El líder norcoreano, Kim Jong-un, asiste a una reunión del politburó del gobernante Partido de los Trabajadores de Corea en Pyongyang. (Foto: AP)
El líder de Corea del Norte exige potenciar las fuerzas nucleares del país “sin limitaciones” y finiquitar los preparativos para un posible conflicto bélico.
“Reforzaremos las fuerzas de autodefensa de nuestra nación, cuyo eje es su capacidad nuclear, de manera ilimitada e interminable sin satisfacción”, subrayó Kim Jong-un durante la 4.ª Conferencia de Comandantes de Batallón e Instructores Políticos del Ejército Popular de Corea, citado este lunes por la agencia estatal norcoreana de noticias KCNA.
Tras aseverar que, en los años recientes, la línea de incrementar las fuerzas nucleares del país se ha convertido en una política irreversible, resaltó que “lo que queda por hacer ahora es que estas fuerzas estén más plenamente preparadas para la acción”.
Al condenar Corea del Sur, Estados Unidos y Japón por amenazar la paz regional, Kim culpó a Washington de la escalada de tensión en la península coreana y de avivar los conflictos en todo el mundo.
También, advirtió que EE.UU. y otros países occidentales están utilizando Ucrania como fuerza de choque en la guerra contra Rusia, y por ello, “deberíamos verlo como una maniobra para enriquecer su experiencia en la guerra real y ampliar el alcance de la intervención militar en todo el mundo”.
Refiriéndose al apoyo de Washington a Israel y Ucrania, el líder norcoreano resaltó que los belicistas estadounidenses están prolongando las guerras en esos países, en las que cada vez están implicados más países. “Esto agrava la situación de la seguridad internacional, avivando el temor a una tercera guerra mundial”, agregó.
Kim culpó a EE.UU. por ser “cabecilla de los perturbadores de la paz y la estabilidad” en la península coreana, al subrayar que “su malvada identidad como tal nos recuerda repetidamente qué tipo de opción estratégica debemos elegir para controlar a nuestros rivales”.
Pese a los intentos de Estados Unidos y sus aliados occidentales por demonizar a Rusia y Corea del Norte y mostrar sus estrechas relaciones como una “amenaza” para el mundo, las autoridades de Moscú aseguran que sus lazos no se dirigen contra otras naciones y solo buscan superar las sanciones draconianas impuestas por Occidente en su contra.
Tanto Moscú, como Pyongyang, consideran a Washington como la principal fuente de la inestabilidad y una amenaza para su seguridad nacional e integridad territorial. Las autoridades norcoreanas han cargado contra EE.UU. y sus aliados en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) acusándolos de abrir el conflicto en Ucrania y ha asegurado que apoyará a la Federación Rusia hasta la victoria ante Kiev.
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