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miércoles, 11 de septiembre de 2024

Caza de patos: Los drones estadounidenses MQ-9 Reaper, valorados en decenas de millones de dólares, desaparecen en el espacio aéreo yemení



Ivan Kesic

La semana pasada, dos drones estadounidenses MQ-9 Reaper fueron derribados en las provincias de Maarib y Saada, en Yemen, por el ejército yemení mientras realizaban operaciones de espionaje.

El portavoz de las Fuerzas Armadas de Yemen (YAF), el general de brigada Yahya Sarii, dijo en un comunicado el martes que el noveno dron había sido derribado mientras realizaba operaciones hostiles en Saada.

El número total de drones Reaper derribados por el ejército yemení desde octubre de 2023 ha aumentado a nueve, lo que demuestra la eficacia del equipo militar yemení.

El derribo de costosos drones estadounidenses muestra que EEUU, además del mar, también está perdiendo la iniciativa en el aire y no tiene respuesta a los misiles antiaéreos yemeníes.

Yemen lanzó operaciones aéreas y navales regionales contra el régimen israelí y EEUU y sus aliados en solidaridad con el pueblo y la resistencia en Palestina, prometiendo continuar estas operaciones hasta que termine la guerra genocida en Gaza.

¿Qué es el MQ-9 Reaper?
Desarrollado por General Atomics y presentado en 2007 como una versión mejorada del MQ-1 Predator, el MQ-9 Reaper es un dron multifunción pilotado a distancia y utilizado por la Fuerza Aérea de EEUU para misiones de inteligencia, vigilancia, reconocimiento (ISR) y ataques de precisión.

Es uno de los drones estadounidenses más avanzados, con especificaciones de alta tecnología, incluido un sistema de radar avanzado, cámaras de alta resolución y sensores capaces de escanear un área de 360 grados.

Sus sensores incluyen infrarrojos, TV diurna y designadores láser, y puede transportar hasta 1.700 kg de carga útil, incluidos misiles aire-tierra AGM-114 Hellfire II, misiles aire-aire AIM-9 Sidewinder y bombas guiadas por láser GBU-12 Paveway II.

El MQ-9 mide 11 metros de largo y 20 metros de envergadura, tiene una autonomía de vuelo de unos 2.000 kilómetros y puede alcanzar altitudes de hasta 15.000 metros y una velocidad máxima de unos 310 km/h.

Puede operar en condiciones meteorológicas adversas y volar hasta 27 horas, transmitiendo datos a varias aeronaves o puntos terrestres y, además de pilotaje remoto, también es capaz de realizar operaciones de vuelo autónomas.

Además de EEUU como principal usuario, este tipo de drones también están en servicio en el Reino Unido, Francia, Italia, España, Polonia, Países Bajos, India y Japón.

Se ha cerrado un acuerdo de exportación con Canadá, Grecia y los Emiratos Árabes Unidos, y hasta ahora el fabricante ha ganado entre 10.000 y 15.000 millones de dólares por las ventas.

La Fuerza Aérea estadounidense opera estos drones desde varias bases aéreas en los países de la Península Arábiga, mientras que para las operaciones sobre Yemen, la mayoría de las veces despegan desde las bases aéreas de Chabelley y Lemonnier en la cercana Yibuti.

La razón oficial para el funcionamiento de las bases en este último país es la supuesta “lucha contra la piratería y el terrorismo”, pero la verdadera razón es el control de África Oriental y Asia Occidental, especialmente el estratégico estrecho de Bab el-Mandeb.

El papel maligno de EEUU se evidencia en el hecho de que durante la agresión contra Gaza, al menos seis drones MQ-9 Reaper de EEUU volaron sobre la Franja de Gaza para ayudar a “Israel” en los esfuerzos de reconocimiento.

Además, sus disparos u observaciones sobre el cielo de Yemen siempre coincidieron con los ataques aéreos angloamericanos sobre ese país, lo que ha sido el caso también durante los últimos tres días.

El MQ-9 Reaper, junto con su sala de control, misiles y otros equipos, está valorado en 30 millones de dólares, lo que significa que hasta ahora se han perdido al menos 360 millones de dólares en drones solo en Yemen.

Cronología de los incidentes con drones MQ-9
Durante la guerra de Yemen, este país derribó tres MQ-9 Reaper estadounidenses, uno en octubre de 2017 y dos más en junio y agosto de 2019, y desde el comienzo de la guerra genocida contra Gaza se han producido nueve derribos más.

El primer MQ-9 Reaper fue derribado el 8 de noviembre de 2023, cuando realizaba actividades hostiles y de reconocimiento sobre aguas territoriales yemeníes como parte del apoyo militar estadounidense a la entidad sionista.

Las fuerzas armadas yemeníes dijeron en un comunicado que el dron fue derribado por un “arma apropiada”, afirmando su legítimo derecho a defender el país y contrarrestar todas las amenazas hostiles.

“Podemos confirmar que un avión militar estadounidense MQ-9 pilotado a distancia fue derribado”, dijo un alto funcionario de defensa estadounidense, afirmando que se encontraba en el “espacio aéreo internacional sobre aguas internacionales frente a la costa de Yemen”.

El segundo fue derribado el 19 de febrero de 2024, después de lo cual los medios militares yemeníes difundieron imágenes que mostraban el seguimiento preciso y el impacto directo con un misil tierra-aire de fabricación local, lo que provocó su descenso en llamas y escombros en el suelo.

Los funcionarios estadounidenses dijeron inicialmente que no estaba claro si había sido derribado o se había estrellado por sí solo, pero luego admitieron que un misil tierra-aire yemení cerca del puerto de Al Hudaida lo derribó.

El tercer dron Reaper fue derribado por un misil el 26 de abril, según fuentes militares yemeníes, en los cielos de la provincia de Saada mientras ejecutaba misiones hostiles.

El portavoz del Departamento de Defensa de EEUU intentó nuevamente restar importancia al papel yemení, afirmando que el dron “se estrelló y la investigación está en curso”, sin dar más detalles.

Sin embargo, las fuerzas yemeníes publicaron imágenes que mostraban el lanzamiento del misil y el derribo del dron estadounidense con el camarógrafo gritando las consignas del movimiento de resistencia Ansarulá.

Mayo fue el mes más desastroso para los estadounidenses, ya que otros tres MQ-9 Reaper fueron derribados, comenzando el 16 de mayo, cuando el primero fue derribado sobre la provincia de Maarib.

El general de brigada Sarii, en sus comentarios en ese momento, declaró que el dron fue atacado con un misil tierra-aire de fabricación local.

El 21 de mayo se produjo otro derribo en los cielos de la provincia de Al-Baida, en el centro de Yemen, seguido de otro el 29 de mayo en la provincia de Maarib.

Los funcionarios estadounidenses se han cansado de negar, restar importancia y excusar los hechos, y han tratado de mantener en silencio algunos de los derribos, sin hacer declaraciones concretas.

Pero los informes yemeníes no fueron cuestionados porque proporcionaron pruebas materiales en forma de fotos y filmaciones, y el último derribo mostró un dron en el desierto en un estado casi intacto.

Las imágenes mostraron el seguimiento y monitoreo del dron, seguido del lanzamiento de un misil tierra-aire de fabricación local que golpeó directamente al dron, provocando su caída.

Un misil tierra-aire de fabricación local derribó el séptimo el 4 de agosto, cuando realizaba actividades hostiles en los cielos de la provincia de Saada, después de lo cual fuentes locales publicaron una galería de fotos del incidente.

El octavo fue derribado el 7 de septiembre en la provincia de Maarib y el noveno el 10 de septiembre en la provincia de Saada.

Los derribos fueron anunciados por Sarii, quien, como en todos los casos anteriores, reiteró que estas operaciones eran en apoyo de la nación palestina y la resistencia en Gaza.

Derribados con un “arma apropiada”
Los nueve derribos de los Reapers tienen mucho en común en términos de operaciones de reconocimiento enemigas, armas yemeníes utilizadas y reacciones oficiales de ambos lados.

En todos los casos, los MQ-9 Reaper fueron derribados en el espacio aéreo yemení, es decir, sobre su territorio o aguas, como demuestran las fotografías y filmaciones de los restos.

Nunca fue un impacto aleatorio de cañones antiaéreos, sino de un misterioso misil avanzado, que fuentes militares yemeníes describen como un “arma apropiada”.

El MQ-9 Reaper no tiene un diseño furtivo, pero contiene sistemas de guerra electrónica altamente sofisticados para bloquear radares y misiles antiaéreos, lo que hace que cualquier derribo individual sea una vergüenza.

La vergüenza es aún mayor si tenemos en cuenta que son incidentes ocurridos en Yemen, un país que no cuenta con los sistemas de defensa aérea más modernos y que, muy probablemente, utiliza un misil de largo alcance con guía infrarroja u óptica para derribar los MQ-9 Reaper.

Los funcionarios estadounidenses trataron de restar importancia a esta vergüenza con repetitivas declaraciones de manual que dieron a los medios occidentales hasta que las fuentes yemeníes proporcionaron pruebas claras e irrefutables.

Source: Press TV

https://spanish.almanar.com.lb/1057333

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