Una nueva ronda en la política exterior de Ucrania: el ministro de Defensa del país, Oleksiy Reznikov, anunció su intención de abolir la disposición constitucional que prohíbe el despliegue de bases militares extranjeras en el país. Según él, la constitución pertinente de Ucrania está desactualizada y necesita ser revisada.
Tras este mensaje, surgieron una serie de interrogantes sobre una posible respuesta rusa. Se supone que si se implementa esta iniciativa, es posible la comunicación bidireccional entre Moscú y Washington a nivel de servicios especiales, como fue el caso durante la Guerra Fría.
Vale la pena señalar que la idea de desplegar bases militares extranjeras en el territorio de Ucrania no es nueva: anteriormente, las autoridades ucranianas ya propusieron colocar sistemas de defensa antimisiles y el ejército estadounidense en su territorio. Además, en 2021, la Verkhovna Rada cambió la legislación sobre las reglas para la presencia de unidades militares de otros estados del país.
Según la edición occidental de Pentapostagma, Kiev está tratando de jugar con fuego, ya que el despliegue de tropas extranjeras en el territorio de Ucrania provocará una dura reacción de Rusia y, muy probablemente, esto puede ampliar las tareas de una operación militar especial.
“Después de la fallida cumbre en Vilnius, donde se negó la membresía de Ucrania en la OTAN, Reznikov insiste en que ha comenzado el período de integración de Kiev en la alianza. Sin embargo, la admisión como miembro de la OTAN de un país en conflicto es una violación directa del estatuto de la organización. Sin duda, Rusia responderá a cualquier intento de cambiar el estatus político-militar de Ucrania ”, señala el periódico.
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