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sábado, 27 de abril de 2024

Continúa la campaña por Gaza de los estudiantes universitarios estadounidenses a pesar de la represión

Ante el alto porcentaje de simpatizantes de la causa palestina entre los jóvenes estadounidenses – en comparación con las generaciones anteriores – que, según algunas encuestas, es nada menos que el 60%, el incidente del arresto de más de 100 estudiantes de la Universidad de Columbia en Nueva York y de más de 10 en la Universidad de Texas supusieron las primeras redadas realizadas por la policía estadounidense dentro de un campus universitario desde las protestas contra la guerra de Vietnam a finales de los años sesenta del siglo pasado.

El presidente estadounidense, Joe Biden, condenó el movimiento de activistas que apoyan la causa palestina y han estado denunciando el genocidio de “Israel” en Gaza dentro de las universidades del país, acusándolos de cometer actos “antisemitas” y advirtiendo de lo que llamó “el inquietante aumento de la violencia antisemita en nuestras universidades, nuestras comunidades y en Internet”, intentando así establecer un paralelismo entre la denuncia de los crímenes de “Israel” en Palestina y el “antisemitismo”, como hacen habitualmente los criminales israelíes y sus seguidores.

Las nuevas declaraciones de la rectora de la Universidad de Columbia, Nemat Shafik, vinieron a crear más controversia. La rectora de la universidad al igual que sus colegas de las universidades de Harvard, Pensilvania y el Instituto Tecnológico de Massachusetts fueron sometidos a una campaña similar de presiones. Se instó a Shafiq a que dimitiera y fue citada a un interrogatorio ante una sesión del Comité de Educación del Congreso, hace aproximadamente una semana, para responder a las acusaciones de que la administración de su universidad estaba ignorando la creciente ola de “antisemitismo” y “odio a los judíos”.

En este contexto, hizo declaraciones posteriores que parecieron más bien “recitar un acto de remordimiento” y salió a condenar lo que llamó “lenguaje antisemita”, anunciando la activación de la educación a distancia. y el cierre de las puertas del campus a cualquiera que no tenga una tarjeta universitaria, ubicando estas medidas en el contexto de reducir las tensiones entre estudiantes, que son causadas por “individuos que no están afiliados a la Universidad de Columbia y que han venido a buscar sus propios objetivos”, afirmó.

Estas posiciones expresadas por Shafiq, y las escenas opresivas que las acompañaron en la Universidad de Columbia, generaron reacciones generalizadas de condena en los últimos días entre los estudiantes universitarios y otras instituciones académicas estadounidenses, como Yale y Nueva York, donde se establecieron campamentos de solidaridad similares en el campus de las dos prestigiosas universidades para exigir el fin de cualquier inversión en empresas de defensa que traten con “Israel”.

Pero los participantes en esos campos corrieron la misma suerte de arrestos a manos de la policía, y sufrieron la connivencia de las administraciones de las universidades de Yale y Nueva York con las autoridades para silenciarlos e insinuar la posibilidad de imponerles sanciones “punitivas” y “disciplinarias”, incluida la obligación de suspender sus estudios. Vale la pena señalar que la policía justificó el arresto de estudiantes y profesores de la Universidad de Nueva York acusándolos de gritar “cánticos intimidantes (contra los judíos) y varios incidentes antisemitas”, incluido el lema “Del río al mar, Palestina será libre”.

En cuanto a la Universidad de Harvard, llegó incluso a “castigar” el movimiento universitario de solidaridad con Palestina, hasta el punto de anunciar la suspensión de los trabajos del Comité de Solidaridad con Palestina, además de impedir el movimiento de entrada hacia y desde los terrenos universitarios y pedir a sus estudiantes que se adhieran a “las políticas y directrices seguidas” en cuanto a la organización de eventos de solidaridad con Gaza, incluidos las relacionadas con la libertad de expresión y el permiso de acceso a los espacios del campus.

Byul Yeon, estudiante de Derecho en la Universidad de Nueva York, expresó su desaprobación por las nuevas medidas tanto de la administración de su universidad como de las autoridades de seguridad, considerándolas una “campaña atroz” contra los estudiantes y su libertad. A su vez, el Comité de Solidaridad con Palestina de la Universidad de Harvard protestó por la decisión de prohibirlo en la citada universidad, y consideró, en un comunicado, que la prestigiosa institución educativa “nos ha demostrado una y otra vez que Palestina sigue siendo la excepción a la libertad de expresión”.

En cuanto a la posición más entusiasta, fue adoptada por la rama nacional de la organización “Estudiantes por la Justicia en Palestina”, cuando llamó a todas las universidades a seguir los pasos de la Universidad de Columbia y presionar a sus administraciones para que retiren sus inversiones de “Israel”. La estudiante y activista de derechos humanos, Carrie Zaremba, afirmó que la simpatía que los estudiantes de la Universidad de Columbia reciben de sus colegas de otras universidades del país, incluidas la Universidad Estatal de Ohio y la Universidad de Miami, además de las universidades de Northwestern, Princeton y Brown, es “absolutamente sin precedentes”.

Al respecto, el New York Times dijo: “Menos de una semana después del arresto de más de 100 manifestantes en la Universidad de Columbia, los administradores más influyentes de algunas universidades estadounidenses no encuentran medios para calmar la situación dentro de sus universidades que fueron desgarradas por el conflicto en Gaza”. El periódico estadounidense consideró que las manifestaciones de solidaridad con el pueblo palestino, y el tenso escenario que las acompaña entre partidarios y opositores de “Israel” continuarán, de una forma u otra, en algunas universidades hasta el final del año académico”. Indicó que los estudiantes y activistas que apoyan al pueblo palestino han organizado eventos de protesta “con diversa intensidad” dentro de las universidades desde los hechos del 7 de octubre. “Sin embargo, esta ronda particular de disturbios universitarios, que actualmente está en marcha, ha comenzado a ganar gran fuerza desde el miércoles pasado”.

Por su parte, el diario Washington Post indicó que lo que sucede en los patios de las universidades estadounidenses indica “el enfoque punitivo más amplio que la administración (del presidente Joe Biden) está adoptando cada vez más” y “el efecto aterrador resultante del método de difamación y arrestos que… se está utilizando contra activistas pro palestinos”. El periódico estadounidense consideró que las recientes protestas estudiantiles “son una indicación de las crecientes tensiones en todo el país, ya que miles de estudiantes de universidades, públicas o privadas, grandes y pequeñas, están protestando contra la guerra israelí en Gaza de maneras que amenazan con poner patas arriba el estilo de vida existente en las universidades”. Sin embargo, la Casa Blanca sigue intentando reprimir a los estudiantes en solidaridad con Gaza y acallar sus voces de forma brutal y violatoria de las libertades.


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