Irán y China han actualizado un acuerdo de 25 años firmado por primera vez en 2016 que prevé una inversión china de 400.000 millones de dólares en la nación de Oriente Medio, rica en recursos, informó Petroleum Economist.
La actualización se produjo durante una visita a fines de agosto del ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohammad Yavad Zarif, a Pekín, durante la cual su homólogo chino, Wang Yi, llamó a los dos países “socios estratégicos integrales”.
Según el Petroleum Economist, el acuerdo representa “un cambio potencialmente importante en el equilibrio global del sector de petróleo y gas” y podría marcar un “cambio sísmico en el sector global de hidrocarburos”. Significativamente, no habrá dólares estadounidenses involucrados en los pagos a realizar en el marco de dicho acuerdo..
Inversiones en el petróleo, el gas y el sector petroquímico
“El punto central del nuevo acuerdo es que China invertirá 280.000 millones de dólares para desarrollar los sectores de petróleo, gas y petroquímicos de Irán”, dijo la revista mensual que habló con “una fuente principal estrechamente relacionada con el Ministerio de Petróleo de Irán” durante la visita de Zarif.
Esta cantidad puede ser invertida por adelantado durante el primer período de cinco años del acuerdo, pero el entendimiento es que habrá cantidades adicionales disponibles en cada período posterior de cinco años, un tema sujeto al acuerdo de ambas partes, dijo.
“Habrá otra inversión de 120.000 millones para la mejora de la infraestructura de transporte y fabricación de Irán, que de nuevo puede aplicarse en el primer período de cinco años y podrán añadirse otras cantidades en cada período posterior si ambas partes están de acuerdo”, agregó.
The Petroleum Economist ha sido una publicación respetada de la industria energética durante décadas y es conocida por sus sofisticados análisis.
Su informe sigue a otro del mes pasado que señaló que China había “vuelto a comprometerse” en tres proyectos clave de energéticos de Irán, a saber, la Fase 11 del campo de gas supergigante South Pars, los campos petroleros de West Karun y la terminal de exportación de petróleo de Jask.
La estrecha participación de China en la construcción de la infraestructura de fabricación de Irán está totalmente en línea con su gigantesca iniciativa del Cinturón y la Ruta o Nueva Ruta de la Seda, dijo la fuente iraní.
El gigante asiático tiene la intención de utilizar la mano de obra de bajo costo disponible en Irán para construir fábricas, diseñadas y supervisadas por grandes empresas chinas, con especificaciones y operaciones idénticas a las de China.
La idea es enviar productos chinos a los mercados occidentales utilizando la infraestructura de transporte de Irán.
El mayor proyecto de transporte chino en Irán tiene un valor de 1.500 millones de dólares y busca electrificar la línea ferroviaria de Teherán-Mashhad, con una longitud de 926 kilómetros.
También hay planes para establecer una línea de tren de alta velocidad Teherán-Qom-Isfahan y extender esta red hasta el noroeste a través de Tabriz.
El ferrocarril es parte de la Nueva Ruta de la Seda. Una línea de 2.300 kilómetros unirá Urumqi, en la provincia china de Xinjiang, rica en recursos, con Teherán, conectando Kazajistán, Kirguistán, Uzbekistán y Turkmenistán en el camino y extendiéndose luego hacia Europa a través de Turquía.
Tabriz, sede de una serie de sitios industriales clave de petróleo, gas y petroquímicos y otros, y punto de partida para el gasoducto Tabriz-Ankara, será un punto crucial en la ruta.
Las empresas chinas tendrán derecho también a participar en todos y cada uno de los proyectos petroquímicos en Irán, incluida la provisión de tecnología, sistemas y personal necesarios para completar dichos proyectos.
Participación de Rusia
El acuerdo incluye una cláusula que permite que al menos una empresa rusa tenga la opción de participar en los proyectos junto con los operadores chinos, según el informe.
Rusia, incluida tangencialmente en el acuerdo, está considerando un acuerdo independiente similar que abarque todas sus relaciones económicas con Irán. En junio, los dos países firmaron una docena de acuerdos de cooperación que abarcan campos como la energía, los ferrocarriles, la agricultura, los productos farmacéuticos y el turismo.
Los acuerdos se firmaron cuando el ministro de Energía ruso, Alexander Novak, visitó Irán junto con una delegación de 120 empresarios, incluidos representantes de empresas privadas y públicas.
Frente a EEUU
Según Petroleum Economist, una ventaja clave de los acuerdos radica en el hecho de que China y Rusia tienen asientos permanentes en el Consejo de Seguridad de la ONU, lo que impide que EEUU o cualquier otro adversario sancione a Irán en un ámbito multilateral, más allá de las sanciones unilaterales que Washington ha aprobado.
Pekín ha rechazado las posturas de EEUU, diciendo que la cooperación de China con Irán es legítima, según el derecho internacional y “debe ser respetada”.
China importó más de 900.000 toneladas métricas de petróleo crudo de Irán en julio, más de un 8 por ciento respecto al mes anterior, según mostraron los datos publicados la semana pasada por la Administración General de Aduanas (GAC) de China.
Las importaciones realizadas por el mayor comprador de petróleo del mundo se produjeron a pesar de la amenaza de Washington de castigar a las empresas que importen petróleo de Irán después de finalizar las exenciones a las sanciones unilaterales contra el petróleo iraní el 2 de mayo.
Pekín se ha preparado para cualquier consecuencia por su participación en proyectos de desarrollo iraníes y su posible enfrentamiento con EEUU, dijo el mes pasado el sitio web internacional de energía OilPrice.com.
Si EEUU trata de obstaculizar cualquiera de estos proyectos chinos en Irán, entonces Pekín usará con toda su fuerza la “opción nuclear” de vender todo o una parte significativa de su tenencia de de letras del Tesoro de EEUU por valor de 1,4 billones de dólares. Una gran parte de estos valores se venderá en septiembre sobre esta base”, dijo.
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