La ciudad rusa de Sudzha, en la región de Kursk, tras un bombardeo del Ejército ucraniano, 6 de agosto de 2024.
El expresidente rusode Rusia, Dmitri Medvédev, afirma que Rusia debería avanzar hasta Kiev y más allá en unas operaciones extraterritoriales.
Denunciando los nuevos ataques de Ucrania dentro del territorio ruso, el vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rsuia consideró el miércoles las operaciones como un intento del Gobierno ucraniano para atraer la atención de los países occidentales y obtener más apoyo financiero y armamento.
“A partir de ahora, las operaciones militares deben ser explícitamente extraterritoriales. Esto ya no es un intento de reclamar nuestras tierras y lidiar con los nazis”, afirmó el expresidente ruso.
A su juicio, Rusia debería entrar más en el territorio ucraniano y avanzar hasta Kiev, su capital, e incluso más allá de Kiev.
Medvédev dijo que algunos en Rusia estaban comprometidos con las fronteras de Ucrania y agregó que Moscú ya no debería limitarse a esas fronteras.
Los comentarios de Medvédev se produjeron luego de que el Ejército ucraniano lograra penetrar el martes en la provincia rusa de Kursk durante una operación sorpresa. Esto a pesar de que en las últimas semanas, Rusia consiguió tomar el control de varias ciudades, pueblos y zonas estratégicas en la República Popular de Donetsk, independizada de Ucrania.
En una reunión con los miembros del Gobierno, el presidente ruso, Vladímir Putin, calificó de otra provocación a gran escala el fallido intento de incursión de las tropas de Ucrania en la región fronteriza de Kursk. Continúan los enfrentamientos en dicha zona.
En febrero de 2022, Rusia inició una operación militar especial en el oriente de Ucrania, con los objetivos declarados de proteger a la población de la región del Dombás de los ataques de las fuerzas ucranianas, y garantizar además la neutralidad, la desmilitarización y la “desnazificación” del régimen de Kiev.
El Gobierno ruso ha planteado una propuesta de paz que incluye la retirada completa de las tropas ucranianas de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk y de las provincias de Zaporiyia y Jersón (incorporadas a Rusia después de consultas populares en 2022), y que se reconozca estos territorios, así como Crimea y Sebastopol, como sujetos de la Federación Rusa.
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