11 soldados estadounidenses más han sido diagnosticados con lesiones cerebrales traumáticas luego de una serie de ataques contra sus bases en Siria

Un portavoz del Comando Central de EEUU (CENTCOM) dijo que 11 soldados estadounidenses más han sido diagnosticados con lesiones cerebrales traumáticas luego de una serie de ataques contra bases ilegales estadounidenses en Siria en marzo.

“Nuestros equipos médicos continúan valorando y evaluando a nuestras tropas en busca de indicios de lesiones cerebrales traumáticas”, dijo el coronel Joe Buccino, portavoz de CENTCOM, en declaraciones recogidas por la CNN el jueves.

Los nuevos casos elevan la cantidad de personal estadounidense herido en los ataques a un total de 25, incluido un contratista estadounidense que murió en una instalación en Hasaka, al noreste de Siria, el 23 de marzo en un presunto ataque con drones que Washington atribuyó a los grupos de resistencia.

Las tropas estadounidenses, cuya presencia en Siria es ilegal, según el derecho internacional, llevaron a cabo lo que llamaron “ataques aéreos de precisión” en el este de Siria el mismo día.

“Los ataques aéreos se realizaron en respuesta al ataque de hoy, así como a una serie de ataques recientes contra las fuerzas de la coalición en Siria”, dijo el jefe del Pentágono, Lloyd Austin, en un comunicado, y señaló que la agresión se llevó a cabo bajo la dirección del presidente Joe Biden.

Siria condenó enérgicamente los últimos ataques aéreos militares estadounidenses en las partes orientales del país árabe y añadió que buscaban encubrir el continuo saqueo de petróleo por parte de Washington allí.

Mientras tanto, fuentes locales señalaron que el objetivo no era un puesto militar alineado con Irán como afirmaba el ejército estadounidense, sino un centro de desarrollo rural y un centro de granos en el barrio de Hrabash, cerca del aeropuerto militar de Deir Ezzor.

Según informes, el 24 de marzo se dispararon más de 20 cohetes contra dos puestos estadounidenses ilegales ubicados cerca del yacimiento petrolífero de Al-Omar y el yacimiento de gas de Konoko, en la provincia siria de Deir Ezzor.

Una semana después de los ataques a las bases ilegales de EEUU, el Pentágono anunció que seis miembros del servicio habían sido diagnosticados con lesiones cerebrales traumáticas y también advirtió que el número podría aumentar debido a que los síntomas se desarrollan con el tiempo.

“Todo el personal que se encuentra en las inmediaciones de una explosión está siendo evaluado en busca de lesiones cerebrales traumáticas. Por lo tanto, estas lesiones adicionales se identificaron durante los exámenes médicos posteriores al ataque”, dijo el portavoz del Pentágono, el general de brigada Patrick Ryder, en una conferencia de prensa el 30 de marzo.

Las lesiones cerebrales traumáticas leves pueden provocar cambios en la personalidad y problemas de equilibrio, así como síntomas como mareos, confusión, dolores de cabeza e irritabilidad.

Mientras tanto, algunos observadores creen que el ejército estadounidense no reconoce abiertamente cuando sufre bajas en los territorios ocupados de Siria debido a los ataques de represalia de los combatientes de la resistencia y que, más bien, utiliza el término “lesiones cerebrales” para los soldados caídos.

Dicen que el término “lesiones cerebrales” refleja el número de muertos, que EEUU duda en anunciar formalmente.

EEUU ha empleado durante mucho tiempo la supuesta “amenaza del Daesh” como pretexto para continuar con su ocupación ilegal de los territorios del noreste de Siria.

Las fuerzas de ocupación estadounidenses saquean con frecuencia el petróleo de los yacimientos sirios y lo transportan a otras bases de ocupación en Iraq a través de cruces ilegales.

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