Según un informe de Unicef, se estima que han muerto más de 5.000 menores yemeníes (Cada día, 130 niños) debido a manutricion o enfermedades y 2,5 millones están privados de ir a la escuela y que 11 millones dependen de los esfuerzos humanitarios para sobrevivir.
Tres años después, el balance es desastroso para la población civil. 22 de los 27 millones de habitantes con los que cuenta Yemen necesitan ayuda humanitaria inmediata y 7 millones dependen completamente de los alimentos proporcionados por los organismos internacionales, según la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Hoy la situación en Yemen se encuentra estancada. La coalición liderada por Arabia Saudí y apoyada por EE.UU. que emprendió esa intervención en 2015 no ha podido derrocar al movimiento hutí que siguen controlando todavía partes claves del país. La ONG Amnistía International denunció que en esta “guerra olvidada” -de la cual no se libran los hospitales, las escuelas y las infraestructuras civiles en general- se alimenta a través del armamento que venden los países occidentales a Arabia Saudí y sus aliados.
El país petrolero justificó la conformación de esta coalición con la necesidad de frenar a Irán, su mayor rival regional.
Más de 10.000 muertos y millones de afectados
Antes de la guerra, Yemen ya era un país frágil con indíces bajos en términos de desarrollo humano. La intervención de la coalición condenó aún más el país, que sufre la peor crisis humanitaria actual. Más de 3 millones de personas, tuvieron que huir de sus hogares por causa del conflicto y casi la totalidad de la población se encuentra en necesidad de una ayuda humanitaria urgente.
Los niños son los más vulnerables y padecen cada día de esta guerra. Se estima que han muerto más de 5.000 menores (Cada día, 130 niños) debido a manutricion o enfermedades. También 2,5 millones están privados de ir a la escuela y que 11 millones dependen de los esfuerzos humanitarios para sobrevivir, según informó la Unicef. Esto es consecuencia directa de las graves condiciones de vida tras el conflicto, y de una epidemia de cólera que se ha propagado en los últimos meses, matando a unas 2.200 personas.
En diciembre de 2017, la ONU advirtió que podrían morir más de 8 millones de personas si no llegaba asistencia humanitaria a los habitantes. El 25 de marzo, un alto representante de la Unicef denunció nuevamente que ambos protagonistas del conflicto están impidiendo la entrega de los cargamentos destinados a los niños con manutricion severa.
Adicionalmente, un oficial afirmó que su organización necesitaba 350 millones de dólares por parte de las naciones para responder a las necesidades en Yemen, algo que según él “son migajas en comparación a los miles de millones que se invierten en la guerra”.
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