El presidente de Estados Unidos, Joe Biden (derecha), se reúne con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en la Oficina Oval de la Casa Blanca en Washington, DC, el 25 de julio de 2024. (Foto de Reuters)
El presidente estadounidense, Joe Biden, ha creado discordia dentro de la Casa Blanca por su “horrible” política hacia Israel en medio del actual genocidio de palestinos en la sitiada Franja de Gaza.
Las "Leyes Leahy" de Estados Unidos prohíben suministrar ayuda militar a los aliados de Washington si cometen violaciones de los derechos humanos y bloquean la ayuda a las víctimas de la guerra.
Sin embargo, el Departamento de Estado de Estados Unidos dijo el martes que los suministros de armas y municiones estadounidenses a Israel continuarán a pesar del fin de un ultimátum de 30 días dado a Tel Aviv para que tomara "medidas concretas" para detener sus violaciones en Gaza y permitir el paso de la ayuda humanitaria internacional.
A pesar de que el régimen israelí ignoró en gran medida el llamado "plazo de 30 días", Estados Unidos retuvo un solo envío de bombas de 2.000 libras, permitiendo que continuaran todos los demás envíos de armas.
Los medios de comunicación dijeron el lunes que al menos 20 empleados de la Casa Blanca, a quienes se les concedió el anonimato por temor a represalias, protestaron ante la administración Biden por no cumplir con su demanda de que Israel mejore las condiciones de los palestinos.
Desde octubre de 2023, casi 44.000 palestinos, en su mayoría mujeres indefensas y niños inocentes, han muerto en el continuo y brutal ataque israelí en Gaza.
Los empleados de la Casa Blanca que protestan -que trabajan en toda la oficina ejecutiva del presidente, pero no están directamente involucrados en la política exterior- pidieron al presidente saliente que desempeñe un papel decisivo en sus relaciones con los israelíes.
“Se está acabando el tiempo para hacer lo correcto, pero una acción decisiva podría salvar vidas preciosas en los próximos dos meses”, escribieron los manifestantes en una carta de protesta interna del gobierno obtenida por los medios estadounidenses.
Un alto funcionario de la Casa Blanca explicó que la razón por la que enviaron la carta de protesta fue para distanciarse formalmente del "legado de horror" que dejan Biden y su administración.
“Una de las cosas que me atrajo de esto fue el legado”, explicó el miembro del personal de alto rango. “Si se continúa con el curso, será un legado de horror”.
Durante su mandato, Biden manifestó repetidamente su apoyo “férreo” al régimen israelí, y la administración Biden siguió a su líder.
En lo que respecta a la política hacia Israel, hicieron la vista gorda ante el continuo genocidio de los palestinos en Gaza al impedir un alto el fuego y dar marcha atrás a un ultimátum para detener la ayuda militar al régimen debido al creciente número de muertos.
Mientras tanto, las agencias de las Naciones Unidas y numerosas organizaciones humanitarias internacionales han emitido advertencias sobre el genocidio de los palestinos en Gaza.
La evaluación del Comité Especial de las Naciones Unidas sobre la guerra israelí en Gaza ha sido que es consistente con un genocidio, reconfirmando lo que ya habían dicho repetidamente otras agencias de la ONU, el Comité Internacional de Rescate (CIR), la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y la Corte Penal Internacional (CPI).
“La situación es crítica. Tenemos días, no semanas, para tomar medidas decisivas para aliviar estas terribles condiciones. Las advertencias de las organizaciones humanitarias han sido claras y constantes: si no actuamos, habrá más muertes de civiles que podrían haberse evitado”, afirmó Bart Witteveen, director de IRC para el territorio palestino ocupado.
“El peor escenario posible ya esté en marcha”.
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