar los compromisos exteriores. Si EEUU deja de pagar las cuentas, pronostica Bloomberg, esto desestabilizará los mercados de fondos desde Brasil hasta Zurich, parará el mecanismo crediticio dependiente de la deuda pública de un volumen de cinco billones de dólares. Lo que, a su vez, llevará a la caída del dólar. En este contexto irá en aumento el precio del oro y comenzará la fuga de medios financieros de todos los activos. El sistema financiero en su aspecto actual dejará de existir, dijo a nuestra radio Mark Rubinstein, experto de la compañía Financiera de inversión MetrOpol:
–Desaparecerá el principal instrumento de saldar cuentas en los mercados financieros, es decir los bonos norteamericanos, y esto conducirá a un colapso total en los mercados financieros. Los bonos del tesoro norteamericano se utilizan como fianza en una gran cantidad de transacciones en el mercado global. Correlativamente, si no hay fianza, no hay negocios.
Por lo demás, al inicio de la semana el speaker de la cámara de los representantes, el republicano John Boehner prometió a los colegas impedir el colapso en EEUU. Hasta la fecha no está claro cómo se propone hacerlo, pero el jueves pasado Barack Obama se entrevistó con congresistas republicanos. Antes las partes en pugna declararon estar dispuestas a un compromiso parcial. Y pese a que los adversarios no pudieron llegar a un acuerdo, el propio hecho de las conversaciones y el propósito mutuo de continuarlas, puede ser considerado como cierto resultado.
Entretanto, los expertos señalan que los congresistas norteamericanos son en su mayoría personas cuerdas, normales. Ellos encontraron unánimemente una escapatoria en la legislación que permite en los próximos días devolver al trabajo a los empleados civiles de la Secretaría de Defensa y de la CIA. Esta escapatoria es "una nueva interpretación de la ley presupuestaria".
Partiendo del hecho consumado, así como viendo las experiencias de batallas anteriores entre la administración presidencial y el Congreso, muchos analistas casi no dudan de un desenlace favorable del actual enfrentamiento. Republicanos y demócratas en el Congreso, tarde o temprano, llegarán a un acuerdo sobre la posible reducción de los egresos y el aumento del techo de la deuda pública, supone el jefe de la compañía Arbat Capital Alexéi Golubóvich:
–El que no se pueda menos de aumentar el límite de la deuda pública es evidente para los economistas serios y especialistas en mercados financieros, por eso no se puede hablar de colapso alguno en EEUU. En EEUU se hallará una forma para ponerse de acuerdo y continuar la financiación de los egresos presupuestarios.
Al propio tiempo, en la comunidad perital no faltan pronósticos pesimistas. The Financial Times, por ejemplo, cita la hipótesis del analista Gavyn Davies, que admite que los republicanos y los demócratas no concuerden el límite de la deuda pública. Obama no se animará a declarar default sobre los compromisos deudales, ni hacer un recorte considerable del presupuesto, lo que exigirá sin falta aplicar medidas de la economía austera. Tales medidas llevaron a la recesión en una serie de países europeos. Teniendo presente el papel de EEUU en la economía global, podemos tan solo adivinar cuánta repercusión tenga en el mundo tal desarrollo de la situación en EEUU.
El posible default técnico en EEUU relacionado con la deuda puede llevar a la reducción del PIB norteamericano en un 10 %. Así considera el Premio Nobel de Economía Paul Krugman. Según su criterio, si el límite de la deuda pública no se dilata, el gobierno podrá dar preferencia al pago de los compromisos deudales corrientes en detrimento de los programas sociales, en primer lugar del sistema de aseguramiento de pensiones.
Por lo demás, incluso la adopción de un presupuesto provisional para votar por el techo de la deuda pública, no alegrará mucho a los inversores y no les alentará demasiado, considera Vladimir Rozhankovski. El estado de nerviosismo persistirá hasta que se conserve la amenaza real de disminución del ranking soberano de EEUU, procedente de las agencias Fitch Ratings y Moody’s.
Fuente: http://spanish.ruvr.ru
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
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