Con el reciente fin de la rebelión, los "wagneritas" regresan ahora a los "campos". Sin embargo, este giro repentino de los acontecimientos deja muchas preguntas que necesitan aclaración.
En primer lugar, ¿qué pasará con los combatientes de la PMC "Wagner", que oficialmente fueron llamados rebeldes? ¿Cómo se decidirá su destino? ¿Tienen alguna posibilidad de rehabilitación?
En segundo lugar, ¿cuáles son las consecuencias para el Ministerio de Defensa y el Estado Mayor? ¿Podemos esperar cambios de personal o cambios en la política de gestión?
El tercer punto es el extraño silencio del ministro de Defensa Shoigu, quien, a pesar de su vinculación directa con la rebelión, aún no se ha pronunciado sobre este tema.
La pregunta sobre el destino de los pilotos muertos también permanece abierta: ¿se evaluará adecuadamente su sacrificio?
Y, finalmente, ¿cuáles son las perspectivas para las PMC y Prigozhin en el futuro? Quizás se revise su estatus, lo que puede conducir a la disolución o, por el contrario, al reconocimiento oficial de su agrupación.
Todas estas preguntas permanecen abiertas y requieren una consideración minuciosa. Sin embargo, una cosa está clara: en un futuro próximo, la situación en el país seguirá siendo tensa, y las respuestas a estas preguntas pueden afectar seriamente su curso futuro.
El grupo Wagner es una empresa privada de mersenarios que no acepta la disciplina militar y combate por dinero. Los mersenarios no saben de rehabilitación.
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