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domingo, 12 de marzo de 2023

'Político': la alianza entre EEUU y Ucrania se está resquebrajando


La influyente publicación estadounidense asegura que existen "crecientes diferencias" entre el Gobierno de Joe Biden y el régimen de Volodímir Zelenski. El atentado contra los gasoductos Nord Stream y la arrogancia del presidente ucraniano, entre las razones mencionadas como los motivos de la discordia.

El artículo, que según los autores surge a partir de conversaciones con diez personas cercanas a la administración Biden, desde funcionarios de la Casa Blanca y congresistas, así como también expertos, asegura que la última semana fue difícil para las relaciones entre EEUU y Ucrania, lo que ha revelado una "armonía imperfecta" que lentamente se está resquebrajando.

Los periodistas señalan que si bien el presidente Bien ha prometido ayudar a Kiev "durante el tiempo que sea necesario", viajando incluso a la capital ucraniana el 20 de febrero para mostrarse con Zelenski ante las cámaras, hay notorios "puntos de tensión" y "fracturas" entre los aliados y hasta advertencias de los propios demócratas sobre el posible fin de las ayudas para sus incursiones bélicas. "EEUU ha sido claro con Kiev en que no puede financiar a Ucrania indefinidamente a este nivel", afirman.

Uno de los motivos aludidos en la nota que explican el distanciamiento entre los dos gobiernos es el sabotaje de los gasoductos Nord Stream, cuya responsabilidad Estados Unidos adjudica, según publicó recientemente el New York Times citando fuentes de inteligencia, a un grupo pro Ucraniano.

El artículo de Político sugiere además que Washington sospecha que propio el régimen de Zelenski podría estar detrás del atentado. "La administración de Biden le ha señalado a Kiev, al igual que lo hizo cuando un coche bomba en Moscú mató a la hija de un periodista ruso el año pasado, que ciertos actos de violencia fuera de las fronteras de Ucrania no serán tolerados", sostienen.


Otras de las razones que provocaron distanciamiento entre los dos países, según los autores, es la frustración de la Casa Blanca con las exigencias "constantes" de Kiev con respecto al suministro de armas, y hasta la propia arrogancia del mandatario ucraniano.

"Estados Unidos ha enviado la mayor cantidad de armas y equipos al frente, pero Kiev siempre está mirando hacia el próximo conjunto de suministros", señalan los autores, que citan a dos funcionarios de la Casa Blanca que afirman que Zelenski "no muestra la gratitud apropiada".

En ese sentido, el artículo recuerda que el presidente de la Cámara de Representantes de EEUU, Kevin McCarthy, dijo que su país no ofrecería un "cheque en blanco" a Ucrania.

La respuesta del excomediante y actual líder ucraniano fue invitar al republicano a viajar a Kiev para ver lo que estaba sucediendo, lo que, según Kurt Volker, enviado presidencial especial para Ucrania durante la administración Trump, dio la impresión de que Zelenski quería "educar" a McCarthy en lugar de ser un ofrecimiento de trabajar en conjunto.

Otro punto en contención es hasta qué grado Estados Unidos debe seguir armando a Ucrania, y la nota revela que hay una división sobre este tema entre los propios miembros del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.

De acuerdo a los analistas, la Administración Biden aún no ha proporcionado misiles de largo alcance ATACMS porque hay pocos de sobra en el propio arsenal de Estados Unidos. Pero también, afirman, porque existe el temor en el gobierno estadounidense de que Ucrania pueda atacar objetivos rusos, lo que podría hacer escalar el conflicto.

Dudas sobre las capacidad ucranianas
Otra de las diferencias entre Washington y Kiev, según el artículo, es la obstinación ucraniana por la ciudad de Artiómovsk, especialmente dado que Zelenski sigue sacrificando vidas humanas y enviando recursos armamentísticos pese a la inminente —según todos los expertos— victoria rusa.

"Ucrania se ha atrincherado, negándose a abandonar la ciudad (...) incluso a un costo tremendo", observa el artículo, que cita una reciente declaración pública del secretario de Defensa norteamericano, Lloyd Austin, diciendo que la ciudad tenía más "un valor simbólico que un valor estratégico y operativo", para ilustrar la irritación del país con la estrategia de Kiev.


Otro punto de conflicto entre los dos países mencionados en la nota es la insistencia de Zelenski de que solo habrá negociaciones para reestablecer la paz cuando Ucrania vuelva a tener el control de Crimea, lo que el propio gobierno de Estados Unidos cree que no es factible.

"El Pentágono siempre ha expresado dudas sobre si las fuerzas de Ucrania, a pesar de estar armadas con armas occidentales sofisticadas, podrían desalojar a Rusia de Crimea", sostiene el artículo, quien señala que el propio secretario de Estado, Antony Blinken, le ha señalado a Kiev que intenta atacar la península sería una línea roja para el Kremlin.

"Por ahora, Biden sigue apegado a su estribillo de que Estados Unidos dejará todas las decisiones sobre la guerra y la paz en manos de Zelenski. Pero ya han comenzado los rumores en todo Washington sobre cuán sostenible será eso (...) mientras se avecina otra elección presidencial", concluye la nota.

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