El acuerdo entre Joe Biden y Mustafa al-Kadhimi no hace referencia a la retirada de las fuerzas estadounidenses del territorio iraquí; todo lo que evoca es un simple cambio de misión.
A medida que se acercaba la fecha límite para la retirada del ejército estadounidense de Irak, la estación de televisión Al-Mayadeen publicó un artículo en su sitio web:
Para comprender mejor lo que ha sucedido en los últimos meses en Irak, se deben considerar varios desarrollos.
1. Cuando Mustafa al-Kadhimi fue elegido Primer Ministro en sustitución de Adel al-Mahdi, en el verano de 2020, se enfrentó a una demanda importante: el fin de la ocupación estadounidense y de quienes la exigían no significó un cambio de misión, sino un retiro completo en conjunto.
2. Durante los dos últimos años, no solo la Embajada de los Estados Unidos en Bagdad, sino también las bases militares de los Estados Unidos en las provincias de Bagdad, Salah ad-Din y al-Anbar han sido el objetivo de Katyusha., Obuses de mortero y drones, especialmente porque los convoyes militares y logísticos estadounidenses eran atacados regularmente. Todo esto transmitió un mensaje muy claro: ¡las fuerzas estadounidenses deben abandonar Irak!
Cuantos más objetivos estadounidenses fueron alcanzados, más presión sentían Washington y Bagdad. Sin embargo, algunas partes finalmente han logrado convencer a los grupos detrás de los ataques antiamericanos de que suspendan sus ataques hasta finales de 2021 y la retirada de los soldados estadounidenses. En ese momento, Mohammed Mohi, portavoz de las Brigadas iraquíes de Hezbollah, dijo que el acuerdo para detener temporalmente los ataques contra Estados Unidos comprometía a todos los grupos de la Resistencia en Irak, incluidos los grupos directamente involucrados en estos ataques. Según una ley, ratificada en enero de 2020 por el Parlamento iraquí, tras el asesinato por parte de los estadounidenses del general Soleimani y Abu Mahdi al-Mohandes, el gobierno iraquí debía establecer un calendario para la retirada de los estadounidenses.
En definitiva, es cierto que los estadounidenses no tienen voluntad de marcharse y que su misión de consulta y adiestramiento será más peligrosa que la de combate, ya que esta misión permitirá a Washington estar al corriente de todos los detalles de las actividades de la inteligencia iraquí y servicios militares.
Algunos círculos ya prevén un cambio en la táctica de la Resistencia encaminada a intensificar los ataques anti-estadounidenses desde donde los estadounidenses reciben asistencia logística y que les permita preservar su presencia en Irak ...
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