El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha logrado ganar en Siria sin una guerra, escribe el periódico alemán Die Welt. Un politólogo militar explicó a Sputnik que en qué consiste y qué significa esta victoria.
Putin ha logrado en Siria lo que solo soñaron sabios jefes militares a lo largo de la historia: una victoria sin guerra, escribió Michael Stürmer en Die Welt.
El 13 de octubre el secretario de Defensa de EEUU, Mark Esper, informó que el país retiraría a casi 1.000 soldados del norte de Siria y los transportaría al este de Irak. De esta manera "nada ni nadie —ni China, ni Estados Unidos, ni siquiera la OTAN— impedirá que Putin juegue el gran juego del poder en la región y la creación de la zona de seguridad euroasiática", indicó el periodista. La situación ha cambiado radicalmente, porque al principio de la década de 1990 Rusia parecía haber perdido este juego para siempre.
En su opinión, la OTAN ha "visto días mejores" y los líderes de la organización deben darse cuenta de la gravedad de la situación y actuar en consecuencia.
El reconocimiento de la victoria de Rusia equivale al reconocimiento de la derrota de la política de Estados Unidos en Oriente Medio, explicó a Sputnik Oleg Glazunov, experto de la Asociación de Politólogos Militares.
"La política del presidente de EEUU en Oriente Medio es un elefante en una cacharrería", ironizó, agregando que "se las arregló para enemistarse con todo el mundo, incluso con sus aliados".
Por lo tanto, la autoridad de Estados Unidos en Oriente Medio ha disminuido significativamente, afirmó. Rusia, por su parte, ha demostrado su fuerza y capacidad para resolver problemas globales.
El mundo entero evalúa positivamente las acciones de Rusia no solo en Siria, sino también en Oriente Medio en su conjunto", declaró.
Rusia ha demostrado que es capaz de resolver problemas mundiales, incluidos los relacionados con la lucha contra el terrorismo.
Además es capaz de defender sus intereses en Oriente Medio y no está abandonando a sus amigos. Glazunov puso el ejemplo de Bashar Asad, que permaneció en el poder, a pesar de que Estados Unidos y sus aliados en el bloque de la OTAN insistieron en que se marchara.
"La autoridad de Rusia en Oriente Medio ha crecido enormemente, y no solo allí, sino en todo el mundo", concluyó Glazunov.
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