La violencia protagonizada por grupos juveniles han dejado daños incuantificables a la propiedad pública y privada. / Foto: Agencia Venezolana de Noticias
Quito, 17 feb (Andes).- El canciller venezolano Elías Jaua reveló este lunes documentos que confirman el financiamiento de la USAID/OTI, entidades del departamento de Estado de los Estados Unidos, al movimiento juvenil que protagoniza violentas protestas contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
Los actos violentos, que tuvieron su punto más alto la semana pasada durante el Día de la Juventud, han dejado hasta el momento tres muertos y al meno setenta heridos.
El jefe de la diplomacia venezolana anunció en rueda de prensa la declaratoria de persona no grata a los funcionarios consulares estadounidenses: Brend Mary Mc Couker, Elsen Jefrey Gordon y Clark Cristopher Lee, quienes tienen 48 horas para abandonar el país.
Los funcionarios citados estarían involucrados, de acuerdo a un seguimiento del Gobierno, en el reclutamiento y la formación de organizaciones juveniles señaladas de promover la violencia.
"La Embajada (de EEUU) ha desplegado operativos, casualmente en las universidades donde se han focalizado las protestas, para el otorgamiento de visas, pero en el fondo es la cubierta para realizar los contactos con los dirigentes que captan para el entrenamiento, financiamiento y creación de organizaciones juveniles mediante las cuales se promueve la violencia en Venezuela", informó Jaua.
“Queremos señalar, en base a un conjunto de seguimiento que hemos hecho en los últimos años, cómo desde la Embajada de los EEUU y funcionarios de distinto nivel han venido organizando, promoviendo la organización de estos grupos”, dijo el canciller.
Jaua basó sus aseveraciones en el documento denominado “Puntos estratégicos del equipo en el país para el apoyo programático de los EEUU a los sectores juveniles de la oposición venezolana” donde consta de manera detallada el financiamiento de 15 millones en 2009 para la instrucción de organizaciones juveniles de oposición.
Entre otras cosas, EEUU aseguró el apoyo técnico, construcción de capacidad conectando a los grupos juveniles locales entre sí, pero también con organizaciones internacionales y respaldo financiero.
“De estas 39 organizaciones dedicadas a la defensa, han sido formadas desde la llegada de la OTI. Muchas de estas con un resultado directo de los programas de entrenamiento”, expuso Jaua al tiempo de indicar que el documento detalla una serie de organizaciones fachada, cuya identidad prefirió omitir ya que forma parte de las investigaciones que realiza el régimen.
El canciller citó a un oficial de la USAID (al que no identificó) que señaló que “mientras todos los programas de la Embajada estén dirigidos a fortalecer la sociedad civil y estimular la participación en el proceso opositor, estas acciones deben ser percibidas como próximas a la Embajada para dar un mensaje claro al Gobierno”.
El plan de EEUU contempla también el surgimiento de líderes emergentes y utilizaba la concesión de visas para contactar a los futuros miembros del movimiento juvenil opositor, según relató Jaua.
Según se desprende del documento al que aludió Jaua, el Departamento de Estado no escatimó esfuerzos para financiar a los opositores en Venezuela, por ejemplo, en 2010 destinó 57 millones de dólares para cubrir las necesidades de las agrupaciones contrarias al Gobierno.
"Guerra de perros"
Jaua explicó que lo que vive Venezuela es "el clásico esquema de la llamada guerra de perros, que se ha desarrollado en los últimos años en varios países: Se injerta la violencia, el Estado se ve obligado, en el marco de sus competencias, a actuar, y luego viene inmanente el asedio, el acoso, la criminalización especialmente por el gobierno de Estados Unidos".
Enfatizó que frente a esta arremetida violenta "el Estado venezolano está en la obligación, como lo está haciendo, de restituir el orden público, garantizar la paz de los ciudadanos en el marco de lo establecido en nuestra Constitución y las leyes de la República".
"Estamos obligados a garantizar la paz de los trabajadores, de los vecinos, de la familia venezolana y por lo tanto nadie le puede pedir al Estado venezolano que se inhiba de actuar frente a estos focos de violencia promovidos por grupos facistas previamente entrenados y en marco de una estrategia de desestabilización de Venezuela", ratificó el canciller.
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