Páginas

viernes, 11 de octubre de 2019

Cinco razones por las que Colombia está obsesionada contra Venezuela


La obsesión de la derecha colombiana por intentar desestabilizar al Gobierno de Nicolás Maduro se explica por cinco razones, detalló a Sputnik el analista e integrante del partido FARC Jorge Aponte. Además, denunció la falta de garantías políticas que han complicado la existencia del partido, surgido tras los acuerdos de paz de 2016.

Durante la última Asamblea General de Naciones Unidas, el presidente colombiano Iván Duque presentó un informe de 128 páginas que supuestamente demostraba los vínculos del Gobierno de Venezuela con grupos terroristas que operan en territorio colombiano.

La presentación culminó en escándalo debido a que el informe contenía imágenes falsas pero marca la postura constante de la gestión Duque, que intenta durante 2019 ha intentado erigirse como uno de los principales aliados de EEUU en los intentos por derrocar al presidente venezolano Nicolás Maduro.

En efecto, fue en Colombia, en febrero de 2019, donde Duque recibió al líder opositor Juan Guaidó y al vicepresidente de EEUU, Mike Pence, para convocar a los países del mundo a desconocer a Maduro y respaldar a un Gobierno alternativo.

En conversación con Sputnik, el integrante del partido FARC (Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común) Jorge Aponte identificó cinco razones para comprender por qué el Gobierno colombiano, y la derecha colombiana en general, se esmeran en ser férreos opositores al Gobierno de Venezuela y acérrimos aliados de EEUU.

"La primera es que el proceso revolucionario en Venezuela ha significado un quiebre en el ciclo del neoliberalismo en América Latina y es una muestra de la esperanza de construir una sociedad diferente, contraria al capitalismo. Para la derecha colombiana es una amenaza que eso sea posible en un país fronterizo", dijo el analista.

Una segunda razón, según el integrante del FARC, es que precisamente Venezuela es un símbolo del "refrescamiento de las ideas de independencia, emancipación y socialismo; ideas que supuestamente habían quedado atrás y a las que deberíamos renunciar". Aponte advirtió que la derecha colombiana ha llegado a construir "una matriz, un sofisma de distracción sobre lo que sucede en el proceso revolucionario".

Para Aponte, la postura antivenezolana de Colombia se explica también por la posibilidad de minimizar el discurso de los movimientos de izquierda en favor de los procesos de paz. En ese sentido, remarcó que "la derecha en Colombia se ha beneficiado del conflicto, de la guerra y del negocio que significa".

En ese sentido, planteó que la experiencia del Gobierno bolivariano permite a la izquierda colombiana "mover el eje de la discusión desde la guerra hacia la paz".

Una cuarta razón, argumentó Aponte, puede identificarse en el interés que los recursos energéticos de Venezuela tienen para EEUU y "los países imperialistas de la región". Una inminente escasez de esos recursos "va a poner en tela de duda la sostenibilidad del capitalismo y de la explotación neoliberal", algo que disgustará a las potencias.

La quinta explicación está, dijo el dirigente del FARC, en que la derecha colombiana es consciente de que "el modelo económico y político es cada vez más insostenible". En ese contexto, la Venezuela bolivariana también surge como "el porvenir de una movilización social, en el marco de una disputa democrática que ha luchado para cambiar la manera de entender la integración regional bolivariana".
¿En qué se benefician los colombianos con los ataques a Venezuela?

Aponte enfatizó que "el pueblo colombiano no se beneficiaría en absoluto" de este ataque a Venezuela y recordó que ha sido la frontera entre ambos países la zona que más se ha visto afectada por la presencia de grupos paramilitares "que atentan contra el proceso revolucionario venezolano".

Además, consideró, las acciones contra Maduro sirven como una "cortina de humo" para esconder las denuncias de corrupción que salpican a altos mandos militares de Colombia y abonan las acusaciones sobre el incumplimiento del Gobierno colombiano de los acuerdos de paz firmados en La Habana en 2016 y que permitieron el desarme de los grupos guerrilleros.

"En Colombia se ha construido un discurso político-mediático en que se trasladan los problemas del país a un segundo plano y se empieza a considerar que hay una situación más gravosa en el país hermano", señaló Aponte.

Al respecto, añadió que la derecha colombiana carece de "una mirada hacia adentro, hacia las grandes dificultades de Colombia, con niveles de pobreza y desigualdad tan altos que no tienen comparación en la región".
El partido FARC: la vida política y la falta de garantías

El partido FARC surgió a partir del desarme de la guerrilla y como consecuencia de los acuerdos de paz. Liderados por el exguerrillero Rodrigo Londoño, alias 'Timochenko', el partido logró obtener cinco senadores y cinco diputados en las elecciones generales de 2018.

En octubre de 2019, enfrenta por primera vez unas elecciones regionales, en las que presenta candidatos a alcaldes, ediles y concejales municipales.

Para Aponte, el proceso de estructuración del partido en todo el país ha tenido que sobrevivir a "una estigmatización muy profunda" y "un recrudecimiento de la violencia política hacia los líderes sociales y la oposición política" que los ha alcanzado especialmente. En la madrugada del viernes 11 de octubre, la sede del FARC en Bogotá fue víctima de un atentado con disparos y bombas incendiarias, algo que también le ocurrió al Partido Comunista colombiano y Unión Patriótica, también de izquierda.
"Es una muestra de las dificultades que tenemos para hacer el ejercicio de la política en la legalidad. Hay un incumplimiento de la reincorporación política de nuestra militancia y no existen garantías para el ejercicio de la política en Colombia", explicó el dirigente.

El anuncio de rearme de una facción de exguerrilleros, entre ellos Iván Márquez y Jesús Santrich, también perjudicó al partido FARC. Para Aponte, la noticia "ayuda a profundizar la estigmatización y estereotipo, no solo del partido FARC sino de las fuerzas de izquierda".
Juicio contra Uribe: una puerta contra la impunidad

Aponte valoró también que el proceso judicial contra el expresidente colombiano Álvaro Uribe, imputado por presuntos delitos de soborno y fraude procesal, puede ser "una noticia alentadora porque implica que puede abrirse una pequeña puerta de no impunidad".

En ese sentido, celebró que la Justicia pueda convocar a "uno de los mayores criminales del país, que en este caso no está siendo acusado por tantos crímenes que ha cometido sino por soborno y manipulación de testigos".

"Es una puerta de esperanza para seguir construyendo una sociedad que abandone la impunidad, que repare los hechos cometidos durante la guerra y que las víctimas del terrorismo de Estado se puedan ver resarcidas y satisfechos sus derechos", complementó.




No hay comentarios:

Publicar un comentario