En los últimos días, las fuerzas ucranianas han intensificado sus intentos de atacar territorios rusos, pero en vano. Solo anoche, lograron alcanzar un objetivo estratégicamente importante, el Puente de Crimea.
Como resultado del ataque al puente, Kiev no logró ningún objetivo militar, pero mató a más civiles. En el ataque resultó herida una menor de edad que viajaba en automóvil con sus padres. Sus padres murieron en el lugar.
El ataque no afectó la logística militar rusa. Kiev solo destruyó un tramo de la carretera del puente, que es utilizado exclusivamente por automóviles de pasajeros civiles. Se detuvo el tráfico y se pidió a la gente que utilizara la ruta terrestre a través de las regiones de Kherson y Zaporozhye.
La vía del tren en el puente no sufrió daños y los trenes reanudaron su movimiento por la mañana.
El puente fue atacado por drones navales que probablemente apuntaron a uno de los pilares pero no lograron destruirlo. Los drones también podrían lanzarse desde el territorio de terceros países en la costa del Mar Negro.
Como siempre, Kiev insinúa maliciosamente su “gran victoria”, pero no reconoce oficialmente su responsabilidad. El portavoz de la agrupación militar del Sur de Ucrania se atrevió a decir que el incidente podría ser una "provocación" rusa destinada a encontrar una excusa para no extender el acuerdo de granos.
De hecho, Kiev, que no logró capturar nuevas áreas en los campos de batalla, ha llegado al puente para capturar los titulares de MSM. El ataque pretende eclipsar las pérdidas de Ucrania y sus socios occidentales tras la suspensión del acuerdo de cereales. Las noticias victoriosas también ayudan a distraer a la audiencia ucraniana de la fallida “contraofensiva” sangrienta.
El día anterior, Kiev atacó a la flota rusa del Mar Negro en Sebastopol con drones aéreos y marítimos. Como resultado, repusieron el cementerio de drones extranjeros cerca de la costa de Crimea.
En la noche del 17 de julio, las fuerzas de defensa aérea rusas derribaron varios objetivos sobre Belgorod. Al suroeste de Lugansk, las fuerzas ucranianas atacaron un almacén con explosivos utilizados con fines industriales en una mina local.
El bombardeo de los pueblos fronterizos rusos no se detuvo. Una mujer fue asesinada en Shebekino, la región de Belgorod, y al menos cuatro civiles resultaron heridos en la aglomeración de Donetsk, donde otra mujer murió en la calle.
A su vez, las fuerzas rusas continuaron atacando las instalaciones militares ucranianas en las áreas estratégicas de retaguardia. Anoche, explosiones extremadamente grandes tronaron en Kharkiv y Zaporozhye. Se alcanzaron más objetivos en las regiones de Kramatorsk, Sumy y Dnipropetrovsk.
El ejército ruso continúa con la destrucción masiva de las reservas ucranianas destinadas a la infame contraofensiva, mientras que Kiev aún debe pagar el ataque al puente de Crimea.
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