Por Wesam Bahrani
Durante más de una década, Siria se ha enfrentado a las formas más salvajes de terrorismo mercenario respaldado por una coalición de países occidentales y árabes.
El país del oeste de Asia, rodeado por el mar Mediterráneo al oeste, Turquía al norte, Irak al este y sureste, Jordania al sur, y Palestina y Líbano al suroeste, tiene una enorme importancia estratégica.
El país también enfrentó la primera campaña exitosa de propaganda en las redes sociales que alimentó la guerra hace años en un intento de imponer una agenda mucho más amplia y siniestra con objetivos destructivos.
Entre ellas se incluyen intentos de dividir las dos mayores sectas del Islam, los chiítas y los sunitas, infligir daños al Eje de la Resistencia y, en particular, empañar la imagen del movimiento de resistencia libanés Hezbolá.
Cuando la Primavera Árabe de 2011 comenzó en la región, rápidamente se convirtió en un otoño terrorista, y las preocupaciones legítimas de la gente quedaron barridas bajo la alfombra.
Este fue el mismo período en el que el entonces primer ministro iraquí Nouri al-Maliki expulsó a las tropas estadounidenses de Irak.
A Estados Unidos no le benefició que hubiera tropas en el terreno, ya que regresaban en ataúdes.
Sin embargo, la falta de bases militares en la región era un problema para la hegemonía estadounidense, especialmente cuando un régimen títere iba siendo derrocado tras otro. ¿Y quiénes iban a llegar al poder si la Primavera Árabe hubiera salido como estaba previsto? Los líderes que odiaban a Estados Unidos, su representante sionista, y simpatizaban con la causa palestina.
Por esta razón, el líder de la Revolución Islámica, el Ayatolá Seyyed Ali Jamenei, declaró que se trataba de un despertar islámico y no de una primavera árabe.
Highlights
@highlightsnews1
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Traducido del inglés al
@eshaLegal considera sospechoso que el terrorismo haya resurgido en Siria inmediatamente después del alto el fuego en el Líbano.
@eshaLegal considera sospechoso que el terrorismo haya resurgido en Siria inmediatamente después del alto el fuego en el Líbano.
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Estados Unidos recurrió a elementos extremistas takfiris que se desviaron del Islam y aterrorizaron la Primavera Árabe con tropas takfiris sobre el terreno.
Los golpes militares patrocinados por la OTAN también causaron estragos en muchos países y acabaron con los sueños de la gente, pero Siria siempre fue el objetivo principal. El país árabe es el corazón palpitante del eje de la resistencia.
A los representantes de los terroristas takfiríes, que en Occidente se salvaron de la cárcel, se les proporcionó una plataforma para hablar en los principales medios de comunicación occidentales en horario de máxima audiencia con el fin de lavarles el cerebro a la mayor cantidad posible de jóvenes. En esencia, se trataba de un plan de reclutamiento.
Esto mientras imágenes en las redes sociales de protestas pacíficas en las ciudades sirias de Daraa y Homs parecían mostrar a manifestantes recibiendo disparos.
Sin embargo, muchas personas se preguntaron por qué las fuerzas de seguridad disparaban contra manifestantes que tenían todo el derecho a manifestarse pacíficamente si tenían quejas internas.
Quienes estuvieron en Siria antes de la guerra, incluido el ex embajador británico en el país, Peter Ford, fueron testigos de primera mano de ejemplos de cómo una sociedad con tantos grupos étnicos y religiosos diferentes puede coexistir en completa paz y armonía.
Lo que realmente ocurrió en Daraa y Homs fue una campaña masivamente financiada por los reinos del Golfo Pérsico (que observaban con horror la perspectiva de ser destronados) para manipular los videos de las redes sociales y hacerlos parecer como si las fuerzas de seguridad sirias estuvieran disparando y matando a los manifestantes.
Pero no fue así. Esto fue documentado poco después por algunos de los activistas más destacados y, más tarde, también por periodistas de investigación.
Sin embargo, el daño ya estaba hecho. Decenas de miles de terroristas takfiríes, si no cientos, de todo el mundo ya habían cruzado a Siria a través de Turquía, miembro de la OTAN, para luchar contra el Ejército Árabe Sirio.
La CIA inició su programa de entrenamiento, armamento y financiación de estos terroristas en la vecina Jordania, el régimen sionista instaló un hospital de campaña en el Golán ocupado para tratar a los militantes heridos y, hasta el día de hoy, nadie ha respondido realmente cómo los terroristas de Daesh consiguieron hacerse con los mejores Toyota fabricados en Estados Unidos.
El gobierno sirio y su pueblo sacrificaron una vida más cómoda y fácil porque apoyaron a Palestina y la causa palestina.
Lo mismo hizo Hezbolá en el Líbano. Muchas de sus armas fueron suministradas por Siria, un aliado, para proteger al Líbano y ayudar a Palestina.
Hezbolá entró en la lucha contra los terroristas takfiris en Siria para evitar una guerra civil cuando un santuario sagrado de los musulmanes, el de la nieta del Profeta Mahoma (BP), Seyyeda Zeinab, que ocupa un lugar especial en el corazón de cada musulmán chiíta, fue atacado en las afueras de Damasco.
Hezbolá también buscó derrotar a los grupos terroristas y restablecer la paz y la calma en el país árabe devastado por la guerra en la lucha contra el régimen sionista.
La falsa propaganda en las redes sociales contra Hezbolá jugó un papel fundamental al hacer que la guerra en Siria pareciera un problema sectario global entre chiítas y sunitas.
Quien tenga alguna duda de que estos terroristas no están patrocinados por los sionistas y sus aliados debería evaluar los acontecimientos recientes.
Un alto el fuego impuesto por Hezbolá al régimen sionista durante la semana pasada coincidió con la mayor ofensiva terrorista contra la ciudad siria de Alepo por parte de militantes takfiríes desde 2017.
Hayat Tahrir al-Sham (HTS), anteriormente conocida como Al Qaeda, con la única diferencia del cambio de nombre, estuvo escondida en la ciudad noroccidental de Idlib, cerca de la frontera con Turquía, durante años.
@PressTV
Syrian army: 100s of Takfiri terrorists killed, injured; many areas retaken
Traducido del inglés al
Ejército sirio: cientos de terroristas takfiríes muertos y heridos; se recuperan muchas zonas
El líder del HTS, Abu Muhammad Jolani, quien ha prometido lealtad a todos los líderes terroristas vivos y en memoria viva, recibió un gran convoy de combatientes junto con equipo militar avanzado que cruzó la frontera turca hacia Idlib la semana pasada.
Los inventados "crímenes de Hezbolá en Siria", que todavía circulan ampliamente en los medios del Golfo Pérsico, siguen sirviendo como herramienta para atacar a Hezbolá y a todo el Eje de la Resistencia hasta el día de hoy.
Después de que Hezbolá humillara a la Brigada sionista Golani en la frontera sur del Líbano, obligando a Netanyahu a una tregua temporal para que su ejército pudiera tomar un "respiro", Jolani intervino para compensar.
El objetivo es volver a causar estragos en Siria e impedir que lleguen suministros militares a Hezbolá, según declaró abiertamente Netanyahu.
Pero así como el complot estadounidense, sionista, del Golfo Pérsico y de Turquía para desestabilizar Siria fue derrotado antes, lo mismo volverá a suceder.
Esta no es la misma Siria de 2011. El Eje de Resistencia que ayudó a Siria anteriormente ha adquirido un vasto nivel de experiencia en el trato con estos terroristas extranjeros.
La liberación de Alepo de los grupos liderados por HTS en 2017 cambió la trayectoria de la guerra en Siria a través de hombres valientes, incluidos asesores militares iraníes, que vieron la derrota de Daesh y otros grupos decapitadores.
La resistencia iraquí por sí sola ha avisado a 40.000 combatientes para que entren en Siria si es necesario. Puede duplicar esa cifra si HTS se queda demasiado tiempo en el país.
Tal vez el elemento más importante para comprender cómo operan estas bandas takfiríes para los sionistas y sus aliados es el hecho de que no dispararon ni un solo tiro contra el régimen israelí durante casi 14 meses de genocidio en Gaza. Y nunca lo hicieron en su historia.
Un lado sacrificó a sus mejores líderes y a sus más altos comandantes por Palestina, MIENTRAS que el otro lado está decidido a matar musulmanes en Siria y proteger al régimen sionista.
Wesam Bahrani es un periodista y comentarista iraquí especializado en el Eje de la Resistencia.
(Las opiniones expresadas en este artículo no reflejan necesariamente las de Press TV.
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