EL MINISTRO DE DEFENSA DE ISRAEL, EHUD BARAK, EN ENTREVISTA CONCEDIDA AL THE DAILY TELEGRAPH DECLARÓ QUE EN CASO DE QUE IRÁN FABRIQUE LA BOMBA ATÓMICA EN EL ORIENTE PRÓXIMO SE DESPLEGARÁ UNA CARRERA DEL ARMA NUCLEAR.
El ministro considera que como resultado de esta carrera Turquía al cabo de varios meses podrá obtener su propia bomba atómica y entonces la “región sufrirá una verdadera pesadilla”.
¿Será realista semejante guión? El experto de la edición analítica Haber Fomr, Abbas Özer, en su artículo llega a la conclusión de que “Turquía debe ingresar en el club de potencias nucleares en aras de la defensa de sus intereses nacionales”.
–Turquía es miembro de la OTAN, y la Alianza posee el arma nuclear y desarrolla una política de seguridad nuclear. Y si Irán llega a hacerse con el arma nuclear no es absolutamente necesario que Turquía haga lo mismo. Por eso no pienso que en una perspectiva a corto plazo Turquía emprenda un programa nuclear con fines militares. Simplemente no le hace falta. Es que el arma nuclear de por sí no incrementa al poderío del país, en cierta medida aumenta la seguridad, pero para ampliar la influencia en la arena regional y global es insuficiente.
Si observamos la rivalidad regional entre Turquía e Irán como una competencia por la influencia en la región, veremos que la influencia turca, merced a los nexos económico-comerciales y a los elementos de “fuerza tenue”, es mucho más grande que la influencia de Irán, incluso si éste llega a poseer el arma nuclear. La esfera de influencia se forma en el mundo, merced a la capacidad del Estado de profesar los valores comunes, como ser la democracia, los derechos y la libertad y asimismo merced a la capacidad de fortalecer los nexos económico-comerciales.
En este plano Turquía tuvo mucha más suerte de Irán. Como consecuencia de la “primavera árabe” y del proceso de transformación de Oriente Próximo, la influencia de Turquía en la región resultó ser superior a la influencia de Irán. Por consecuencia, Turquía no debe temer la aparición del arma nuclear en poder de Irán y, de ningún modo, debe incorporarse a la carrera regional del arma nuclear.
Otro es el punto de vista que ostenta el experto del Centro de Estudios Económicos y Sociales, Oya Akgönenç. Él supone que precisamente el escudo nuclear de la OTAN puede incitar a Turquía a crea su propia arma nuclear, ya que el sistema de defensa antimisiles de la OTAN no solo garantiza la seguridad de Turquía, sino también representa para el país una amenaza directa:
–Pienso que Turquía acelerará su actividad nuclear solo debido a que Irán fabricará su propia bomba nuclear o avanzará en el desarrollo de sus tecnologías nucleares. Y si Turquía se pone a elaborar sus propias tecnologías, pues será por otra causa.
Tenemos un problema relacionado con el arma nuclear, aunque se encuentra en otro plano. En nuestro territorio se ha construido el sistema de defensa antimisiles de la OTAN. Si este sistema empieza a crear problemas en el futuro, Turquía puede reflexionar en la creación de su propia arma nuclear. Por ejemplo, a causa de este sistema empiezan a empeorar nuestras relaciones con Irán. No se sabe hasta qué punto empeorarán. Quizás Irán sienta una amenaza a sus intereses y se ponga a activar los diseños nucleares. ¿Y nos defenderá el sistema antimisiles de la OTAN? Nadie lo sabe. Pues entonces, en este sentido, dicho sistema puede convertirse en el detonante de la carrera nuclear regional.
Autor: Amur Gadzhíev
La Voz de Rusia
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