Un responsable iraní censura la represión de las protestas en Francia y pide a París atender sus propios asuntos antes de dar lecciones de derechos humanos a otros.
El secretario general de la Oficina de Derechos Humanos del Poder Judicial de Irán, Kazem Qaribabadi, dijo el viernes, vía Twitter, que el mundo ve con preocupación “el uso desproporcionado de la fuerza contra los manifestantes, los arrestos arbitrarios y la restricción del uso de las redes sociales en Francia”.
Sus comentarios se produjeron mientras Francia, por cuarta noche consecutiva, fue escenario de protestas generalizadas por la muerte de un adolescente de origen argelino a manos de un policía galo durante un control de tránsito el martes en las afueras de la capital, París.
El Gobierno galo desplegó unos 45.000 agentes en todo el país para dispersar las protestas. Sin embargo, ni las advertencias de la policía, y las autoridades, ni el arresto de más de 994 personas, la mayoría menores de edad, han podido calmar la furia de los franceses.
El presidente galo, Emmanuel Macron, criticada por apoyar la respuesta represiva de la policía a las recientes protestas contra la polémica reforma de pensiones, acusó el viernes a los manifestantes de “instrumentalizar la muerte de un adolescente”.
Qaribabadi denunció el doble rasero que muestra Macron cuando se pronuncia sobre las protestas en curso en Francia y los disturbios callejeros, apoyados desde el exterior, acaecidos en los últimos meses en Irán. El mandatario galo fue entre los primeros líderes occidentales que respaldaron abiertamente a los desmanes en el país persa, e incitaron al desorden social en nombre de “libertad de expresión y reunión”.
“La brutal respuesta a las protestas (en Francia) plantea interrogantes sobre su compromiso con los derechos humanos; Es importante que los países den prioridad a sus propios problemas internos antes de dar lecciones a otros sobre los derechos humanos”, subrayó el político iraní.
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