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Durante su discurso en el Congreso de Estados Unidos, Joe Biden aseveró que su país sigue siendo un líder a nivel global. Sin embargo, el académico mexicano Amando Basurto Salazar señala que esta imagen se limita al mundo occidental.
"Lo hicimos. Juntos hicimos lo que Estados Unidos hace mejor: lideramos", dijo el presidente Biden durante su discurso de este 7 de febrero ante el Congreso de Estados Unidos al referirse al papel que Washington ha jugado en el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Esta premisa del mandatario estadounidense podría considerarse cierta al referirnos únicamente al mundo occidental, en donde, de acuerdo con Basurto Salazar, Estados Unidos sigue siendo una potencia económica, política y militar. Sin embargo, el panorama cambia si nos referimos hacia otros hemisferios.
Y es que de acuerdo con el académico e investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), actualmente, a nivel global, Estados Unidos y China están prácticamente a la par como potencias económicas. Sin embargo, Washington sigue siendo punta de lanza en cuanto al tema militar.
"Ellos siguen siendo líderes, tienen una voz importante en el caso de la movilización internacional en contra de China, igual a favor de Ucrania y en contra de Rusia, siguen teniendo mucho poder internacional económico, político y militar que hoy se ve desafiado", dijo el experto en entrevista con Sputnik.
Al respecto, Ana Vanessa Cárdenas Zanatta, experta en política internacional, indicó que en su intervención ante el Congreso, Biden apeló a lo simbólico y al discurso que todo estadounidense quiere escuchar: que EEUU sigue siendo el líder mundial indiscutible. Sin embargo, dijo, la realidad es que Estados Unidos "ha perdido mucho poder".
"Más qué ser un líder internacional están preocupados por mantener su potencia global", sentenció la experta. "Desde hace años, Estados Unidos ha perdido poder, sobre todo en América Latina, países que se han acercado económicamente más a China", agregó.
De acuerdo con la también académica, hoy por hoy, las tensiones entre Estados Unidos y China son en el terreno tecnológico, en lo comercial y la carrera espacial, algo que Pekín ha venido priorizando desde años atrás.
Aunque Biden habló de los temas globales de coyuntura como su competencia con China y el conflicto en Europa del Este, lo cierto es que la mayor parte de los 73 minutos que dedicó a hablar frente al Congreso los enfocó en temas internos.
Legalización del aborto, inflación, deuda, programas sociales y el escabroso tema de la regulación de armas fueron algunos de los tópicos que el presidente de EEUU tocó y los cuales causaron una serie de duros reclamos por parte de los republicanos.
"Le dio poco espacio a la agenda global porque tiene un problema grave que es que los demócratas perdieron la mayoría de la Cámara de Representantes y decidió poner más énfasis en su agenda nacional", señaló Basurto Salazar. "Lo que indica su discurso es que hay una preocupación electoral y no solamente electoral de que hay que resolver primero los problemas de casa antes que los de afuera", agregó.
Durante el discurso de Biden, se pudo ver a Marjorie Taylor Greene en cámara gritándole al jefe de la Casa Blanca varias veces. Aunque el mandatario intentó continuar con su discurso, el alboroto fue demasiado poderoso. Abordó las críticas de frente, enfatizando que solo se refería a algunos republicanos a pesar de las burlas.
"Supongo que todos estamos de acuerdo, [los recortes a] la Seguridad Social y el Seguro Médico están fuera de la mesa", dijo finalmente Biden.
Es cierto que algunos republicanos han pedido que se suspendan los fondos obligatorios del Seguro Social y Seguro Médico, pero ninguno ha pedido la eliminación completa de los programas. La mayoría de los republicanos, incluido el líder de la Cámara Kevin McCarthy, se han distanciado de ese plan, y McCarthy dijo que los recortes a ambos programas están "fuera de la mesa".
De acuerdo con Cárdenas Zanatta, este tipo de actitudes por parte de los republicanos son poco comunes, lo que indica que hay muy poca disposición por parte del partido contrario a Biden para llegar a acuerdos, sobre todo en temas de apoyos sociales, los cuales de concretarse darían mayor popularidad a Biden y al bando demócrata rumbo al próximo proceso electoral en EEUU.
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