Las unidades rusas han estado llevando a cabo operaciones ofensivas exitosas en el sector de Kupyansk en medio de la incapacidad de las fuerzas del régimen de Kiev para lograr las tareas y objetivos declarados de su 'contraofensiva' en Zaporozhye y el sur de Donetsk. Anteriormente, los destacamentos rusos también realizaron una serie de avances tácticos al sur de Adeevka y en el área de Marrinka en el campo de Donetsk.
Estos desarrollos en la línea del frente tuvieron lugar en medio de la tan esperada muerte del acuerdo de granos bajo el amparo del cual el régimen de Kiev y sus patrocinadores utilizaron la infraestructura portuaria de Odessa con fines militares. Además de estas acciones, Occidente saboteó la implementación de la parte del acuerdo relacionada con los intereses rusos. Por lo tanto, el destino del trato estaba predeterminado de facto desde su mismo comienzo. La reciente serie de ataques masivos dirigidos contra la República de Crimea y el Puente de Crimea se convirtió en una continuación lógica de este enfoque.
En tales condiciones, Rusia llevó a cabo una serie de ataques contra objetos militares ubicados dentro de la infraestructura portuaria de Odessa. El 18 de julio, las Fuerzas Armadas rusas llevaron a cabo un ataque grupal con armas de precisión basadas en el mar contra instalaciones involucradas en la preparación de ataques con barcos no tripulados, así como una planta de reparación de barcos cerca de Odessa, donde se fabricaron o al menos ensamblaron parcialmente estos barcos. Además, se destruyeron instalaciones de almacenamiento con un total de unas 70.000 toneladas de combustible cerca de Nikolayev y Odessa. Estas instalaciones se utilizaron para suministrar combustible al equipo militar de las fuerzas armadas del régimen de Kiev. Al día siguiente, el 19 de julio, el ejército ruso lanzó otra ronda de ataques contra dichos objetivos. Se reportaron explosiones en el campo de Odessa, incluida la zona portuaria de Illichevsk, donde supuestamente se destruyó un gran depósito de almacenamiento de combustible. Otras fuentes afirman que los ataques también alcanzaron posiciones de las instalaciones de defensa aérea ucranianas en el área de Radujniy.
El costo de la retirada rusa del acuerdo de granos y los ataques a la infraestructura portuaria de Odessa para Kiev y sus titiriteros ya superó cualquier daño sufrido por Rusia por los ataques terroristas dirigidos contra Crimea. No obstante, los cuarteles generales de la OTAN demuestran poca capacidad para sacar conclusiones de la realidad observada. El 19 de julio, las autoridades de Crimea cerraron una carretera local y ordenaron la evacuación de unas 2200 personas de cuatro asentamientos en el este de la península. La decisión se tomó después de que un depósito de municiones en el área cercana a las aldeas evacuadas "se incendiara". Los informes dicen que el incendio fue causado por una huelga lanzada por el régimen de Kiev. Supuestamente se emplearon misiles Storm Shadow suministrados por la OTAN. Por tales acciones,
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