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lunes, 20 de diciembre de 2021

Siria: ¿objetivos estadounidenses para derribar?



Los desarrollos árabes y las revoluciones de 2011 allanaron el camino para cambios fundamentales en muchos países árabes. En Egipto, Túnez, Yemen y Bahréin, la gente ha pedido cambios fundamentales en el orden gobernante.

Estas revoluciones, aunque no condujeron a resultados acordes con la voluntad de las naciones, marcaron el terreno para la implementación de ciertos proyectos en el mundo musulmán. Más detalles, con el analista iraní Mohammad Reza Moradi, quien analiza el tema en un artículo publicado por Mehr News.

Siria e Irak se encuentran entre los países que experimentaron mayor inestabilidad e inseguridad debido a la presencia de grupos terroristas. Más de una vez, más de un medio ha informado que sin el apoyo de los países occidentales, el grupo terrorista Daesh no podría haber surgido en Siria e Irak.

La ocupación de varias partes de Siria por parte del grupo terrorista Daesh llevó a la creación de la llamada coalición anti-Daesh liderada por Estados Unidos. La coalición allanó el camino para una presencia militar estadounidense en el norte y este de Siria.

¿Cuál es el objetivo real que pretenden alcanzar los estadounidenses a través de sus múltiples bases militares en territorio sirio?

Estados Unidos tiene actualmente 28 bases, incluidas 24 bases militares en Siria. Según informes de los medios, más de 2.000 soldados estadounidenses están estacionados en estas bases con el pretexto de apoyar a las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) y evitar el regreso de Daesh. Estas fuerzas se distribuyen entre las provincias de Deir ez-Zor y Hassaké. Las bases militares estadounidenses se extienden a lo largo de la orilla oriental del Éufrates, desde el sureste de Siria cerca del puesto fronterizo de al-Tanf, hacia el noreste y áreas cercanas a los campos petroleros de Ramilan, y generalmente en las provincias de Hassaké y Deir ez-Zor.

Estas 28 bases son los centros más importantes de la presencia estadounidense en Siria. A través de estas bases, Washington busca bloquear los pozos de petróleo y gas de Siria y evitar que las fuerzas de resistencia sirias unan sus fuerzas. No hace falta decir que Estados Unidos está siguiendo un enfoque en Siria que espera estabilice su presencia allí, especialmente en la región noreste, donde se encuentran las bases estadounidenses más importantes.

Estados Unidos ha anunciado su intención de luchar contra Daesh y apoyar a las fuerzas kurdas sirias, pero en el contexto actual del fin de la soberanía territorial de Daesh en Siria, nada justifica el mantenimiento de la presencia estadounidense en Siria; lo que significa que el objetivo de Estados Unidos en Siria no es luchar contra Daesh, sino implementar otro plan.

Numerosos medios han informado que Estados Unidos ha establecido estas bases con el propósito de saquear los recursos petroleros de Siria. Si bien este análisis es plausible, la principal estrategia de Washington en Siria no debe pasarse por alto. Es simplista creer que los estadounidenses están en Siria solo para mantener un dominio absoluto sobre los recursos de hidrocarburos.

Para mantener su papel en la Siria posterior a Daesh, Estados Unidos necesita fuerzas en las que pueda confiar. En el contexto actual, la estrategia estadounidense de apoyo a las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) tiene como objetivo garantizar un papel para los estadounidenses en el sentido de rastrear el futuro de Siria.

La antigua administración estadounidense creía que Siria y las áreas bajo el control de las Fuerzas Democráticas Sirias serían la última área segura y confiable para las fuerzas estadounidenses bajo presión para abandonar el país. La provincia de Hassaké es en realidad la base militar estadounidense más importante en Siria, y la mayoría de las bases militares están ubicadas en áreas que contienen campos de petróleo y gas y posiciones de las SDF.

Es por esto que las razones de la existencia de 28 bases estadounidenses en Siria no deben reducirse a la existencia de recursos petroleros, lo que, sin embargo, sigue siendo una razón suficientemente motivadora, particularmente en la región noreste.

Estados Unidos busca una presencia a largo plazo en Siria; no toleran fácilmente que se rastree el futuro de Siria sin su papel e influencia. También es la quintaesencia de la estrategia estadounidense en la región. Irak ya no es un lugar seguro y confiable para Estados Unidos, porque con el asesinato del general Soleimani y Abu Mahdi al-Mohandes y la creciente presión para retirar las tropas estadounidenses de Irak, se debe crear otro lugar seguro para las fuerzas estadounidenses. El norte y el este de Siria son el lugar seguro que Estados Unidos está tratando de transformar en un bastión ideal desde el que pretende llevar a cabo sus proyectos regionales, especialmente en Irak y Siria.


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