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viernes, 5 de julio de 2024

Los medios de comunicación y la lectura invertida del acercamiento sirio-turco

 Shaher Al Shaher
Fuente: Exclusivo para Al Mayadeen

Los esfuerzos de Turquía por coordinarse con Siria en el ámbito de la lucha contra el terrorismo le exigen abandonar el apoyo a la oposición en la nación levantina, a cambio de la cooperación de Damasco con Ankara para poner fin a las bandas terroristas de las Fuerzas Democráticas Sirias.

Restaurar la confianza entre los dos paises es la tarea mas difícil 

Los medios de comunicación llevan bastante tiempo diciendo que Erdogan expresó su voluntad de reunirse con el presidente sirio, Bashar Al-Assad, cuando lo cierto es que Erdogan expresó su voluntad de hacerlo hace años, pero el presidente Al-Assad creyó que el momento aún no había llegado.

Esto ocurrió porque Siria no quería presentar una carta que ayudara a Erdogan en el orden electoral, sobre todo porque la oposición turca buscaba abrir una nueva página en las relaciones con Damasco.

Sin embargo, después de la victoria de Erdogan en los comicios, era necesario abordar el asunto de manera realista y pragmática, sin perjuicio de cualesquiera de los principios encaminados a garantizar la retirada turca de los territorios sirios ocupados.

De manera previa, Siria estipuló la retirada turca de todo el territorio nacional para realizar la reunión. Sin embargo, parece que la reciente visita del enviado especial del presidente de Rusia, Vladimir Putin, para asuntos de Siria, Alexander Lavrentiev a Damasco trajo garantías reales de que la retirada será gradual, de modo que las fuerzas sirias puedan llenar el vacío.

Por lo tanto, las declaraciones del presidente Al-Assad parecían tener cierta flexibilidad al decir que Siria está abierta a todas las iniciativas de normalización siempre que Turquía respete la soberanía y declare su disposición a cooperar con Damasco en la lucha contra el terrorismo.

Ankara... nuevos enfoques para restablecer las relaciones con Damasco

La política turca bajo el gobierno del Partido Justicia y Desarrollo destacó por el cambio y dar vueltas, ya que describirla como pragmática ya no es suficiente, pues alcanzó un grado de “oportunismo político”, cambio de posiciones y saltos de alianzas, al punto de formar así una verdadera consagración de la teoría del camaleón en su color y astucia.

Los nuevos enfoques demostrados por Turquía para restablecer sus relaciones con Damasco comenzaron en 2022 y aumentaron antes de las elecciones presidenciales en 2023, en las cuales el presidente Recep Tayyip Erdogan ganó un mandato presidencial para los siguientes cinco años.

Luego vinieron las elecciones locales en 2024, cuyos resultados fueron como un “castigo popular” para el presidente Erdogan y su partido, tras la muestra de fortaleza de la oposición turca y que el alcalde de Estambul, Ekrem İmamoğlu, será un fuerte competidor futuro de Erdogan.

El mandatario, por su parte, dio una lectura realista al acontecimiento y lo consideró un punto de inflexión, era la mayor derrota para él y su partido, tras gobernar el país durante más de dos décadas.

La disminución de la popularidad del Partido Justicia y Desarrollo tuvo varias razones, las más importantes son la realidad económica, las altas tasas de inflación que alcanzan alrededor del 70 por ciento y el lento crecimiento debido a las políticas gubernamentales basadas en el ajuste monetario.

Complica aún más el escenario económico la presencia de un gran número de refugiados sirios en Turquía, ya que la mayoría de los turcos ven ese expediente como una carga para ellos y exigen ponerle fin.

Turquía invirtió en el orden político y económico en los refugiados sirios durante los últimos años, y los utilizó como espantapájaros frente a los países occidentales, los cuales ahora temen por sí mismos la afluencia de más de ellos a sus fronteras.

Los cambios en el escenario internacional en general y la disminución del estatus y la eficacia de Estados Unidos en el escenario internacional empujaron a Turquía a acercarse a Moscú, Teherán, China y algunos países árabes.

Este eje fue principalmente fuente de apoyo al Estado sirio, y hoy apoya el regreso de la seguridad y la estabilidad, en especial después de su regreso a la Liga Árabe, y el progreso en el expediente de las relaciones árabe-sirias de forma silenciosa y lejos de los medios.

Por ello, no sorprendieron las declaraciones del presidente Erdogan y del líder del principal partido opositor, partido Republicano del Pueblo (Turquía), Özgür Özel, quienes expresaron su voluntad de devolver las relaciones con Damasco a su estado anterior.

Erdogan, por su parte, vio que nada impide que las relaciones entre los dos países vuelvan a su estado normal y expresó su disposición a reunirse con el presidente Bashar Al-Assad.

A su juicio, en política no hay diferencias permanentes ni amistades continuas, y olvidó en su maquiavelismo la diferencia entre el comportamiento de las personas y el de los Estados, e ignoró la distancia personal y la amistad que lo unió al presidente Al-Assad, la cual hizo sentirse al gobernante sirio traicionado por su amigo, cuestión que al parecer Erdogan no entendió ni entenderá ni le dará importancia en su vida.
Damasco... Los intereses nacionales, ante todo

Özel, por su parte, vio que su partido buscaba llevar a cabo una diplomacia informal con Siria y expresó su intención de ir a Damasco y reunirse con el presidente Al-Assad, en este verano, si le permitieran hacerlo.

A su vez, Damasco quiere poner fin a los duros años vividos y pretende recuperar su soberanía sobre todo el territorio ocupado por Turquía, de modo que Ankara pase de ocupante a un vecino de Siria.

La reelección de Erdogan confirmó a Damasco la necesidad de tratar con él, siempre que exprese su deseo de retirarse del territorio sirio, pasar página del pasado y olvidar su sueño de restaurar el Imperio Otomano, un sueño destruido en Siria.

Por otro lado, la conciencia de Siria de la idea de que "el derecho sólo se puede perderse si renuncia a él" le ayudó a mantenerse firme y no hacer ninguna concesión a la ocupación turca.

Los días demuestran que las victorias pueden lograrse sobre el terreno y en ello determina la posición del mundo sobre Siria, y no al revés.

El distanciamiento psicológico que el presidente Al-Assad tuvo hacia Erdogan podrá ser superado para preservar “el interés de Siria”, que está por encima de todos los intereses, como confirmó en una de sus entrevistas televisivas en 2019.

Al-Assad describió a Erdogan como un "ladrón", convertido en una herramienta en manos de Estados Unidos para implementar muchas de sus políticas en la región. El presidente Al-Assad vio que el papel de Turquía era malicioso al tratar con la crisis siria.

Damasco es consciente de que el restablecimiento de las relaciones entre los dos países no estará lleno de rosas. Hay arduas negociaciones que serán acogidas en Bagdad y patrocinadas por muchos países garantes, a saber, Rusia, China, el Reino de Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos e Irak.

La restauración de la confianza entre los dos países es la tarea más difícil, y no estará presente en la parte siria, la cual partirá de la “mala fe” hacia todo lo emitido por Turquía.

En ese sentido, las medidas de fomento de la confianza adoptarán la forma de resultados, no de presentaciones, dados los precedentes del régimen turco en sus relaciones con Siria, al punto de convertirse en su peor enemigo después de ser un amigo cercano.

Incluso si las relaciones entre los dos países pueden desarrollarse, la dimensión personal del responsable político sirio no tendrá un papel importante a la hora de impulsar los nexos, como resultado de la brecha psicológica de la cual hablamos, y por lo tanto el pragmatismo estará presente esta vez.

El restablecimiento de las relaciones entre los dos países no restaurará la confianza entre ellos, ya que históricamente está perdida.

Las dos naciones intercambiaron acusaciones de los esfuerzos del otro para desestabilizar la seguridad y la estabilidad de cada uno, mientras Turquía acogía a la organización de los Hermanos Musulmanes y la preparó como una herramienta para ser empleada cuando fuera necesario.

Damasco recibió también antes al presidente del Partido de los Trabajadores de Kurdistán, Abdullah Öcalan, y ofreció apoyo a su partido.
Turquía y los grupos terroristas armados... el fin de la luna de miel

Tan pronto como Turquía expresó su deseo de entablar un diálogo con Damasco y tratar de restablecer las relaciones su estado anterior, comenzaron los enfrentamientos en el norte de Siria entre el ejército turco y los mercenarios sirios de Erdogan.

Estos últimos entendieron haberse convertido en una burla y un juguete en manos de los turcos, y que su papel había terminado.

Turquía desempeñó un papel importante en el fomento de la guerra en Siria. En agosto de 2011, el gobierno turco patrocinó la formación del llamado Ejército Libre, integrado por miembros y oficiales desertores del ejército sirio.

En abril de 2012, Estambul fue sede de la conferencia Amigos de Siria, la cual incluyó a representantes de más de 70 países. Su objetivo era aumentar la presión sobre Damasco para implementar el llamado “plan de paz” propuesto por el enviado de la ONU, Kofi Annan.

Ese mismo mes, Turquía pidió ayuda a las Naciones Unidas para hacer frente a la afluencia de un gran número de refugiados sirios.

Los datos publicados por el Servicio de Inmigración de Turquía indican que hoy tienen dentro de sus fronteras a tres millones de refugiados sirios.

En octubre de 2012, el gobierno turco obtuvo un mandato del Parlamento que le autorizaba a llevar a cabo operaciones militares dentro del territorio sirio para apoyar a sus mercenarios y elevar su moral.

Luego, en agosto de 2013, Turquía volvió a anunciar su posición, a través del entonces primer ministro Erdogan, quien llamó a derrocar al gobierno del presidente Al-Assad y que ese fuera el objetivo de cualquier intervención militar en Siria.

En 2014, Turquía cerró varios de sus cruces fronterizos con Siria, cuando decenas de miles de kurdos sirios entraran en su territorio.

También en Parlamento turco aprobó en octubre de 2014 dar permiso a las fuerzas extranjeras para utilizar el territorio nacional en la lucha contra la organización terrorista Daesh y facilitar las operaciones militares dentro del territorio sirio e iraquí.
Conclusión
Los esfuerzos de Turquía por coordinarse con Siria en el ámbito de la lucha contra el terrorismo al parecer le exigen abandonar el apoyo a la oposición siria a cambio de la cooperación de Damasco con Ankara para poner fin a las bandas terroristas de las Fuerzas Democráticas Sirias.

Quizás, un gran número de ciudadanos sirios partieron hacia Turquía para escapar de las bandas terroristas, y estas personas tienen derecho a regresar a su patria, cuestión reclamada por el gobierno de Damasco durante años.

Además, los terroristas de las Fuerzas Democráticas Sirias no representan a los patrióticos kurdos sirios, quienes autodefinen como sirios.

El Presidente de la República Siria emitió muchos decretos de amnistía general, y los entendidos espera la publicación de un decreto de amnistía general integral para liberar a aquellas personas cuyas manos no estén manchadas en la sangre del pueblo sirio, en un esfuerzo para garantizar el regreso seguro de sus hijos si lo deseen.


Profesor de Estudios Internacionales en la Universidad Sun Yat-sen - China.

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