Tras su intervención ante la 69ª Asamblea General de la ONU, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, ha concedido una entrevista a RT y a la emisora VGTRK en la que aborda los temas de la actualidad internacional. Les presentamos la entrevista completa.
Nos hemos reunido justo después de su intervención en la Asamblea General de la ONU. Probablemente, la primera vez en los últimos 10-15 años que se han escuchado muchas críticas en las Naciones Unidas, también la presidenta de Brasil y el presidente de Venezuela hablaron de esto, y una gran cantidad de personas que protestaban cerca de la sede de la ONU los últimos meses, diciendo todos ellos que hay que cambiar y reformar la organización. ¿Usted está de acuerdo con este punto de vista? ¿Cree usted que la ONU es un órgano eficaz hoy en día?
Lavrov: La ONU no puede ser más eficaz que los países miembros de las Naciones Unidas porque la ONU no es un concepto abstracto, es una organización internacional. Incluye gobiernos que determinan su agenda. La función de la Secretaría es ejercer las órdenes de los gobiernos. Y no hay duda de que la ONU ha cambiado y sigue cambiando.
El proceso de reformas (en la ONU) es constante y no porque sea necesario para darle trabajo a aquellas personas que se dedican a estas funciones, sino que estamos en unos tiempos en los que surgen nuevos problemas en el mundo. ¿Quién iba a sospechar que estallaría este virus del Ébola? Y ahora, tal vez, esta será la tarea más importante que tiene la organización: evitar que la gente muera y encontrar un antídoto.
Se realizan reformas en la ONU, en varias partes de su estructura. Se estableció el Consejo para el mantenimiento de la paz, la consolidación de la paz. Se trata de cuando un conflicto se encuentra en fase de resolución y llega el momento de participar en la recuperación, ese apartado está al alcance del Consejo de Seguridad de la ONU, que se ocupa de cuestiones de guerra y paz, y del Consejo económico y social que se dedica, de forma natural, a los temas reflejados en su nombre.
También hay un largo proceso que se inició en la década de 2000, que es la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU. Y en general el Consejo de Seguridad es criticado porque los conflictos concretos no se resuelven. No está resuelto el conflicto palestino-israelí, el conflicto más largo del Consejo de Seguridad de la ONU que dura alrededor de 70 años. Esta situación no se ha resuelto porque no se consigue satisfacer ni a palestinos ni a israelíes. El Consejo de Seguridad es acusado aunque, por supuesto, son las partes del conflicto las que tienen que sentarse en primer lugar a negociar. El Consejo de Seguridad no puede pensar por ellos, solo instar, promover algunos parámetros, nombrar mediadores, enviados especiales, todo lo que se hace en diversos conflictos.
Lo del Sáhara Occidental también es un conflicto muy antiguo. O nuevos conflictos como estamos viendo ahora en Malí, en la República Centroafricana, en Afganistán. Y el Consejo de Seguridad, repito, no puede resolver todos los problemas. A veces el Consejo de Seguridad es criticado porque no se decide a autorizar el uso de la fuerza para derrotar a una de las partes del conflicto, también ha habido este tipo de críticas. Pero en general hay que ver lo más importante y entonces la ONU mostrará su eficacia. Y lo principal es que si estamos unidos por algo obvio -el terrorismo, narcotráfico, la amenaza de la proliferación de las armas de destrucción masiva, las epidemias, la seguridad alimentaria (también es muy aguda)- entonces tenemos que centrarnos en la búsqueda de enfoques colectivos de cooperación que aseguren la respuesta más eficaz a todas estas amenazas. Y a veces, el Consejo de Seguridad es utilizado para 'lucirse' y para 'pinchar' a alguien.
Por ejemplo, cuando estalló la crisis siria, Rusia y China propusieron por primera vez un proyecto de resolución que llamaba tanto al Gobierno como a la oposición armada y no armada a iniciar un proceso de solución política para la armonización del Estado en el que todos tendrían que vivir juntos.
Los países occidentales dijeron categóricamente que no, que iban a vetar la resolución. No propusimos este documento a votación porque hubiera sido como, digamos, un episodio escandaloso de veto contra un proyecto ruso-chino, y no porque pensáramos que el proyecto fuera malo, es decir, la solución que proponíamos en este documento, sino que entendíamos que si definitivamente no hubiera sido admitido entonces, ¿para qué iniciar todo el proceso? ¿Para qué poner a nuestros socios en la posición de tener que votar en contra?
Después de esto nuestros socios occidentales trazaron su proyecto de resolución, que echa claramente la culpa al Gobierno, justifica claramente todo lo que hace la oposición armada y sometió esta resolución a votación, sabiendo que China y nosotros lo vetaríamos. Esto demuestra un enfoque diferente en cuanto a la cooperación en el Consejo de Seguridad. Creo que nuestro enfoque fue más correcto, más ético. Pero no siempre podemos convencer a nuestros socios que no hace falta utilizar el Consejo de Seguridad para elevar las tensiones.
En cambio, se creó con el fin de encontrar un compromiso entre los cinco miembros permanentes, cada uno de los cuales tiene derecho a veto. Y las críticas de que se abusa del derecho a veto no son correctas porque cuando se creó la ONU se tuvo en cuenta la triste experiencia de la Liga de las Naciones que tenía un sistema 'un país-un voto'. Y debido al hecho de que, por ejemplo, la voz de algunos estados no se tomaba en cuenta en este sistema y no jugaba un papel decisivo, entonces EE.UU. ignoró la Liga de las Naciones y con el tiempo dejó de existir.
Así que cuando se creó la ONU se estableció el principio de unanimidad de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad. Esto no significa un privilegio, esto significa la responsabilidad del mantenimiento de la paz y la seguridad, y en esto se reflejó la sabiduría de los que elaboraron la Carta de las Naciones Unidas porque entendían que si no había acuerdo entre estos cinco estados no se podría resolver un problema de manera colectiva y con eficacia. Así que mi respuesta a la pregunta de que si la ONU es eficaz o no lo es: hay que dejar de usarla con fines estrictamente unilaterales y egoístas.
Probablemente no existen soluciones ideales, pero hay que intentarlo
Es necesario reconocer que si creamos esta organización, somos responsables de su eficacia y necesitamos trabajar juntos, colectivamente en aquellas cuestiones en las que hay una convergencia de puntos de vista. En otros temas donde podemos estar en desacuerdo es necesario seguir para consultar y buscar la convergencia de enfoques. Pero no siempre se logra. Repito, es muy tentador para nuestros socios occidentales utilizar la ONU y ciertos temas que se plantean en el mundo para generar un debate polémico con un ojo puesto en la audiencia doméstica: como unas próximas elecciones o alguien que lucha por conseguir algunas posiciones en las estructuras europeas. Bueno, así es la vida. Probablemente no existen soluciones ideales, pero hay que intentarlo.
Es necesario reconocer que si creamos esta organización, somos responsables de su eficacia y necesitamos trabajar juntos, colectivamente en aquellas cuestiones en las que hay una convergencia de puntos de vista. En otros temas donde podemos estar en desacuerdo es necesario seguir para consultar y buscar la convergencia de enfoques. Pero no siempre se logra. Repito, es muy tentador para nuestros socios occidentales utilizar la ONU y ciertos temas que se plantean en el mundo para generar un debate polémico con un ojo puesto en la audiencia doméstica: como unas próximas elecciones o alguien que lucha por conseguir algunas posiciones en las estructuras europeas. Bueno, así es la vida. Probablemente no existen soluciones ideales, pero hay que intentarlo.
Señor Lavrov, una de las declaraciones de verano de la Cancillería decía que EE.UU. suele llevar a cabo su política basada en mentiras absolutas. Después de haber estado en la Asamblea General, después de escuchar el discurso de Obama, ¿ha reforzado usted esta opinión? ¿Qué otros ejemplos de política de este tipo ha visto usted estos días y en general, últimamente?
Lavrov: EE.UU., al menos en lo que se refiere a los acontecimientos en Ucrania, construye sus declaraciones públicas (no voy a tocar la política real) bien en hechos no verificados, bien en fraudes descarados cuando muestran un helicóptero derribado y resulta que no fue en Ucrania, sino en Siria.
La mayoría de estos hechos cuando se utilizaron informaciones falsas se se hizo para hacer alguna declaración pública, exigir algunos pasos. Todos recuerdan el episodio en el que Colin Powell, entonces secretario de Estado, mostró en el Consejo de Seguridad de la ONU un tubo de ensayo con polvo blanco dentro y dijo que era ántrax que se les había encontrado a los dirigentes iraquíes, que estaban involucrados en el uso clandestino de armas químicas biológicas y otras armas de destrucción masiva. Luego resultó que Colin Powell había caído en una trampa de la CIA.
A veces parece que estamos siendo escuchados, pero a continuación no siempre se toman algunas medidas prácticas
Algunos de ellos lo hacen conscientemente, otros simplemente sacan de Internet algunos datos no verificados y tratan de ganar posiciones haciendo declaraciones interesantes. Esto es triste. Tenemos con EE.UU. un canal de diálogo bastante estable a través de mis relaciones con John Kerry.
Francamente exponemos todo lo que pensamos sobre lo que está sucediendo en Ucrania y en otras regiones del mundo. A veces parece que estamos siendo escuchados, pero a continuación no siempre se toman algunas medidas prácticas.
Trabajamos juntos desde el comienzo de la crisis de Ucrania, más bien, en su etapa avanzada, en abril. Entonces se aprobó el documento de Ginebra a nivel de ministros de Asuntos Exteriores de Rusia, Ucrania, Estados Unidos y la Unión Europea, que incluyó las cuestiones más importantes, entre ellas la necesidad de iniciar de inmediato un diálogo nacional con la participación de todas las regiones de Ucrania, con la participación de todas las fuerzas políticas y realizar una reforma constitucional basándose en el interés de todos los ucranianos.
Ucrania, que lo firmó en abril, se comprometió a comenzar de inmediato, pero no lo hizo. Por desgracia, hasta septiembre no se logró convencer a los dirigentes ucranianos (incluyendo a los líderes de los principales estados de la UE que estaban a favor de la iniciativa) de sentarse a la mesa de las negociaciones con las autodefensas y algo comenzó a realizarse.
Aunque no se detuvo completamente la muerte de las personas, de todas formas ha disminuido bruscamente la intensidad de los bombardeos y el número de víctimas ha disminuido, han comenzado a separarse las fuerzas oponentes: separaron una distancia de 15 kilómetros la línea de contacto de las armas pesadas y los observadores de la OSCE se dedicarán a la vigilancia de eso.
El proceso ha comenzado. A continuación hay que hablar sobre los aspectos políticos de la situación, sobre la solución política. Hay una ley que aprobó la Rada Suprema sobre la autoadministración de estas regiones. Esto es un ejemplo de cómo se pueden alcanzar las metas. Aunque al inicio de ese diálogo, denominado el proceso de Minsk, desde el exterior se pusieron muchos impedimentos, concretamente desde Washington.
No quiero decir que alguien se dedicara específicamente a esto, pero había gente en Washington que animaba la posición de Yatseniuk, que a diferencia de Poroshenko, cada vez que surge algo como un rayo de esperanza hace declaraciones arrogantes como "hay que unirse a la OTAN", o "no se puede creer a los rusos", o "no levanten las sanciones", o "vamos, pongan más sanciones" ... Es extraño... Ante todo debería dedicarse a la economía. Recuerdo a Yatseniuk cuando desempeñaba el cargo de ministro de Asuntos Exteriores. Entonces me pareció que era una persona completamente diferente en sus puntos de vista sobre el enfoque para solucionar problemas con otros países, con los socios. Pero ahora ha pasado algo. Tal vez está afectado por la situación preelectoral de lucha de partidos, entró en el Frente Popular que creó él mismo y Turchínov, tras negarse a cooperar con el bloque de Poroshenko.
"EE.UU. empezó a luchar contra el terrorismo, y se despertó cuando sus ciudadanos fueron ejecutados de manera brutal públicamente ante las cámaras"
Otra vez, como usted puede ver, los problemas electorales internos afectan gravemente a la solución de la crisis ucraniana. Pero tengo grandes esperanzas de que EE.UU. finalmente entenderá la necesidad de no actuar en todas partes como fiscal, juez y ejecutor de las condenas, y entenderá que solos ya no pueden hacer nada.
EE.UU. empezó a luchar contra el terrorismo, y se despertó cuando sus ciudadanos fueron ejecutados de manera brutal públicamente ante las cámaras, aunque les hemos advertido desde hace tiempo que estas personas (los terroristas) ni siquiera pueden ser compañeros temporales solo porque estén luchando contra Al Assad en Siria.
Sin embargo, declaró la guerra contra el terrorismo, anunció la tarea de combatir al Estado Islámico (EI). Y poco después comenzó a reunir una coalición. Ellos entienden que hacerlo por sí solo es difícil, es difícil hacerlo políticamente, y también surgen cuestiones puramente militares. Necesitan reunir la mayor cantidad de estados en la coalición. Otra cosa es que, por supuesto, tenían que ir al Consejo de Seguridad, tenían que cooperar con el Gobierno sirio, que había declarado desde hace tiempo que estaba dispuesto a participar en la interacción con la comunidad internacional en la lucha contra el terrorismo. Bueno, lo evadieron. No es correcto, no va a agregar legitimidad a todo lo que sucede. Esto crea el riesgo de que puede haber incidentes no premeditados que pueden agravar la situación dramáticamente. De todas formas, la vida nos debe enseñar a todos a que trabajemos juntos y no sucumbamos a resentimientos de carácter personal. El resentimiento puede persistir en la familia, en casa, con los amigos. Pero cuando se trata de política y se hace algo a despecho, es perjudicial. Y también perjudica a los que lo hacen.
Usted ha mencionado su relación personal con Kerry y con sus socios occidentales. Por su parte a nivel oficial a menudo escuchamos últimamente la frase 'guerra fría'. ¿Cree usted que estamos en una guerra fría en versión 2.0 o son solo rumores? Y ¿cómo son sus relaciones personales con sus colegas, en particular con John Kerry, pese a sus declaraciones bastante duras?
Lavrov: Recientemente dije que uno de mis colegas aquí, en Nueva York, durante una sesión discutiendo el comienzo de los discursos de varios líderes occidentales me dijo: "Parece que la guerra fría nunca ha terminado". Sabe, probablemente esto tiene algún sentido porque la velocidad con la que en el marco de la crisis de Ucrania la OTAN ha pasado a un enfrentamiento duro con una acusación contra nosotros totalmente inaceptable no probada y unilateral, reduciendo drásticamente todos los programas conjuntos, incluidos aquellos que necesita la misma OTAN, esta velocidad, todos estos pasos demostraron que la OTAN ni siquiera se deshizo de la mentalidad de la guerra fría.
"Aquí están ahora repitiendo los mismos errores a pesar de que dejaron un formato político a nivel de embajadores, pero cerraron la estructura de cooperación práctica"
Es muy triste porque construimos nuestra relación incluso después de la crisis en el Cáucaso en agosto de 2008, cuando después del ataque de Georgia sobre sus propios ciudadanos, Osetia del Sur, que pese a que era una zona de conflicto nadie puso en duda que la decisión debía ser la búsqueda de una solución dentro de la integridad territorial de Georgia, y Mijaíl Saakashvili ordenó el ataque contra sus propios ciudadanos. Entonces ya que allí se encontraban nuestras unidades de paz y al ser estas atacadas, recurrimos al Consejo de Rusia en la OTAN para convocar inmediatamente una reunión para discutir la situación. Entonces los estadounidenses nos dijeron 'no', que no habría ningún Consejo de Rusia en la OTAN y, en general dijeron "por lo que estáis haciendo en respuesta a las acciones de Saakashvili congelamos este proyecto". Luego, después de pasar un tiempo, unos meses, los representantes occidentales mismos vinieron a nosotros y nos dijeron: "Saben, fue un error, vamos a desbloquear el Consejo de Rusia en la OTAN, debe actuar en cualquier tiempo y considerar cualquier asunto porque si no tenemos cortado el canal de diálogo".
Aquí están ahora repitiendo los mismos errores a pesar de que dejaron un formato político a nivel de embajadores, pero cerraron la estructura de cooperación práctica. Creo que si empieza una nueva guerra, será una nueva guerra fría.
Durante la guerra fría clásica también se utilizaban los medios de comunicación, pero no es comparable a lo que se puede hacer ahora, teniendo en cuenta Internet y todas sus posibilidades. Pero a mis contactos -John Kerry y el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Francia y muchos otros países europeos- yo percibo que, en general, no les gusta esto, pero no pueden alejarse de la posición adoptada, una posición en la que Rusia es la culpable y la crisis ucraniana es una crisis que ha creado Rusia.
Hace tres años y medio, cuando comenzó la crisis en Siria, los presidentes de Estados Unidos, Francia y otras capitales occidentales anunciaron que no negociarían con Al Assad. Estoy convencido de que ahora se arrepienten de eso porque pensaban que todo iba a suceder tan rápido como en Egipto y en Libia. Y en Siria todo fue un poco diferente. Nunca tuvimos ninguna duda de que sin empezar el diálogo entre el régimen de Damasco y de toda la oposición, no encontraríamos una manera de salir de esa situación y, de hecho, en junio de 2012 lo acordamos cuando se celebró la reunión de Ginebra sobre Siria.
"Si empieza una nueva guerra, será una nueva guerra fría"
En este documento figura que es necesario ponerse de acuerdo sobre un mecanismo de transición que debe crearse sobre la base del consenso general entre el Gobierno y la oposición, que conforman todo el espectro de la sociedad siria. Lo apuntamos. Y cuando dijimos: "Vamos a realizarlo, vamos a convocar una conferencia de este tipo", nos dijeron "no, primero que dimita Al Assad". Es decir, es una distorsión del acuerdo y ellos mismos ponen en duda su negociabilidad. Por lo tanto, como suele decirse "las palabras pueden tener muchas interpretaciones según convenga", "las palabras no son gorriones, las sueltas y no vuelven", y para el prestigio de los políticos es vergonzoso y peligroso renegar de lo dicho con pasión. Esto muestra que no hay que precipitarse con las conclusiones, y que hay que analizar la situación antes de sacarlas.
En el caso de Ucrania, probablemente ocurrió que nuestros socios europeos se dieron cuenta que la han liado buena. Y cuando se negaban rotundamente a sentarse a la mesa los tres, Rusia, la Unión Europea y Ucrania, e intentar encontrar vías que permitirían no crear un conflicto entre las aspiraciones de Ucrania de entrar en la asociación con la UE, por un lado, y su interés en mantener su pertenencia a la zona de libre comercio de la Comunidad de Estados Independientes, por otro.
Ya en noviembre hubo una propuesta para sentarse a la mesa de negociaciones y estudiarlo todo, y la UE se negó, diciéndonos directamente que las relaciones de la UE con Ucrania no eran asunto de Rusia, y que iban a hacer lo que les pareciera necesario. Después hubo un acuerdo firmado el 21 de febrero entre Yanukovich, Yatsenuk, Klichko y Tyagnibok, bajo el cual firmaron los ministros de exteriores de Alemania, Francia y Polonia. El primer punto de este acuerdo decía "crear un gobierno de unidad nacional que prepare una reforma constitucional, la constitución será adoptada antes de finales de septiembre, y para finales de año se deben celebrar las elecciones presidenciales". Y todos entendían que Yanukovich no ganaría estas elecciones.
Un día después de firmar este acuerdo, los radicales se dirigieron a los edificios gubernamentales, anunciaron la creación de un gobierno no de unidad nacional, sino un gobierno de los vencedores, empezaron a exigir la anulación de las leyes que permitían usar la lengua rusa y otras lenguas minoritarias, y empezaron a atacar los edificios gubernamentales, instituciones administrativas en otras regiones de Ucrania, además de Kiev y sus alrededores, algo similar también ocurría en Crimea. Y eso es todo. Y cuando pedíamos volver al cumplimiento del compromiso adoptado el 21 de febrero e intentamos concienciar a nuestros socios occidentales, sobre todo aquellos que habían participado directamente en la preparación de esta declaración, nos decían que ya era tarde, que la situación había cambiado. ¿Cómo una situación puede cambiar de tal forma que el objetivo de la unidad nacional de un país deje de ser actual?
Y este tipo de explicaciones absurdas que se nos presentaban tanto en este como en muchos otros casos, como cuando insistíamos en el cumplimiento del acuerdo de Ginebra que llamaba a comenzar inmediatamente la reforma constitucional y en respuesta nos decían: "saben ustedes, sí, el plan es muy bueno, EE.UU. y la UE lo han firmado junto con Ucrania, pero ya existe el plan pacífico de Poroshenko". O sea, como dicen los ingleses, siempre ‘se mueven los postes de las porterías’, y el juego empieza de nuevo. Es injusto, y absolutamente ineficaz.
Y ahora, finalmente, hemos llegado, pese a todo, a un diálogo nacional, por el momento solo entre Kiev y dos regiones, pero estoy convencido de que Ucrania necesita una profunda reforma constitucional; no obstante, hemos empezado a dar pasos en la dirección del compromiso y arreglo político. Y, por cierto, a la vez hemos llegado al momento en que la UE y el presidente ucraniano han reconocido el carácter justo de nuestra postura sobre la necesidad de esperar algo antes de que entren en vigor las tesis del acuerdo sobre la asociación que afectan los intereses económicos de Rusia y otros países miembros de la zona del comercio libre de la Comunidad de Estados Independientes. Se ha hecho una pausa en esta parte del acuerdo firmado hasta finales de 2015. Es decir, se ha empezado el diálogo, y la cuestión económica ha sido atendida por parte de nuestros socios, pero todo esto se podía haber hecho hace un año, en noviembre del año pasado. Yanukovich pidió exactamente lo mismo. Él no quería renunciar a la firma del acuerdo, sino conseguir más tiempo para volver a examinar todas las consecuencias económicas. Es decir, hemos llegado a donde se pudo llegar si se hubieran cumplido los compromisos anteriores, pero a fin de cuentas hemos llegado al mismo punto, pero a costa de miles de vidas, enormes destrucciones y, en general, la creación de una crisis en toda Europa.
Ahora se habla mucho de la Guerra Fría, de que se mantiene viva, quizás en la mente de algunos líderes, en la tribuna de la Asamblea General, a donde suben unos u otros políticos. No obstante, también son importantes las reuniones bilaterales, que ha mantenido usted estos días, y se trata de decenas de reuniones. Y si la Guerra Fría existe, será en otro sitio que no sea el continente latinoamericano. Algunos hablan con ironía sobre la firma del acuerdo sobre el régimen sin visados con Honduras, pero en realidad ahora los rusos necesitamos visados solo con EE.UU. y Canadá. Entonces, ¿de qué tipo de aislacionismo estamos hablando?
Todavía se mantiene el régimen de visados con la UE.
No, me refiero al continente americano.
Lavrov: Todavía hay una serie de países de América Latina que no han cancelado el régimen de visados con Rusia. Se trata de México, pero con su ministro de Relaciones Exteriores acordamos avanzar hacia este objetivo, también de Panamá y algunos otros. Para el resto de América Latina no necesitamos visados. En cuanto a Honduras, es un país maravilloso con líderes responsables y competentes, con los que mantenemos muy buena relación. Yo recomendaría a todos los rusos que aprovechen este régimen sin visados para visitar Honduras. Es una tierra muy hospitalaria para los turistas.
Me reuní no solo con muchos homólogos, con ministros de Relaciones Exteriores, sino también con dirigentes de varias organizaciones internacionales, como la Organización de Cooperación Islámica, la Liga Árabe y la CELAC. Llevamos a cabo una sesión ministerial de la Organización de Cooperación de Shanghái y del BRICS, después de la cual publicamos un comunicado sustantivo.
En el mundo se están formando nuevos centros de gravedad
También nos reunimos con los estados miembro de la Comunidad de Desarrollo de África Meridional, un poderoso bloque liderado por Sudáfrica, Namibia, Angola y Mozambique. Estas reuniones han sido muy productivas.
En el mundo se están formando nuevos centros de gravedad. Los procesos de integración en África y América Latina están cogiendo fuerza y ofrecen muy buenas perspectivas. Hemos ampliado nuestra cooperación, firmamos acuerdos de cooperación con Mercosur, el bloque comercial-aduanero de países latinoamericanos y hemos acordado firmar un memorando sobre el intercambio de experiencia que permitirá observar de cerca las perspectivas para una cooperación mutuamente beneficiosa. Lo mismo con la Comunidad de Desarrollo del África Meridional y otras estructuras de integración en el continente africano. En América Latina también existe el Sistema de Integración Centroamericana. Estamos finalizando otro memorando que otorgaría a Rusia el estatus de observador extra-regional en el organismo.
Así que, en general, no sentí ningún aislamiento. Al contrario, hubo incluso más gente que quería hablar conmigo que antes.
Recientemente se cumplieron dos meses de la tragedia del avión malasio en la región de Donetsk. Casi todos culparon a Rusia de esto, sobre todo, en los medios occidentales. ¿Cómo puede ser que dos meses después Rusia sea prácticamente el único país que exige una investigación en la ONU y otros organismos internacionales, mientras que otras naciones que resultaron afectadas de manera directa o indirecta están calladas?
Lavrov: Es un misterio para mí que, lamentablemente, me suscita pensamientos alarmantes. No es el primer caso que apenas se investiga. Casi no se hace nada para encontrar a los culpables de los tiroteos mortales en Maidán, cuando murió la llamada 'Centena Celeste'. Hay muchas evidencias basadas en hechos que indican que fue una provocación organizada por el Sector de derecho y Parubi, el comandante de la Maidan, que fue visto con un rifle de francotirador. El presidente del comité de investigación renunció diciendo que no logró obtener datos del actual régimen de Kiev.
No se hace nada para investigar la tragedia de Odesa del 2 de mayo, cuando decenas de personas fueron quemadas vivas. Hubo informes de que las autoridades identificaron a un sospechoso y, tal vez, un segundo sospechoso, pero la investigación se ha quedado ahí. Una tragedia similar ocurrió en la ciudad ucraniana de Mariúpol. Ha habido numerosos casos. Recientemente han sido descubiertos enterramientos cerca de la ciudad de Donetsk. Hay evidencia de que los civiles fueron fusilados a sangre fría. Rusia va a exigir que se establezca la verdadera causa de todos estos incidentes. Hemos planteado repetidamente esta cuestión ante el Consejo de Europa, la OSCE y los organismos de derechos humanos de la ONU. Parece que están atendiendo nuestro llamamiento y están listos para empezar a actuar. Pero hasta que las autoridades ucranianas garanticen la independencia y la transparencia de la investigación y el acceso a todos los materiales, no va a pasar nada.
Lo mismo ocurre con la investigación de la tragedia del Boeing. Los expertos enviados por los Países Bajos y Australia dicen que no tienen acceso seguro. "No hay acceso seguro" es la explicación que suelen dar las autoridades ucranianas. Las autodefensas han anunciado en reiteradas ocasiones: "Lleguen, y le proporcionaremos todas las condiciones seguras para su trabajo". Inmediatamente después de esta tragedia, creo que el 21 de julio, el Consejo de Seguridad aprobó una resolución que exigía una investigación internacional independiente inmediata. En otras palabras, se suponía que iba a empezar algo el 21 de julio. Yo recuerdo muy claramente que las autoridades de Kiev dijeron que iban a dar acceso inmediato, cuando despejemos esta zona de terroristas y separatistas, y anunciaron el alto el fuego para la llegada de los expertos apenas unos 10 días después, ya a finales de julio.
Estos son los hechos. Hay una comisión internacional encabezada por el Consejo de Seguridad holandés, que incluye expertos de la OACI (Organización de Aviación Civil Internacional), incluidos algunos expertos de Rusia. Pero, por desgracia, no todos los expertos tienen acceso a todos los documentos. Y esta es otra pregunta que planteamos regularmente ante nuestros socios. El informe preliminar presentado por esta comisión no dice nada de los pasos que cualquier experto en la investigación de este tipo de desastres debería tomar. Todo el mundo lo sabe. No voy a entrar en detalles, pero los especialistas saben de lo que estoy hablando. Hay un cierto procedimiento. Los expertos que estuvieron en Ucrania no reunieron todos los escombros, no intentaron buscar los elementos que golpearon el avión y otras cosas.
Después de leer este informe, nuestros expertos en aviación escribieron unas cuantas páginas con preguntas respecto a esta investigación en curso además de las 20 preguntas que hicieron inmediatamente después de la catástrofe. Por lo tanto, vamos a insistir en que no se puede truncar esta investigación.
Una última pregunta. El mismo día que el presidente de EE.UU. dio su discurso, el diario 'The New York Times' publicó un amplio artículo en el que afirmaba que EE.UU. está modernizando actualmente numerosas instalaciones nucleares y que gastará 1.000 millones de dólares en armas nucleares durante los próximos 30 años, y ello pese al hecho de que Obama habló sobre la necesidad del desarme en una sesión del Consejo de Seguridad en 2009, lo que en parte fue la razón por la que recibió el Premio Nobel de la Paz. Si esto no es una Guerra Fría, ¿se trata de una nueva carrera armamentista que se nos impone por parte del Occidente?
Lavrov: Obama recibió el Premio Nobel de la Paz antes de que él se dirigiera al Consejo de Seguridad. Prefiero no hacer pronósticos sobre la llegada de una nueva carrera armamentística. Rusia, definitivamente, no va a participar en ella. En nuestro caso, ocurre que ha llegado el momento de modernizar nuestros arsenales nucleares y convencionales.
Tenemos un programa de armamento a largo plazo que tiene en cuenta nuestras capacidades de estado y, por supuesto, la necesidad de mantener una relevante defensa moderna para proteger nuestros intereses nacionales. Su coste no excede los límites, y además, como he dicho, no hacíamos mucho en esta dirección durante muchos años.
El arsenal nuclear de EE.UU. es un poco más joven que el nuestro, pero quizás le llegó la hora de modernizarse. Sólo espero que EE.UU. acate las disposiciones del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas, que son jurídicamente vinculantes. Se puede actualizar su arsenal, sustituir las armas viejas por las nuevas. Allí todo está mencionado y nadie ha cancelado las restricciones cuantitativas.
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