Estados Unidos e Israel han sido culpados por una serie de ataques contra Irán y Siria a fines de enero, lo que provocó tensiones en el Medio Oriente.
La escalada comenzó a última hora del 28 de enero con un ataque con aviones no tripulados que tuvo como objetivo un complejo industrial militar en la ciudad central iraní de Isfahan. El Ministerio de Defensa iraní dijo que el complejo fue atacado con “pequeños drones”, pero sus defensas aéreas repelieron con éxito el ataque. Uno de los drones fue derribado por el fuego de defensa aérea del complejo, mientras que los otros dos quedaron atrapados en sus trampas defensivas y explotaron.
El ministerio dijo que el ataque no causó ninguna pérdida de vidas y solo provocó daños menores en el techo de un taller. El complejo, agregó, continúa con sus operaciones ordinarias luego del ataque.
En el ataque se utilizaron drones cuadricópteros suicidas. Según los informes, los drones fueron lanzados desde el territorio de Irán.
El 29 de enero, Al-Arabiya TV, de propiedad saudí, informó que Estados Unidos y “otro país” estaban detrás del ataque al complejo industrial militar de Isfahan. Citando fuentes estadounidenses, el canal de noticias dijo que el ataque, que tuvo lugar a última hora del 28 de enero, tuvo como objetivo un depósito de misiles balísticos.
Las fuentes de Al-Arabiya dijeron que el ataque estaba destinado a “demostrar a Irán y Rusia” la disposición de Estados Unidos para combatir la construcción de plantas “en la producción y exportación de armas [balísticas]”. Las fuentes probablemente se referían a un supuesto plan iraní para suministrar a Rusia misiles balísticos para su uso en la operación militar contra el régimen de Kiev.
Los funcionarios estadounidenses se apresuraron a negar los informes de Al-Arabiya, que revelaron información creíble sobre las actividades militares estadounidenses en el pasado.
Fuentes de noticias iraníes afiliadas al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC) culparon a Israel por el ataque con aviones no tripulados en el complejo de Isfahan. Algunos observadores especularon que Israel era el “otro país” al que se refería Al-Arabiya.
Las tensiones alcanzaron un nuevo pico cuando tres oleadas de ataques atacaron el lado sirio del cruce fronterizo de al-Qa'im con Irak entre el 29 y el 30 de enero.
Los ataques, que extraoficialmente se atribuyeron a Israel, tuvieron como objetivo un convoy que transportaba bienes y ayuda humanitaria a Siria cerca de la ciudad de al-Bukamal, donde las fuerzas respaldadas por Irán mantienen una gran presencia. Como de costumbre, fuentes de noticias hebreas y árabes dijeron que el convoy transportaba armas iraníes, con el destino final de Hezbolá en el Líbano.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos con sede en Londres, un monitor de guerra a favor de la oposición con veracidad cuestionable y financiación poco clara, 11 personas murieron en los ataques.
Los recientes ataques a Irán y Siria podrían desembocar en un nuevo enfrentamiento militar en Oriente Medio. Es probable que el IRGC y sus afiliados intenten responder atacando a EE. UU., Israel o ambos, como lo han hecho en muchas ocasiones en los últimos años.
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