Litio, la nueva arma estratégica de Irán

Abdel Bari Atwan

Benyamin Netanyahu, y el estado de ocupación que dirige, viven en un estado crónico de “paranoia” que perturba su sueño y priva a todos sus colonos del sueño y la relajación. Se llama “Irán”.

Aquí no estamos hablando del gran progreso logrado por la industria misilística iraní con su producción de los misiles balísticos supersónicos “Al Fattah” y “Khyber”, ni del programa nuclear que lo convirtió en un estado en el umbral nuclear, que puede fabricar ojivas nucleares en unas pocas semanas, si así lo decidiera, según estimaciones israelíes. Más bien, se trata del descubrimiento de una nueva arma estratégica llamada “litio”, que puede convertir a Irán en la potencia económica y financiera más importante de la región de Oriente Medio, fortaleciendo así sus relaciones con las superpotencias, especialmente China y Rusia.

Si los programas nuclear y de misiles preocupan al estado ocupante y al mundo occidental que lo apoya, entonces el anuncio del descubrimiento de un enorme campo de mineral de litio puede cambiar aún más la situación. Este contiene 8,6 millones de toneladas y se considera el segundo campo más grande del mundo después del de Chile, sin excluir otros descubrimientos en el futuro. Se encuentra en la región occidental de Hamedan y representa el 10 por ciento de las reservas mundiales. Este descubrimiento convertirá a Irán en un interlocutor principal de las industrias mundiales más populares e importantes en el futuro, porque este material de litio se utiliza en la fabricación de automóviles eléctricos y sus baterías, computadoras, teléfonos móviles, paneles solares que generan energía y otros.

Explicamos más y decimos que si la Unión Europea y otras regiones del mundo evitan la producción y el uso de automóviles con motores de gasolina a partir de 2035 y cambian a automóviles eléctricos y energía limpia, entonces esto significa que todos en el oeste, este, norte y sur intentarán ganarse la simpatía y satisfacción de Irán, con el fin de obtener este material básico que es indispensable para estas industrias, y no descartamos que Irán establezca en un futuro previsible una organización de países productores de litio bajo su liderazgo, similar a la OPEP, para mantener los precios, controlar la producción y preservar y proteger los intereses comunes de los estados miembros. Debemos recordar el aumento constante de los precios de esta sustancia en los últimos meses con el aumento de la demanda mundial de automóviles eléctricos, teléfonos móviles y otros dispositivos tecnológicos.

Este gran descubrimiento de litio, sus minas y sus enormes reservas en Irán, además de su producción de petróleo, que se acerca a los 3 millones de barriles diarios, y su posición como “tercero” en el mundo como productor de gas, con unos 256.700 millones de metros cúbicos, hará que Irán sea uno de los países más ricos, si no el más rico, de Oriente Medio y el mundo en las próximas décadas y también uno de los más influyentes.

EEUU, que ponía y sigue poniendo a Irán a la cabeza de la lista de enemigos, ha comenzado a retroceder rápidamente y busca cambiar sus políticas y corregir sus errores lo antes posible preparando las condiciones para la abolición de las sanciones.

No exageramos si decimos que el acuerdo nuclear iraní ya no es una prioridad para EEUU tras el gran desarrollo de las industrias militares iraníes, especialmente en el campo de los misiles hipersónicos y los drones, que han demostrado sus altas capacidades en la guerra de Ucrania. Irán se está convirtiendo en una superpotencia regional política, económica y militar, y el descubrimiento del campo de litio fortalecerá su posición a nivel mundial y sus relaciones con el nuevo eje chino-ruso y con el bloque alternativo BRICS.

Lo que distingue a la nueva arma económica de Irán, es decir, el litio, es que ahora está protegida por capacidades nucleares y de misiles que están altamente desarrolladas y son superiores en el mundo. El litio, cuyo descubrimiento Irán anunció oficialmente, podría conducir a un cambio en el equilibrio de poder regional y otorgar a Teherán una posición geopolítica y económica sin precedentes.

Lamentablemente, los árabes no han sabido utilizar el arma del petróleo ni emplearla al servicio de sus justas causas, debido a la debilidad de sus líderes y su dependencia de la hegemonía estadounidense. Por el contrario, el liderazgo iraní logró sembrar el temor en “Israel” y subyugar a EEUU, derrotando sus sanciones, desarrollando una autosuficiencia, promoviendo sus programas nuclear y de misiles, preservando su integridad territorial, liderando el eje de resistencia y restaurando sus relaciones con la mayoría de sus vecinos árabes.

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