"No me gustan las sanciones", comentó Trump en entrevista con dicho medio, tras expresar que le parece bien la idea de proteger a Taiwán de una supuesta agresión de China y en un contexto en el que Rusia también enfrenta cientos de sanciones por su operación militar especial en Ucrania.
Respecto a Taiwán, el recién nombrado candidato presidencial por el Partido Republicano para las elecciones de noviembre próximo se mostró escéptico y cuestionó la dificultad práctica de defender a "una pequeña isla al otro lado del mundo".
"Abandonar el compromiso con Taiwán representaría un cambio dramático en la política exterior de Estados Unidos, tan significativo como suspender el apoyo a Ucrania. Pero Trump parece dispuesto a alterar radicalmente los términos de estas relaciones", advierte Bloomberg.
Hace unos días, el presidente ruso Vladímir Putin comentó que "está creciendo la presión" sobre aquellos países que tienen posturas independientes, y señaló que, en contra de los principios del derecho internacional, "se está recurriendo a la coacción por la fuerza, las sanciones unilaterales, la aplicación selectiva de las normas comerciales y el chantaje".
Con la mira puesta también en la Unión Europea (UE), varios aliados occidentales de Washington se preparan para un eventual regreso de Trump a la Casa Blanca y transfieren a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) el control de la ayuda militar a Ucrania.
De hecho, en la reciente cumbre de la OTAN, celebrada en Washington, el dirigente de Ucrania, Volodímir Zelenski, instó a los aliados a actuar rápidamente para ayudar a su país a repeler los operativos militares de Rusia en lugar de esperar los resultados de las presidenciales en Estados Unidos para decidir qué hacer.
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