El comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el teniente general Qasem Soleimani. (Foto: Tasnim)
Conozca más al teniente general Qasem Soleimani, querido por los amantes de la libertad y la justicia, que cayó mártir en un ataque perpetrado por EE.UU.
El comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el teniente general Qasem Soleimani, se ha convertido en el señor de los corazones debido a su personalidad rebosante de virtudes, su devoción, su empatía con los oprimidos del mundo e intensa sed de justicia, así como su estado de ánimo esperanzador.
Soleimani nació el 11 de marzo de 1957 en la ciudad de Rabor, en la provincia de Kerman (sureste de Irán), en el seno de una familia humilde y al final de su vida se convirtió en el mártir musulmán más conocido del mundo.
En 1979, tras la victoria de la Revolución Islámica de Irán, ingresó al CGRI. A principios de la Defensa Sagrada, estuvo a cargo del comando de algunas unidades iraníes y en 1983 se convirtió en el comandante de la 41.ª división Zaralá, cuyas fuerzas desempeñaron un rol clave en dicho conflicto.
Durante toda la Defensa Sagrada, el teniente general Soleimani participó, como comandante, en muchas operaciones importantes como Valfajr-8, Karbala-4 y Karbala-5, entre otras.
Posteriormente, ya en la época de posguerra, jugó un destacado papel en la lucha contra el contrabando en las fronteras orientales de la República Islámica.
En 1998, fue designado por el Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, como el comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica.
Entre los aspectos más destacados de la gestión del teniente general Soleimani se encuentra el fortalecimiento del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) y los grupos palestinos, en particular en la guerra de 33 días entre Israel y El Líbano en 2006 —de la que salió victorioso Hezbolá— y la victoria de los palestinos en la agresión israelí contra la asediada Franja de Gaza entre el 27 de diciembre de 2008 y el 18 de enero de 2009.
De hecho, el teniente general Soleimani pudo seguir con eficacia la estrategia de la República Islámica de ayudar a los grupos palestinos en su lucha contra el régimen sionista de Israel.
Con el inicio de las crisis en Siria e Irak y tras la petición formal de Bagdad y Damasco a Irán para recibir ayudas en la lucha antiterrorista, el teniente general Soleimani tuvo una nueva misión: contrarrestar la amenaza terrorista de las agrupaciones takfiríes como Daesh y el Frente Al-Nusra (autoproclamado Frente Fath Al-Sham) en estos países árabes.
También jugó un papel destacado en organizar las Unidades de Movilización Popular (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe) —que forman parte de las Fuerzas Armadas de Irak— y la Fuerza de Defensa Nacional, unidad formada en 2012 y organizada por encargo del presidente sirio, Bashar al-Asad, como un componente voluntario de reserva a tiempo parcial del Ejército sirio. Ambos luchan contra los grupos terroristas.
De hecho, él y sus fuerzas, que fueron a los dos países a pedido oficial de los Gobiernos sirio e iraquí, impidieron la caída de Damasco y Bagdad. Asimismo, desempeñó un papel importante para que el Estado de Rusia, presidido por Vladimir Putin, se uniese a la lucha contra el terrorismo en Siria.
Quizás uno de los principales objetivos de los enemigos para el derrocamiento de Damasco, es separar a Irán y Hezbolá, pero con la derrota de Daesh con el apoyo de la Fuerza Quds en Siria e Irak, se fortaleció el Eje de la Resistencia entre Irán, Irak, Siria, El Líbano y Palestina.
Sin lugar a dudas, eso fue contrario a los deseos de Estados Unidos e Israel; sin embargo, bajo el mando del comandante Soleimani en el campo de batalla y con la formación de movilizaciones populares en Siria e Irak, este fortalecimiento se ha convertido en realidad.
El papel sin precedentes del teniente general Soleimani en la región de Asia Occidental y la confrontación con los enemigos, le valieron el título de “comandante fantasma”, “la persona más poderosa en Asia Occidental” y “la pesadilla de Israel” por parte de Washington y el régimen de Tel Aviv.
Por la presencia efectiva de este comandante iraní en el escenario de la lucha contra Daesh y la derrota de esta conspiración sionista en la región, el ayatolá Jamenei le otorgó en marzo de 2019 al teniente general Soleimani la condecoración de Zulfaqar, la más alta orden militar de Irán. Fue el primer militar iraní que ha recibido dicha orden después de la Revolución Islámica.
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