jueves, 29 de noviembre de 2018

La ultraderecha está de moda


Por Marcelo Colussi

Sarcásticamente se ha dicho que años atrás, para competir en las elecciones presidenciales, la imagen de duro y matón quitaba votos.
Hoy, por el contrario, parece haberse invertido la cuestión: ofertas de mano dura, de ultraderecha, totalmente conservadoras –a lo que debería sumarse un mensaje de racismo, machismo, homofobia y xenofobia– parecen ser la clave para ganar.
En Estados Unidos y en Europa vemos, para consternación de muchos, que propuestas políticas y gobiernos con características neofascistas están en aumento. Para los 90 del siglo pasado, esa tendencia derechosa del electorado no pasaba del 10 %; hoy representa una cuarta parte. Muchos países ya han optado por gobiernos centrales o parlamentos con una clara tendencia neofascista, profundamente racista y xenófoba. La tendencia parece ir en aumento. ¿Está de moda? En Latinoamérica, con sus características propias, también parece haber llegado esa ola. ¿Qué está pasando?
En Francia, Marine Le Pen, hija del ultraconservador Jean Marie Le Pen, obtiene un 33 % de preferencia electoral en la segunda vuelta presidencial, siendo figura clave de la política nacional gala con su encendido discurso neofascista; en Alemania, aunque constitucionalmente están prohibidos los partidos y manifestaciones neonazis, la fuerza ultraderechista Alternativa para Alemania tiene 90 escaños en el parlamento; en Italia gobierna una coalición de extrema derecha encabezada por la xenófoba Liga del Norte, quien no oculta su voluntad de separarse del sur “pobre y subdesarrollado”; en Hungría (ex república de la órbita soviética) el primer ministro Viktor Orbán, de la mano de un partido de extrema derecha y ultranacionalista, ganó dos elecciones, con más del 50 % del electorado. En Polonia, también ex Estado pro soviético, gana una propuesta de extrema derecha con los hermanos Jaroslaw y Lech Kaczyński, dominadores del partido ortodoxo Ley y Justicia. Procesos similares se dan en Croacia, República Checa, Holanda, incluso –para sorpresa y desolación de muchos– en países otrora socialdemócratas y ejemplos de tolerancia y apertura, como Suecia o Finlandia.
Siempre en esta lógica de la derechización en la visión del mundo y de la política, y poniendo chivos expiatorios por delante como son los inmigrantes irregulares, en el Reino Unido de Gran Bretaña gana una propuesta como el Brexit, es decir, la salida de la Unión Europea (UE) en nombre de un acendrado nacionalismo conservador, viendo en la inmigración un peligro mortal. Y en Estados Unidos gana la presidencia (y probablemente pueda repetir) un ultra ortodoxo de línea dura como Donald Trump, con su xenofóbico llamado a construir el muro para detener a los “delincuentes hispanos”, más un modo absolutamente autoritario y patriarcal que, en vez de repeler, gana votos.
Pareciera darse una fiebre de ultra derecha por doquier; también en Latinoamérica asistimos a estos procesos de derechización creciente (Mauricio Macri en Argentina, Sebastián Piñera en Chile, Iván Duque en Colombia), terminando con el militar retirado (y payasescamente ultra conservador) Jair Messias Bolsonaro en Brasil (quien pareciera haberse tomado en serio su segundo nombre).
Debería hacerse una diferenciación entre la ultraderecha del Norte y la de Latinoamérica. En los países desarrollados, Estados Unidos y los de la Unión Europea, puede hablarse de neofascismo. No es exactamente igual lo que sucede en Latinoamérica.
El rebrote neofascista o neonazi al que se asiste en el Primer Mundo tiene causas bien concretas, con actores claramente identificados. Las causas son materiales, económicas, a lo que se suman, por supuesto, factores psicológico-culturales que retroalimentan las anteriores. El nacional-socialismo alemán de entreguerras, preparatorio de la segunda conflagración mundial, tuvo que ver con la postración del pueblo teutón y su empobrecimiento tras la derrota en 1918. Fue un proyecto de reactivación económica, asentado en la loca creencia de ser una “raza superior” destinada a manejar el mundo, con lo que se logró movilizar a todo un pueblo: proletariado y clase media empobrecida. El orgullo alemán se movió con un mensaje quasi apocalíptico de un líder tremendamente carismático –Adolf Hitler– que pudo conducir ese descontento transformándolo en espíritu bélico y expansionista. El chivo expiatorio del caso fue, básicamente, la minoría judía (junto a otras, siempre vistas como “elemento a exterminar”: gitanos, homosexuales, comunistas).
Esa composición, que habla de una situación de empobrecimiento, se repite hoy día. ¿Por qué el resurgir de las tendencias neofascistas en Europa y Estados Unidos? Porque la crisis sistémica del capitalismo que se arrastra desde hace una década, con el gran crack financiero del 2008, no se resolvió, ni da miras de hacerlo. A lo que se suma la globalización neoliberal imperante, que hace que muchas grandes empresas multinacionales muevan sus plantas fabriles desde sus países de origen al Sur (allí hay mano de obra más barata, sin sindicatos, no se respetan regulaciones medioambientales ni se pagan impuestos). Todo ello, aunado, contribuye a un empobrecimiento creciente de la gran masa trabajadora: el empantamiento del sistema y la pérdida de puestos de trabajo son una bomba de tiempo. El “malo de la película”, para el caso, está dado por los inmigrantes (africanos y del Oriente Medio fundamentalmente en Europa, latinoamericanos para Estados Unidos), quienes, según el encendido y mentiroso discurso neofascista, “vienen a robar plazas a los trabajadores nacionales”.
Siempre pareciera haber necesidad de chivos expiatorios (verdad que nos enseña la Psicología). “El infierno son los otros”, sintetizó magistralmente Jean Paul Sartre. El inmigrante lleva esa carga: además de huir de sus países de origen por las condiciones pésimas en que vive, se encuentra con el desprecio racista de los ciudadanos de los países “desarrollados” (¿el racismo es de desarrollados? Pero… ¿qué es eso del desarrollo entonces? ¿La falta de solidaridad hace parte de él?)
El problema no son los migrantes; migraciones hubo siempre, en toda la historia humana.El mundo se pobló de humanos porque, inmemorialmente, hubo migraciones hacia todos los rincones del planeta,por lo que no existen “razas puras”. Esa es una quimera supremacista que asienta y justifica una inmisericorde explotación económica. ¿Por qué “trabajar duro” se dirá “trabajar como negro”?
Ahora bien: el rebrote ultraconservador al que asistimos en Latinoamérica no tiene similares motivos. En todo caso, es parte de una “ola ideológica” universal, que complementa perfectamente las políticas neoliberales en curso, y que no parecen estar por extinguirse en lo inmediato. Como cada vez más la guerra ideológico-cultural se libra a través de los medios masivos de comunicación (la prensa hace tiempo dejó de ser el “cuarto poder”; ahora es parte medular del mismo poder), la prédica pro capitalista, privatista, anti Estado, y por supuesto visceralmente anticomunista, ha hecho mella. Si a eso se suma la caída de los primeros socialismos reales y el fracaso de los progresismos recientes en Latinoamérica (empantanados algunos, o salidos del poder ya a partir de las denuncias –exageradas fake news mediante– de corrupción otros), queda claro que al esclavo se le hace pensar con la cabeza del amo (“La ideología dominante es la ideología de la clase dominante”, sentenciaban Marx y Engels hace más de 150 años, y no se equivocaban).
En estas tierras latinoamericanas ha habido, desde que existen como Estado-nación modernos, gobiernos autoritarios, dictaduras militares en muchos casos. Son fascistas en su modalidad política: no democráticos, verticales, sanguinarios con los disidentes. Pero no lo son en términos económicos, al menos no del mismo modo que lo son para los países del Norte. Lo que presenciamos ahora es una entronización de un discurso mediático que parece responder a una “moda”, una generalizada tendencia que parece arrasar todo: “Ser de derecha está de moda”, decía mordaz Pedro Almodóvar. La “moda” ha llegado también a América Latina. Como siempre, al menos hasta ahora, las tendencias las fija el Norte; el Sur repite con pálidas y deslucidas copias.
De todos modos, para el gran campo popular de cualquier lugar del mundo, esta ola es siempre una mala noticia: se cierran espacios, se criminaliza cualquier forma de protesta, se asiste a un verticalismo muy peligroso. Todo lo cual facilita la profundización de la explotación del trabajador (obrero industrial urbano, proletariado agrícola, ama de casa, trabajador en general, así sea profesional con doctorado), explotación y trabajo alienado que siguen siendo la piedra sobre la que asienta el capitalismo.
No está claro qué podrá suceder en el corto y mediano plazo. Lo que sí es evidente es que el sistema capitalista está trabado y no encuentra salida. A no ser, tal como pasó en la década del 30 del siglo pasado, luego de la gran crisis de 1929, que la salida (si a eso se le puede llamar tal) sea una nueva guerra global. Hay indicios preocupantes que eso pudiera llegar a ocurrir. Todos pensamos que la racionalidad habrá de primar, pues una guerra mundial hoy día, con armamentos nucleares, podría significar lisa y llanamente el fin de la especie humana. Pero las posibilidades de ese holocausto, lamentablemente, están dadas.
Ante esa avanzada de la ultra derecha (con machismo patriarcal, homofobia y retrógrados discursos conservadores incluidos), como campo popular, como izquierdas, como seres progresistas, debemos oponer la más férrea resistencia: denunciar, esclarecer, llevar otro mensaje ideológico, organizar, prepararse para la batalla. ¿Quién dijo la tremenda estupidez que la historia había terminado y no había más luchas de clases? No hay dudas que ahora los avances revolucionarios no se muestran muy posibles. El triunfo del neoliberalismo y del gran capital fue enorme, y la lucha ideológica, hoy por hoy, parece ir ganándola la derecha, ahora en su versión de ultraderecha. Para el campo popular la actualidad es, en todo caso, una época de resistencia y reorganización. Pero la larga lucha por el mejoramiento de la humanidad no ha terminado, en absoluto.


Exalmirante de EEUU se jacta de la "barrida" de EEUU en Suramérica con Bolsonaro



El olimpo militar, empresarial y legal de EEUU festeja el viraje de Brasil a la derecha con el ascenso de Bolsonaro que se suma a las victorias conservadoras en casi todo el continente americano con la excepción de México. El poder de los militares en Brasil será considerable y será un gran aliado geoestratégico de Trump.
James Stavridis pertenece a la alcurnia de una extraña mezcla militar, legal y empresarial de grupos omnipotentes de EEUU: exalmirante, anterior comandante de la OTAN, decano emérito de la Fletcher School of Law and Diplomacy de la Universidad Tufts, consultor ejecutivo del misterioso Grupo Carlyle —con fuertes nexos con 'Daddy' Bush y su secretario de Estado texano, James Baker, y que manejó el portafolio financiero de la familia Bin Laden— y preside el consejo consultivo de McLarty Associates, cuyo mandamás es íntimo de Bill Clinton y quien se asociara en una etapa con Kissinger.
En síntesis, el exalmirante Stavridis se mueve en el olimpo estadounidense. De ahí que su opinión vertida al portal Bloomberg —vinculado a los intereses de Salomon Brothers-Citigroup y Merrill Lynch, cuyo controlador, el israelí-estadounidense Michael Rubens Bloomberg, es un vulgar 'saltimbanqui' de la política: primero demócrata, luego alcalde por Nueva York como republicano, y hoy de nuevo como demócrata contra Trump y pro-Hillary— tome una relevancia singular en referencia al beneficio que obtuvo EEUU con el ascenso del exmilitar y hoy presidente de Brasil: "Bolsonaro de Brasil completa la barrida estadounidense en Sudamérica: el continente es ahora amigable a EEUU, con la excepción de Venezuela, el tiempo que Maduro resista en el poder".
Mas allá de que Stavridis confunda "Suramérica" con el "continente" entero, comenta que "hace una década solía visitar frecuentemente Brasil" en su calidad de comandante del Comando Sur y no se le escaparon "sus inmensos recursos naturales y el poder y profundidad del río Amazonas".
El excomandante de la OTAN aborda el viraje de la elección presidencial en Brasil que "se movió abruptamente, casi en forma impensable, a la derecha" con el "poderoso triunfo" de Bolsonaro. Omite que tal triunfo fue acompañado del rechazo del 46% del electorado y que a final de cuentas contó con una diferencia de 11% que no significa ningún mandato.
En forma interesante, el exalmirante detecta "notables paralelismos con la elección de EEUU en 2016" y el triunfo de Donald Trump, quien obtuvo la presidencia después de ocho años ininterrumpidos de control de la Casa Blanca por el Partido Demócrata.
Stavridis también aborda el significado de Bolsonaro para "Brasil, la región, EEUU y el mundo".
No duda que el militar de reserva usará una "mano de hierro" contra el crimen y sus pandillas cuando una de sus principales cartas electorales fue detener "la epidemia homicida que asesinó a más de 63.000 en 2017".
Mas allá de sus acrobacias retóricas sobre la forma de combatir el crimen, el exalmirante sentencia que la "elección de Bolsonaro consolida el viraje a la derecha en toda la región", con la "excepción de México, que frecuentemente se mueve en forma ortogonal a sus vecinos".
Por "ortogonal" Stavridis se ha de referir a la llegada del centroizquierdista López Obrador a la presidencia de México que llevaba desde hace 36 años con Miguel de la Madrid Hurtado, gobiernos neoliberales ininterrumpidos del binomio coaligado PRI-PAN que siguieron al pie de la letra el decálogo del Consenso de Washington, obedeciendo todos los dictados estratégicos de EEUU y llegando hasta entregar en forma anómala la joya geoestratégica de sus hidrocarburos: el petróleo.
El excomandante de la OTAN juzga que "la mayor parte de los países se mueve a la derecha como Argentina, Chile, Colombia y Perú, las más poderosas economías de Sudamérica, que han elegido presidentes conservadores en los pasados tres años" y aduce que "aún Bolivia y Ecuador se han cargado un tanto a la derecha".
Pero nada se compara al gigante brasileño que ostenta 200 millones de habitantes del total de 600 millones de toda Latinoamérica y que con el ascenso de Bolsonaro se ha cargado a la derecha: "Es un movimiento tremendo que será visto en términos muy favorables por Donald Trump", quien "tendrá un aliado íntimo y un acólito en Bolsonaro".
El exalmirante considera que "las tensas relaciones actuales mejorarán en forma considerable". Se ha de referir a la pertenencia de Brasil a los BRICS y a su cercanía geoeconómica con China.
Para Stavridis "una de las zonas potenciales más poderosas de cooperación" será el ámbito militar y espera que los "militares de Brasil inviertan más en los sistemas de defensa de EEUU" con "mayor énfasis en la investigación y desarrollo de la aviación, la ciberdefensa y las fuerzas especiales".
El exalmirante, con fuertes nexos con el Grupo Carlyle y McLarty Associates, no oculta su satisfacción por la postura "extraordinariamente pronegocios de Bolsonaro" quien imitará a Trump recortando las regulaciones de la economía, "reduciendo las protecciones ambientales para los sectores del petróleo y el gas" sin ningún miramiento por el medioambiente y "el poder y la profundidad del río Amazonas", que tanto lo sedujo.
Lo más relevante para el excomandante de la OTAN es que Bolsonaro "se moverá más cerca de EEUU y se alejará de China", lo cual ya había avizorado en un previo artículo
Stavridis se jacta de que "EEUU deberá usar su influencia considerable para mejorar los resultados geoestratégicos para el beneficio" de ambos países. Así las cosas, Stavridis festeja que "EEUU haya encontrado de un día a otro un entusiasta socio internacional y regional".
A Juicio de Stavridis, "para EEUU, la elección de Bolsonaro representa una oportunidad real de tener un socio fuerte para tratar con Venezuela y Cuba, así como lidiar con el flujo de narcóticos, la producción de energía y las operaciones militares".
Predice que "los militares de Brasil tendrán una mayor voz en la dirección del país", mientras que el poder del Congreso "será disminuido", así como la independencia del Poder Judicial. Es clara la bendición de un gran sector del olimpo de EEUU por la militarización de Brasil y su desdemocratización que puede servir de ejemplo a toda Latinoamérica con la explícita anuencia del Pentágono. Stavridis con su bola de cristal predice que los multimedia "se encontrarán bajo una fuerte presión".
¿La militarización de Brasil, con máscara electorera y sin un mandato rotundo con un magro 11% de diferencia, será el conejillo de indias para toda Latinoamérica? El mismo excomandante de la OTAN pregunta ¿qué tan lejos deseará ir Bolsonaro para empujar los límites del imperio de la ley, la democracia y los derechos humanos? Y contesta que "una apuesta inteligente sería decir que irá tan lejos como las otras instituciones de Brasil se lo permitan".
¿Las instituciones a las que alude Stavridis —el Congreso atomizado, y un poder judicial en su mayoría vinculado al ejercito como se notó con la colusión del juez Sergio Moro, adoctrinado en Harvard, quien tuvo la tarea de despedazar a la izquierda del Partido del Trabajo— podrán resistir la omnipotencia conjugada de los militares y los empresarios agraciados por las futuras privatizaciones y regalías al estilo Trump?



martes, 27 de noviembre de 2018

La doble moral del imperio estadounidense

Por Marcelo Colussi



Es una característica bastante frecuente en el ejercicio del poder el uso y el abuso de la “doble moral”.
Se dice una cosa y se hace lo contrario. Al poderoso no se le discute, se le obedece; y al subordinado no le quedan muchas alternativas respecto a los valores que le imponen. “Las órdenes no se discuten: se acatan”, suele decirse. Quien detenta una cuota de mayor poder puede exigir algo, pero él mismo no lo cumple. Eso es la impunidad.
Esto no significa que forzosamente, siempre y en todas las circunstancias, el poder sea hipócrita. Pero no hay dudas que ello es posible, y mucho. El poder, por definición, no va de la mano de la justicia. Como decía el refrán latino: “Lo que es lícito para [el dios] Júpiter, no es lícito para todos”. En otros términos: todos somos iguales… ¡pero hay algunos más iguales que otros!
Si fuera la equilibrada justicia la que rigiera el mundo… pues muy distinto sería el mundo entonces. Los poderes no suelen ser justos precisamente: son autoritarios. Cuanto más grande es la cuota de poder en juego, mayor puede ser la cuota de injusticia. O dicho en otros términos: mayor puede ser la impunidad, la hipocresía, la doble moral.
La clase dirigente de Estados Unidos de América y su aparato de gobierno -no es esto ninguna novedad- constituyen el más grande poder edificado en la historia humana. Su capacidad económica, política, militar, cultural, es única. Nunca había habido en la historia algo similar, y una vez que caiga como imperio -lo cual quizá no esté tan lejos- no es seguro que pueda repetirse algo igual. ¿Cómo será el mundo post imperio estadounidense? ¿Se llegará a la justicia real alguna vez? No sabemos, pero hoy eso se ve difícil. La Organización de las Naciones Unidas (ONU), la instancia supuestamente erigida para establecer una justicia global, se demuestra ineficiente, pues el poder real -aunque sea bochornoso tener que admitirlo- sigue asentando en el mayor poderío de fuerza bruta. En otros términos: el que tiene el garrote más grande, gana. Y la ONU absolutamente lejos está de poseer poder de coacción (no tiene garrote. Estados Unidos, sí).
Aprovechando ese poder descomunal (su economía continúa siendo la más grande, aunque China esté pisándole los talones, y su inversión militar equivale a la suma de todos los otros países del mundo juntos), aprovechando ese desarrollo monumental, su impunidad y doble moral son cada vez más absolutas. Señal, probablemente, que ha perdido la racionalidad. Las grandes potencias en ascenso son racionales, equilibradas, armónicas; cuando comienzan la curva descendente, todas, irremediablemente todas se trastocan, se vuelven “locas”. Eso está pasándole al gran imperio del Norte. En su avidez universal llegó al punto de sentirse un dios invencible (ahí está el proyecto del escudo antimisiles como prueba, para reafirmar su impunidad). Pero eso no es sino el síntoma de su descomposición, de su festín de impunidad irracional (claro que, preciso es decirlo, esa supuesta impunidad militar empieza a hacer agua. Rusia le ha tomado la delantera en armamentos estratégicos, superándolo en al menos 5 años de avance tecnológico). El discurso ya no se corresponde totalmente con la realidad. El ensoberbecimiento por la riqueza acumulada comienza a nublarle la vista.
Mientras cae, sin embargo, la hipocresía de su doble moral no deja de crecer. Se llena la boca hablando de democracia y libertad, mientras es el gobierno que más ha intervenido en todo el mundo violando infinitas veces los principios básicos de no-injerencia entre Estados. Es proverbial su defensa de las libertades civiles, pero con el Acta Patriótica aprobada luego de los atentados contra las Torres Gemelas y su universal cruzada contra el “terrorismo”, funciona peor que la peor dictadura antidemocrática concebible. Su población, sin que lo sepa, está infinitamente más vigilada que la de cualquier régimen dictatorial tercermundista.
Su gobierno vive hablando hasta el hartazgo de la no-proliferación de armas nucleares por parte de países “sospechosos” (Irán, Corea del Norte), pero se permite tener la mitad del arsenal atómico del mundo: 6000 misiles intercontinentales de los 12 000 que existen en el planeta. Y mientras condena a los gobiernos de Teherán o de Pyongyang por sus avances en materia nuclear, sin la más mínima vergüenza equipa a Israel con el mismo tipo de armas que fustiga furioso en otros (400 bombas atómicas, oficialmente inexistentes).
Habla de la transparencia de los mecanismos democráticos en los sistemas políticos de todo el mundo arrogándose el derecho de ser juez de las elecciones que le parecen “dudosas”, pero muchas de sus administraciones federales llegaron a la Casa Blanca con escandalosos fraudes electorales probados. Además, la metodología electoral que emplea (a través de colegios de electores) es la más proclive al fraude, hoy día superada por otros recursos técnicos.
Castiga a los gobiernos que se da el lujo de calificar de dictatoriales y a los golpes de Estado…., siempre y cuando constituyan obstáculos a su hegemonía: Fidel Castro, Mohamed Gadafi o Nicolás Maduro se presentan como “dictadores”, según su lógica, pero no lo eran Pinochet o Suharto. Y la doble moral llega al colmo de criticar cuartelazos -siendo que todos los golpes militares en Latinoamérica son, en definitiva, producto de su inspiración- mientras en lo doméstico ha tenido infames golpes palaciegos: el de Kennedy con magnicidio incluido, o el intento de destitución de Clinton con el indecoroso montaje escenificado a partir de su vida personal (la becaria Mónica Lewinsky), en los casos en que el titular del Ejecutivo no sigue a pie y juntillas los dictados de la gran empresa multinacional (para el caso, porque tocó los intereses de las grandes tabacaleras).
Habla de terrorismo -el nuevo demonio de mil cabezas- mientras protege a connotados mercenarios terroristas como Luis Posada Carriles, autor de un acto infame en contra de un avión comercial en vuelo con 76 muertes, quien también tomara parte en el atentado en Texas contra la vida del presidente Kennedy.
Y en relación a este connotado terrorista de Posadas Carriles, el Gobierno de Estados Unidos, siempre en la lógica de su bochornosa doble moral, alegó no entregarlo a la administración bolivariana de Venezuela por temor a que sea torturado mientras continúa torturando a mansalva en cárceles secretas, y no tan secretas, como en la oprobiosa base de Guantánamo en la isla de Cuba, o la tristemente célebre prisión de Abu Ghraib, en Irak.
Si de terrorismo se trata, los “fanáticos musulmanes” que hoy aterrorizan al mundo “libre y civilizado” (Al-Qaeda, el Estado Islámico), son su creación. “¿Qué significan un par de fanáticos religiosos si eso nos sirvió para derrotar a la Unión Soviética?”, dijo alguna vez Henry Kissinger sin la menor vergüenza.
Habla de la lucha frontal contra el narcotráfico, cuando está infinitamente probado que sus mismos órganos de seguridad y espionaje son quienes promueven ese negocio, el cual es gran impulso para su economía pero fundamentalmente: arma de control social. Doble moral infame que permite despotricar contra la producción de drogas ilegales cuando es su población la principal consumidora a escala planetaria.
Doble moral deleznable que lleva a su clase dirigente y a su gobierno a hablar de libertad mientras manejan por lejos el mercado internacional de las comunicaciones y de la creación de opinión pública (85% de los mensajes audiovisuales que circulan en Occidente provienen de su industria), manejando mentes y voluntades de un modo infinitamente superior al ideado por los primeros ideólogos nazis. Hollywood es, por lejos, la principal fábrica universal de mentiras.
Tal es el descaro en su hipócrita doble moral (dicho en otros términos: tal es su poderío intocable) que habla interminable de las bondades del libre mercado y el parasitismo del Estado, pero subsidia su producción agrícola nacional y traba el libre comercio haciendo jugar al Estado un papel fundamental en el mantenimiento del equilibrio de la gran empresa a través de su intervencionismo. Cada vez que alguna de sus grandes corporaciones multinacionales está en apuros (Lehman Brothers, General Motors Company, por mencionar algunos casos), su Estado sale al rescate. Privatiza las ganancias, pero socializa las pérdidas, haciéndole pagar al resto del mundo las mismas, con emisión inorgánica de su moneda, hoy por hoy, intocable aún en buena parte del mundo.
Habla del trabajo y la producción, pero en su fase de caída irremediable como imperio su dinámica económica básica está puesta en la más descarada especulación financiera, y dándose el lujo de criticar soberbio la "corrupción" de los “atrasados” países de su periferia, está en manos de impenetrables mafias corruptas que cada vez detentan más poder… y hacen negocios sucios a la sombra del Estado federal. Los paraísos fiscales de que se nutren son infinitamente más mafiosos, corruptos y repugnantes que el más mafioso de los capos de la droga latinoamericano.
Doble moral desvergonzada que le permite hablar de la ley para luego saltarla impunemente, como demuestra cada vez en forma más marcada su abandono de los mecanismos civilizados de la humanidad como la Organización de las Naciones Unidas, la Corte Penal Internacional (CPI) o los diversos tratados internacionales que desconoce jactancioso. Uno de sus funcionarios -John Bolton- pudo decir jactancioso y provocativo algunos años atrás que “si es necesario bombardear el edificio de la ONU, lo haremos”.
En otros términos: el mundo está gobernado por una banda de mentirosos descarados, machistas y agresivos convencidos que tienen el derecho natural de hacerlo. El actual presidente no es sino un exponente más de esa ideología. No es un payaso como algunos lo quieren presentar; es un cabal ícono representativo de esa impune insolencia bravucona. ¿Hasta cuándo lo permitiremos?


sábado, 24 de noviembre de 2018

Quién es Jamal Khashoggi, el periodista saudita desaparecido

Por BEN HUBBARD y DAVID D. KIRKPATRICK 
Jamal Khashoggi, en septiembre de 2018 CreditMiddle East Monitor, vía Reuters
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BEIRUT, Líbano — Jamal Khashoggi llegó a Washington hace un año y dejó atrás una larga lista de malas noticias en el lugar que llamaba su casa.
Después de una exitosa carrera como asesor y vocero no oficial de la familia real de Arabia Saudita, el príncipe heredero le prohibió escribir en el reino, incluso en Twitter. Su columna en un periódico propiedad de sauditas fue cancelada. Su matrimonio estaba fracasando. A sus familiares les prohibieron viajar, para presionarlo a dejar de criticar a los gobernantes del reino.
Entonces, después de que llegó a Estados Unidos, una ola de arrestos mandó a varios de sus amigos sauditas tras las rejas, y tomó una decisión difícil: era muy peligroso regresar a casa dentro de los próximos meses, quizá en cualquier momento.
Así que en Estados Unidos se reinventó como crítico en sus columnas en The Washington Post y creyó que en Occidente había encontrado un lugar seguro.
Pero resultó que la protección Occidente tiene límites.
Khashoggi fue visto por última vez el 2 de octubre, cuando entró al Consulado de Arabia Saudita en Estambul, Turquía, donde necesitaba recoger un documento para su boda. Ahí, según funcionarios turcos, un equipo de agentes sauditas lo mataron y lo desmembraron.
Los funcionarios sauditas han negado haberle hecho daño a Khashoggi, pero dos semanas después de su desaparición, no han podido dar evidencia de que salió del consulado ni han ofrecido ningún recuento creíble de lo que pasó con el periodista.
Su desaparición ha abierto una disputa entre Estados Unidos y Arabia Saudita, el principal aliado árabe del gobierno de Donald Trump, y ha dañado seriamente la reputación del príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, el hombre de 33 años que ostenta el poder detrás del trono saudita y que esta vez quizá se excedió incluso para sus más leales simpatizantes en Occidente.
Una fotografía fija de la grabación de una cámara de seguridad que se piensa muestra a Khashoggi ingresando al consulado. CreditHurriyet, vía Associated Press

La posibilidad de que el joven príncipe ordenara el asesinato de un disidente representa desafíos para el presidente Trump y puede convertir las antes cercanas relaciones en tóxicas. Podría convencer a aquellos gobiernos y corporaciones que han ignorado la destructiva campaña militar del príncipe en Yemen, el secuestro del primer ministro libanés y sus olas de arrestos de clérigos, empresarios y otros príncipes de que es un autócrata despiadado que no se detendrá ante nada para acabar con sus enemigos.
Aunque la desaparición ha proyectado una nueva luz más intensa sobre el príncipe heredero, también ha llamado la atención sobre las simpatías enredadas a lo largo de la carrera de Khashoggi, en la cual equilibró lo que parece haber sido una afinidad privada por la democracia y el islam político con su prolongado servicio a la familia real.
Su atracción al islam político le ayudó a forjar un vínculo personal con Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía, quien ahora exige que Arabia Saudita explique el destino de su amigo.
La idea del autoexilio en Occidente fue un golpe para Khashoggi, de 60 años, quien había trabajado como reportero, comentarista y editor para convertirse en una de las personalidades más conocidas del reino saudita. La primera vez que llamó la atención internacional fue cuando entrevistó a un joven Osama bin Laden y, posteriormente, se convirtió en un reconocido confidente de reyes y príncipes.
Gracias a su carrera estableció muy buenas conexiones y el hombre alto, amistoso y fácil de tratar parecía conocer a todo aquel que tenía alguna relación con Arabia Saudita durante las tres últimas décadas.
No obstante, establecerse en Washington tenía sus ventajas. Un amigo lo invitó a pasar el Día de Acción de Gracias el año pasado y él compartió con sus 1,7 millones de seguidores en Twitter una foto de sí mismo en la cena engullendo pavo y batatas o camotes.
Cuando llegó su turno de compartir por qué estaba agradecido, dijo: “Porque soy libre y puedo escribir con libertad”.
De acuerdo con entrevistas hechas a decenas de personas que conocían a Khashoggi y su relación con los líderes sauditas, su afición por escribir libremente y el que quisiera impulsar una reforma política desde el extranjero lo pusieron en un camino de rivalidad con el príncipe heredero.
Aunque Arabia Saudita ha sido gobernada desde hace mucho tiempo conforme al consenso de príncipes veteranos, el príncipe heredero ha desmantelado ese sistema y dejó su propio poder sin revisión alguna. Si se tomó una decisión para silenciar a quien el reino consideraba un traidor, probablemente la tomó él.
Osama, Adnan y la Hermandad Musulmana
En Afganistán, Khashoggi vistió ropa de la región y le tomaron una foto en la que sostiene un rifle de asalto, lo que ocasionó el disgusto de sus editores. Sin embargo, al parecer no combatió realmente durante su asignación en ese lugar.

Lo que le dio fama a Khashoggi fue conocer a Osama bin Laden. Khashoggi había pasado un tiempo en Yeda, la ciudad natal de Bin Laden y, como Bin Laden, él provenía de una familia prominente que no pertenecía a la realeza. El abuelo de Khashoggi fue un médico que trató al primer rey de Arabia Saudita. Su tío fue Adnan Khashoggi, un famoso vendedor de armas, aunque Jamal Khashoggi no obtuvo beneficio alguno de la fortuna de su tío.
Khashoggi estudió en la Universidad Estatal de Indiana y regresó a Arabia Saudita para trabajar como reportero de un periódico en inglés. Varios de sus amigos afirman que Khashoggi también se unió a la Hermandad Musulmana.
Aunque después dejó de asistir a las reuniones de esta agrupación, se mantuvo enterado de la retórica conservadora, islamista y a menudo anti-Occidente, que podía desplegar o esconder dependiendo de quien buscara hacerse amigo.
Sus colegas en el periódico lo recuerdan como amistoso, considerado y devoto. A menudo dirigía rezos comunitarios en la redacción, recordó Shahid Raza Burney, un editor indio que trabajó con él.
Como muchos sauditas en la década de los ochenta, Khashoggi estuvo a favor de la yihad en contra de los soviéticos en Afganistán, la cual fue apoyada por la CIA y Arabia Saudita. Así que cuando recibió la invitación de verla por sí mismo de parte de otro joven saudita, Bin Laden, Khashoggi aprovechó la oportunidad.
En Afganistán, Khashoggi vistió ropa de la región y le tomaron una foto en la que sostiene un rifle de asalto, lo que ocasionó el disgusto de sus editores. Sin embargo, al parecer no combatió realmente durante su asignación en ese lugar.
“Estuvo ahí como periodista, aunque hay que aceptar su simpatía por la yihad afgana, pero la mayoría de los periodistas árabes pensaban igual, y muchos periodistas occidentales también”, dijo Thomas Hegghammer, un investigador noruego que entrevistó a Khashoggi sobre su etapa en Afganistán.
Sus colegas estuvieron de acuerdo.
“Decir que Jamal era algún tipo de extremista son puras mentiras”, dijo Burney, ahora el editor de un periódico en India.
No obstante, el fracaso de la guerra en colocar a Afganistán en una posición sólida persiguió a Khashoggi, así como lo hizo el posterior regreso de Bin Laden al terrorismo.
“Estaba decepcionado de que después de toda esa lucha, los afganos nunca se unieron”, dijo un amigo saudita de Khashoggi, quien habló con la condición de mantener su anonimato pues teme represalias.
Los viajes de Khashoggi a Afganistán y su relación con el príncipe Turki al Faisal, quien encabezaba la inteligencia saudita, levantaron sospechas entre algunos de sus amigos de que Khashoggi también espiaba para el gobierno saudita.
Años después, en 2011, cuando integrantes de equipos especiales de las fuerzas armadas de Estados Unidos mataron a Bin Laden, Khashoggi vivió el duelo de su antiguo conocido y en lo que se había convertido.
“Colapsé en llanto hace un tiempo, con el corazón roto por ti, Abu Abdullah”, escribió Khashoggi en Twitter, al usar el apodo de Bin Laden. “Eras hermoso y valiente en aquellos bellos días en Afganistán, antes de que te entregaras al odio y la pasión”.
De reportero a informador de la realeza
Miembros de la Asociación Turca de Derechos Humanos protestando afuera del consulado saudita en Estambul la semana pasada CreditErdem Sahin/EPA, vía Shutterstock

Conforme su carrera periodística despegó, Khashoggi reportó desde Algeria y se introdujo en Kuwait durante la primera guerra del golfo Pérsico. Ascendió la escalera del mundo mediático del reino, en el que príncipes son propietarios de periódicos, el contenido es censurado y los escándalos que involucran a la realeza son sepultados.
Después de los ataques del 11 de Septiembre de 2001, atacó teorías de conspiración comunes en el mundo árabe y escribió que los aviones secuestrados “también atacaron al islam como religión y a los valores de la tolerancia y la coexistencia que promueve”.
Fue nombrado editor del periódico saudita Al Watan en 2003, pero fue despedido menos de dos meses después por un artículo en el que culpaba a un académico islámico por enseñanzas para justificar los ataques a los no musulmanes. Regresó al cargo en 2007 y duró un poco más en su segunda gestión.
Viajó con el rey Abdulaziz y se volvió cercano al príncipe lwaleed bin Talal, el inversionista multimillonario, quien posteriormente fue arrestado por el príncipe heredero Mohamed bin Salmán. El príncipe Turki, el exjefe de Inteligencia, contrató a Khashoggi como asesor cuando fungió como embajador ante el Reino Unido y Estados Unidos.
Fue durante ese periodo ahí que Khashoggi compró el condominio en McLean, Virginia, donde vivió después de escapar del reino.
Respaldo a levantamientos en el extranjero y reformas en casa

Amigos de Khashoggi aparecieron en un programa de televisión la semana pasada con una foto de él.CreditMucahid Yapici/Associated Press

Muchos de los amigos de Khashoggi afirman que a lo largo de su carrera de servicio a la monarquía, escondió sus creencias personales en favor de la democracia electoral y el islam político al estilo de la Hermandad Musulmana.
En 1992, el golpe militar en Algeria erradicó las esperanzas de que un partido político islamista ganara el control del Parlamento, entonces Khashoggi se alió con un amigo islamista en Londres para fundar una organización, Amigos de la Democracia en Algeria.
La relación de Khashoggi con la Hermandad Musulmana era ambigua. Esta semana, varios Hermanos Musulmanes dijeron que siempre sintieron que estaba con ellos. Muchos de sus amigos seculares no lo habrían creído.
Khashoggi solamente pidió reformas graduales a la monarquía saudita, al final apoyó sus intervenciones militares para inhibir lo que los sauditas consideraron la influencia iraní en Baréin y Yemen. Sin embargo, demostraba entusiasmo por los levantamientos que estallaron a lo largo del mundo árabe en 2011.
Sin embargo, como la yihad afgana antes de esos conflictos, los movimientos de la Primavera Árabe lo decepcionaron cuando devinieron en violencia y a medida que Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos usaron sus riquezas para aplastar a la oposición e impulsar a los autócratas.
La tolerancia del reino saudita incluso para las críticas mínimas se desvaneció después de que el rey Salmán bin Abdulaziz ascendiera al trono en 2015 y diera un tremendo poder a su hijo, Mohamed bin Salmán, el príncipe heredero, quien es conocido informalmente como MBS.
El joven príncipe anunció un programa para diversificar la economía y relajar las estructuras sociales, incluido el conceder el derecho de manejar a las mujeres.
Khashoggi aplaudió esas acciones, pero le irritó la manera autoritaria en la que el príncipe ostentaba el poder. Cuando Khashoggi criticó al presidente estadounidense, Donald Trump, después de su elección, funcionarios sauditas le prohibieron hablar, por temor a que dañara su relación con el nuevo gobierno.
El príncipe heredero persiguió a sus críticos con todo su poder, al prohibirles viajar y enviar a algunos a la cárcel. Khashoggi abandonó el reino el año pasado, antes de que varios de sus amigos fueran acorralados y cientos de sauditas prominentes fueran encerrados en el hotel Ritz-Carlton de Riad por acusaciones de corrupción. Algunos de ellos, incluidos por lo menos dos hijos de reyes anteriores, todavía están detenidos.
Khashoggi comenzó a escribir columnas para The Washington Post, en las que comparó al príncipe heredero con Vladimir Putin, presidente de Rusia. Los amigos de Khashoggi asumieron que tales textos lo llevaron a la lista negra del príncipe.
“Mohamed bin Salmán había estado pagando millones de dólares para crear una cierta imagen de sí mismo y Jamal Khashoggi estaba destruyendo todo eso con tan solo unas cuantas palabras”, dijo Azzam Tamimi, el amigo de Khashoggi con quien fundó la organización Amigos de la Democracia en Algeria. “El príncipe heredero debe haber estado furioso”.
No obstante, Khashoggi no se detuvo.
“Mohamed bin Salmán había estado pagando millones de dólares para crear una cierta imagen de sí mismo y Jamal Khashoggi estaba destruyendo todo eso con tan solo unas cuantas palabras”.AZZAM TAMIMI, AMIGO DE KHASHOGGI
Planeaba crear un sitio web para publicar informes traducidos sobre las economías de los países árabes, incluida Arabia Saudita, en donde él sentía que mucha gente no entendía la dimensión de la corrupción o el futuro limitado de la riqueza petrolera.
También estaba fundando una organización llamada Democracia en el Mundo Árabe Ahora (DAWN), un grupo de defensores. Khashoggi estaba tratando de asegurar el financiamiento y crear un consejo de administración cuando desapareció, aseguran sus amigos.
Al recibir un premio en abril por el Centro para el Estudio del Islam y la Democracia, Khashoggi dijo que la democracia estaba bajo ataque en todo el mundo árabe por parte de radicales islamistas, autoritarios y élites que temían que la participación popular traería el caos. Decía que la compartición del poder era la única manera de evitar guerras civiles y asegurar un mejor funcionamiento del gobierno.
El príncipe heredero “está invirtiendo cientos de miles de millones dólares en proyectos futuros y lo está haciendo a partir de su propia habilidad y juicio y de la habilidad de un pequeño círculo de asesores”, dijo Khashoggi. “¿Eso es suficiente? No, no es suficiente”.
Desde su mudanza a Washington, representantes del príncipe heredero lo contactaron en repetidas ocasiones para pedirle que bajara el tono de sus críticas y para invitarlo a regresar a casa, les dijo a sus amigos.
Sin embargo, Khashoggi estaba construyendo una nueva vida. Él y una investigadora turca, Hatice Cengiz, habían decidido casarse y establecerse en Estambul.
Maggie Mitchell Salem, una amiga desde hace mucho tiempo, se preocupaba por él y le pidió que le mandara un mensaje de texto cuando fuera a la embajada saudita en Washington.
“Él se rio de mí y dijo: ‘Ay, Maggie, Maggie, no seas ridícula’”, recordó ella.
Ben Hubbard reportó desde Beirut, Líbano, y David D. Kirkpatrick, desde Estambul, Turquía. Julian Barnes, Sharon LaFraniere, Edward Wong y Mark Mazzetti colaboraron con este reportaje desde Washington y Karam Shoumali, desde Berlín.


https://www.nytimes.com/es/2018/10/15/jamal-khashoggi-arabia-saudita/

miércoles, 21 de noviembre de 2018

PETRAS: "EL EJÉRCITO DE EE.UU. QUEDARÁ PRONTO AISLADO EN KABUL"


"Los talibanes están reconquistando provincia tras provincia"
Según el sociólogo estadounidense James Petras, los talibanes están avanzando a lo largo de todo el país. Este fin de semana, por ejemplo, cayó en sus manos una de las provincias supuestamente más seguras, bajo el control de fuerzas especiales norteamericanas".
En su habitual entrevista semanal en la emisora uruguaya "Radio Centenario",el sociólogo estadounidense James Petras se refirió la semana pasada un hecho significativo que no aparece en los noticiarios de los grandes medios de comunicación mundiales: el avance implacable de los talibanes en Afganistán.
"Los talibanes están avanzando en todo Afganistán",comenta Petras. "El pasado fin de semana capturaron una de las provincias"
"Primero hay que destacar algo importante que está sucediendo en Afganistán. Los talibanes están avanzando a lo largo de todo el país. Este fin de semana, por ejemplo, cayó en sus manos una de las provincias supuestamente más seguras, que permanecía bajo el control de fuerzas especiales norteamericanas".
"Ocurrió - relata Petras - que en esa provincia todas las fuerzas especiales estadounidenses fueron liquidadas. Los oficiales involucrados se dieron a la fuga. Y paso a paso, los talibanes están reconquistando provincia tras provincia, llegando a constituir grupos especiales en la misma capital afgana"
James Petras está convencido de que el ejército de su país quedará pronto aislado
"Estoy convencido de que en menos de un año, Washington va a tener que salir de ese país, o quedarse en aislados en Kabul"
En opinión de Petras ello está poniendo de manifiesto que la política bélica Trump y sus grandilocuentes declaraciones están obteniendo un rotundo fracaso.
"En esta línea de derrotas, por otra parte, - asegura Petras - hay un importante hecho más que destacar. China ha aumentado sus exportaciones este año a todo el mundo, incluyendo Estados Unidos. Sin embargo, las exportaciones estadounidenses están descendiendo. Ello pone de manifiesto que la guerra comercial emprendida por Washington no tiene ninguna fuerza real para su propósito de"cambiar el mundo" .
"Y podríamos decir algo similar con lo que sucede en Irán. Una docena de países que se encontraban sancionados por Estados Unidos, siguen vendiendo y comprando mercancías de Irán".
En la entrevista con la emisora uruguaya James Petras quiso abordar también la razones por la que se han producido los letales incendios en California, que han terminado acabando con la vida de varias decenas de personas, a lo que hay que agregar unas 200 desapariciones .
¿Cuál es la razón por la que se ha llegado a producir tanta muerte y destrucción?, se pregunta el intelectual estadounidense.
"La región afectada - precisa el sociólogo - está constituida por bosques y viviendas. De un lado nos encontramos con que es una zona donde se suelen producir sequías. Por tanto, no se deberían permitir concentraciones humanas tan densas en lugares tan peligrosos. Pero por otro es preciso tener en cuenta que allí nos han producido inversiones estatales para limitar los efectos".


martes, 20 de noviembre de 2018

¿Está implicado Israel en los atentados del 11-S?

Las Torres Gemelas de Nueva York (EE.UU.) en el momento de los ataques del 11 de septiembre de 2001. 

Israel podría ser blanco de una ley que abre la puerta para demandar a otras partes por su presunto papel en los atentados del 11-S.
Es la opinión de Philip Giraldi, analista político estadounidense, que en un artículo publicado la semana pasada indica que la presunta implicación del régimen israelí en los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York (EE.UU.) nunca ha sido investigada de manera seria y profunda.
Según el analista, en 2001 Israel estaba desarrollando una operación de espionaje masivo contra los musulmanes en EE.UU. Esta contaba con un gran número de jóvenes voluntarios que tenían que viajar alrededor del país vendiendo diversos productos en centros comerciales y mercados.
¿Tenía Israel conocimiento, ya fuese a grandes rasgos o en detalle específico sobre el 11-S?, ¿habría dejado que los atentados se produjeran para vincularse de manera más estrecha a Washington en una ‘guerra global contra el terrorismo’?”, se pregunta el analista político Philip Giraldi.
En el día de los ataques y cuando los edificios del World Trade Center se desmoronaban, testigos presenciales aseguraron que tres jóvenes estaban arrodillados en el techo de una furgoneta y se filmaban celebrando y riendo delante de la escena catastrófica.
Posteriormente, la policía detuvo a estos individuos, todos israelíes, y les acusó de espionaje. Tal y como se descubrió, había explosivos en la furgoneta. “Hay que reconocer que Israel tenía los medios, la capacidad y el acceso requeridos para derribar las Torres Gemelas usando explosiones controladas”, estima Philip Giraldi.
“¿Tenía Israel conocimiento, ya fuese a grandes rasgos o en detalle específico sobre el 11-S? ,¿habría dejado que los atentados se produjeran para vincularse de manera más estrecha a Washington en una ‘guerra global contra el terrorismo’?”, se pregunta el analista norteamericano. 
Giraldi concluye su artículo pidiendo una investigación independiente sobre la huella israelí en los atentados, pues, argumenta, la pesquisa inicial estuvo manejada por responsables con interés en el estamento político y “en relaciones exteriores y servicios de inteligencia”.
A finales de septiembre, la ley contra los patrocinadores del terrorismo (JASTA, en inglés) entró en vigor y abrió la puerta a los familiares de las víctimas del 11-S para que interpongan demandas contra el régimen saudí por su presunto apoyo a los terroristas que cometieron los ataques en 2001.

Profesor británico: Israel y sionistas están detrás del 11-S

Vista aérea del Centro Mundial del Comercio (WTC, en inglés) en los ataques del 11-S contra la Torre 7, 11 de septiembre de 2001.

Un destacado profesor británico afirmó que Israel y ‘los sionistas en el Gobierno de EE.UU.’ orquestaron los atentados terroristas del 11-S en Nueva York.
“No los saudíes, pero sí los israelíes hicieron estallar las Torres Gemelas con la ayuda de los sionistas en el Gobierno de los Estados Unidos”, tuiteó el sábado Kees van der Pijl, profesor de la Universidad de Sussex, en el Reino Unido.
Pijl usó como fuente un artículo titulado ‘9-11 / Israel lo hizo’, del sitio de teoría de Wiki Spooks, que también afirma que el grupo terrorista Al-Qaeda es un frente para el servicio de inteligencia del régimen israelí (el Mossad).
La Universidad de Sussex ha anunciado este martes que Van der Pijl, quien anteriormente se desempeñó como jefe del Departamento de Relaciones Internacionales de la universidad, está siendo investigado por sus comentarios.
No los saudíes, pero sí los israelíes hicieron estallar las Torres Gemelas con la ayuda de los sionistas en el Gobierno de los Estados Unidos”, tuiteó Kees van der Pijl, profesor de la Universidad de Sussex, en el Reino Unido.
Los comentarios del académico británico han sido blanco de las críticas de varios usuarios de Twitter, que los tildaron de “antisemitas”.
Respondiendo a los reproches, el profesor aseveró que si las críticas a la línea dura del partido israelí ultraderechista Likud y el Mossad, “por las cuales ya han muerto millones de personas y varios países destrozados son virulentamente antisemitas, entonces, soy culpable”, agregó.
El pasado mes de julio, el candidato republicano al Congreso por el estado de California (EE.UU.), John Fitzgerald, dijo que el “Holocausto judío” fue una “completa fabricación” y culpó al régimen israelí de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
En dicha fecha varios terroristas lograron hacerse con el control de cuatro aviones: dos se estrellaron contra las Torres Gemelas de Nueva York y otro contra el edificio del Departamento estadounidense de Defensa (el Pentágono). El cuarto aparato se estrelló en el estado de Pensilvania (noreste). Los atentados se saldaron con alrededor de 3000 muertos.


lunes, 19 de noviembre de 2018

La Demolición Controlada de las Torres Gemelas, del WTC 7 y Otros Sucesos


Hace 15 años, el 11 de setiembre del 2001, tuvieron lugar los mayores y más espectaculares atentados terroristas en el Continente Americano.

Los realizados contra el Centro Mundial de Comercio (World Trade Center) de New York y contra el Pentágono (sede del Departamento de Defensa de Estados Unidos), en Arlington (Virginia). El Gobierno de George W. Bush logró engañar durante mucho tiempo al pueblo estadounidense y al mundo entero que los responsables de tales atentados eran un grupo de 19 terroristas musulmanes de Al-Qaeda (dirigidos por Osama bin Laden desde unas cuevas en Afganistán) que habían secuestrado cuatro aviones de pasajeros, dos de los cuales los hicieron estrellar contra las Torres Gemelas del World Trade Center, un tercer avión contra el Pentágono, y que el cuarto avión, que presumiblemente tenía por objetivo la Casa Blanca o el Capitolio, se estrelló en Shanksville (Pensilvania), después de que los pasajeros lucharon con los secuestradores para tomar el control de la aeronave (aunque lo más probable es que haya sido derribada por la Fuerza Aérea de Estados Unidos).
Con el transcurrir del tiempo ha ido desvelándose la verdad, y ahora se puede decir casi de manera categórica que esos ataques terroristas, que costaron la vida de 2,992 personas, fueron planificados por el propio Gobierno de Estados Unidos y los organismos de inteligencia y seguridad de ese país, a fin de crear un estado de conmoción nacional y de aprobación de la población estadounidense a las invasiones militares de Afganistán, Irak y otros países, para apoderarse de sus riquezas y cumplir sus objetivos geopolíticos y hegemónicos de dominación de espectro completo.
Varios expertos en construcción de rascacielos han señalado que es imposible que el incendio generado por la gasolina de los aviones que se estrellaron contra las dos Torres Gemelas haya generado una temperatura lo suficientemente alta como para fundir (derretir) las vigas y columnas de acero de esos rascacielos, que precisamente habían sido diseñados para resistir el impacto no sólo de un avión sino de varios. Nunca en la historia había ocurrido que la estructura de un rascacielos colapsara por el impacto de algún avión o por incendio. Así, por ejemplo, el 28 de julio de 1945 el avión bombardero Mitchell B-25 se estrelló contra la planta 79 del Empire State (que por entonces era el rascacielos más alto del mundo), se produjo un incendio pero no se derrumbó; en Madrid, en febrero del 2005, la Torre Windsor, de 106 m y 32 plantas, ardió durante 26 horas y sin embargo la estructura del edificio quedó en pie; ¿cómo creer, entonces, que un incendio de sólo 56 minutos en la Torre Sur y de 102 minutos en la Torre Norte causara los derrumbes? Además, aunque en realidad se hubieran derretido por el calor las vigas de los pisos en los que se produjo el incendio, los pisos de más abajo no podrían haberse caído, y mucho menos como un castillo de naipes, sin ofrecer resistencia, prácticamente a velocidad de caída libre.
Pero hay algo aún más extraño y sospechoso: 15 años después de aquellos terribles acontecimientos mucha gente sigue sin saber que no sólo se cayeron las dos Torres Gemelas sino también otro rascacielos, que estaba cerca de ellas: el llamado Edificio 7 (WTC 7), de 47 pisos. ¿Cuál pudo ser la causa para que también colapsara ese rascacielos, teniendo en cuenta que contra él no se estrelló ningún avión? ¿Y cómo podría haber sido dirigido y estrellarse un avión civil contra el Pentágono, que por ser una sede del Gobierno y un edificio militar de una superpotencia, es indudable que es uno de los edificios más seguros y protegidos del mundo?
Estos y otros hechos muy extraños han llevado a la conclusión de que los tres rascacielos del World Trade Center de New York en realidad fueron demolidos adrede, posiblemente utilizando para ello un poderosísimo explosivo que fue creado precisamente para demoler esa clase de edificios: la termita; más aún, algunos analistas (Steven E. Jones, entre otros) señalan que los militares estadounidenses disponen de un material incluso más poderoso para destruir edificaciones: la nano-termita. Por eso, la deducción a la que han llegado varios analistas es que el derribo del Edificio 7 se hizo porque posiblemente en él se escondieron los equipos que sirvieron para hacer explotar las cargas de explosivos con los que fueron derribadas las Torres Gemelas, y había que ocultar las pruebas.
George W. Bush y otros funcionarios de su régimen culparon a Osama bin Laden y a la organización terrorista Al-Qaeda de los atentados del 11 de setiembre, y emprendieron la invasión y guerra de agresión contra Afganistán, el 7 de octubre del 2001, con el impúdico argumento de que el Gobierno Talibán de ese país daba refugio a Osama bin Laden. Menos de dos años después, el 20 de marzo del 2003, el régimen imperialista de Estados Unidos desató la invasión y guerra de agresión contra Irak, utilizando los falsos argumentos de que Saddam Hussein poseía armas de destrucción masiva y que también tenía que ver con los atentados del 11 de setiembre por tener relaciones secretas con Al-Qaeda, (siendo en realidad enemigo de esa organización). 
Bush y sus cómplices en Estados Unidos, en el Reino Unido (Anthony Blair y otros) y en España (José María Aznar) en ningún momento responsabilizaron al régimen monárquico de Arabia Saudí, lo que hubiera sido más lógico si se tiene en cuenta que Osama y la familia Bin Laden son saudiíes y no afganos ni iraquíes. Esta aparente incongruencia se explica porque en realidad George W. Bush tiene (o tenía) muy buenas relaciones con la familia Bin Laden y porque las potencias occidentales son aliadas del régimen monárquico saudí, siendo Arabia Saudita uno de sus aliados estratégicos en Medio Oriente desde hace décadas. El gran cineasta Michael Moore ya había denunciado en su película documental FAHRENHEIT 9/11 (que ganó el Festival de Cannes 2004) los estrechos vínculos del régimen de George W. Bush con los millonarios sauditas y con la familia Bin Laden.
La real implicación de Arabia Saudí en esos ataques terroristas la deben conocer Bush, el Pentágono, la CIA y otras agencias de seguridad de Estados Unidos, pero como la verdad no se puede esconder eternamente, se ha discutido en el propio Congreso de ese país, y la Cámara de Representantes (cámara de diputados) acaba de aprobar el 9 de setiembre una ley (Ley de Justicia contra los Patrocinadores del Terrorismo) que permitirá a las familias de las víctimas demandar al régimen de Arabia Saudí; Obama ha amenazado con vetar la ley porque “sentaría un precedente que expondría a Estados Unidos a demandas similares de otros países”. Barack Obama debe estar temblando porque sabe que la referida ley sentaría un precedente para sentar en los tribunales a Bush y sus cómplices y para que las familias de las víctimas también demanden al propio Gobierno y otros órganos del Estado de Estados Unidos, y entonces quedaría claro ante la nación y todo el mundo quiénes son los verdaderos y mayores patrocinadores del terrorismo.

Escrito por Wilder A. Sánchez Sánchez

- Uno de los documentales en los que se analizan los terribles sucesos de ese año se puede encontrar en YouTube en el siguiente enlace:
https://www.youtube.com/watch?v=k2xIbXHhVSs

-HISPANTV: “NYT: Informe completo de 11-S perjudica a Arabia Saudí”. http://www.hispantv.com/noticias/ee-uu/253355/atentados-11-septiembre-torres-gemelas-arabia-saudi

- RT: “EE.UU.: Cámara de Representantes aprueba la ley que permite demandar a Arabia Saudita por el 11-S”.
RT: https://actualidad.rt.com/actualidad/218321-eeuu-ley-demandas-saudita-11s



viernes, 16 de noviembre de 2018

Las 3 razones por las que los hondureños abandonan su país

Las declaraciones del presidente estadounidense, Donald Trump, afirmando que en la caravana de migrantes viajan "desconocidos de Medio Oriente" están muy alejadas de la realidad que se vive en Honduras.
Migrantes centroamericanos de una segunda caravana en Chiquimula, Guatemala, 23 de octubre de 2018.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, señaló que en la caravana de migrantes centroamericanos, que se dirige territorio a estadounidense y que actualmente atraviesa México, hay "desconocidos de Medio Oriente". Aunque el mandatario luego confesó que no tiene "pruebas" de ello.


Donald J. Trump
✔@realDonaldTrump


Sadly, it looks like Mexico’s Police and Military are unable to stop the Caravan heading to the Southern Border of the United States. Criminals and unknown Middle Easterners are mixed in. I have alerted Border Patrol and Military that this is a National Emergy. Must change laws!
7:37 - 22 oct. 2018
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Por su parte, el vicepresidente Mike Pence, siguiendo el mismo discurso, consideró "inconcebible" que no haya árabes entre los integrantes de la marcha.
Tyler Houlton, secretario de prensa del Departamento de Seguridad Nacional, aseguró que junto a los hondureños viajan ciudadanos de "Medio Oriente, África, Asia meridional y otros lugares"; además, que pueden confirmar que "hay individuos dentro de la caravana que son miembros de pandillas o tienen historias criminales significativas".


Tyler Q. Houlton
✔@SpoxDHS

· 23 oct. 2018
.@DHSgov can confirm that there are individuals within the caravan who are gang members or have significant criminal histories.

Tyler Q. Houlton
✔@SpoxDHS

Citizens of countries outside Central America, including countries in the Middle East, Africa, South Asia, and elsewhere are currently traveling through Mexico toward the U.S.
15:32 - 23 oct. 2018
4.023
3.889 personas están hablando de esto
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Sin embargo, estas afirmaciones del Gobierno estadounidense están muy alejadas de la realidad que viven los ciudadanos en este país centroamericano.
Las razones para abandonar su país:
La caravana está encabezada principalmente por hondureños, que iniciaron la marcha el pasado 13 de octubre en San Pedro Sula, ciudad cercana a la frontera con Guatemala. No obstante, en el camino se han unido guatemaltecos, salvadoreños e incluso nicaragüenses.
'No nos vamos porque queremos, nos expulsa la violencia y la pobreza', fue el lema con el que se concentraron los miles de hondureños en San Pedro Sula, antes de partir, provenientes de distintos departamentos del país, donde fueron convocados por redes sociales, principalmente, para participar de la "caminata migrante".
Migrantes centroamericanos continúan su viaje en Tapachula, México, 22 de octubre de 2018. 
"Los migrantes seguirán marchándose desde Honduras hacia los EE.UU. porque la realidad en que viven de falta de oportunidades, pobreza y violencia es mucho mas fuerte y peligrosa que los terribles riesgos que les esperan en el camino", dice el periodista y exdiputado hondureño Bartolo Fuentes, quien denuncia que "para colmo, a quienes protestan y exigen cambiar la situación del país son reprimidos, perseguidos, encarcelados o asesinados a bala viva en las protestas por los militares".
1. Pobreza y empleos informales
De acuerdo a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Honduras tiene la tasa de pobrezamás alta de la región, con el 65,7 % de su población en esa situación en 2016; de ellos, el 42,5 % se situaba en extrema pobreza.
Según el Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (FOSDEH), con base en datos de la Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples (EPHPM) del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2017, el 68,8 % de la población, algo más de 6 millones de ciudadanos, estaba en condición de pobreza; el 44,2 % de esa cantidad, casi 4 millones de personas, se registró en pobreza extrema.

El FOSDEH denuncia, además, que los pobres financian sus propios programas de asistencia. Este foro recuerda que, en diciembre de 2013, el Congreso hondureño aprobó un aumento del 12 al 15 % del Impuesto Sobre Ventas; el diferencial del 3 % se destinó directamente a programas de asistencia social, y en particular al programa 'Vida Mejor', impulsado por el presidente Juan Orlando Hernández desde enero de 2014, que incluye unos bonos que buscan paliar la pobreza en el país.
En junio pasado, el director del Observatorio del Mercado Laboral (OML) dijo, de acuerdo a Hondudiario, que en Honduras hay alrededor de 270.000 desempleados por año.
Sin embargo, el director ejecutivo de la Asociación Nacional de Industriales de Honduras (ANDI), Fernando García, precisó, según recoge América Radio, que solamente alrededor de 700.000 personas tienen empleo formal, de las más de 6 millones que conforman la población económicamente activa. El resto está subempleado o con empleos informales.
2. "Corrupción y exclusión"
"La emigración forzada" en la actualidad se debe a "la inseguridad y la exclusión económica traducida a falta de empleo, de oportunidades, de pobreza y de miseria", dice en un comunicado el Instituto Universitario Democracia, Paz y Seguridad de la Universidad Autónoma de Honduras.
Migrantes centroamericanos hacen cola en la frontera de Guatemala y México, 23 de octubre de 2018.
En el texto señalan que en la últimas cuatro décadas, quienes han gobernado "vendieron bienes del Estado, unos subvaluados y otros llevados a la quiebra de forma intencionada para favorecer a diferentes grupos de poder" o "privatizaron o desaparecieron empresas del Estado [...] todas dedicadas al desarrollo incluyente".
Además, denuncian las concesiones a empresas privadas de "aeropuertos, puertos, carreteras"; compañías a las cuales se les aprobó un régimen de "exoneraciones" de impuestos.
"La corrupción y la impunidad también son responsables de la pobreza y la exclusión", enfatizan en el documento, denunciando "quiebras de los sistemas de previsión social" y "corrupción en el sistema de salud", por ejemplo.
3. Violencia
"Actualmente Honduras es uno de los países que no está en guerra más violentos del planeta", dice un texto de InSight Crime, organización de investigación especializada en crimen organizado en América Latina y el Caribe.
De acuerdo al Boletín 48 del Observatorio de la Violencia la Universidad Autónoma de Honduras, en 2017 se registraron:
3.866 homicidios en el país.
Un promedio de 11 homicidios diarios.
La tasa nacional fue de 43,6 muertes violentas por cada 100.000 habitantes.
Fueron 1.284 homicidios menos que en 2016, cuando se registraron 5.150 asesinatos.
Según este instituto, los niños, adolescentes y jóvenes son las mayores víctimas de la violencia. De enero de 2010 a mayo de 2018, se registran 26.714 muertes violentas de niñez y juventud, de los cuales el 1,8 % (489 víctimas) eran niños y niñas y el 98,2 % eran jóvenes en edades de 12 a 30 años.

Las fuerzas de seguridad guatemaltecas vigilan la frontera con Honduras, 23 de octubre de 2018. 
De acuerdo a InSight Crime, la violencia en Honduras "es perpetrada por organizaciones criminales transnacionales, grupos locales de tráfico de drogas, pandillas y miembros corruptos de las fuerzas de seguridad, entre otros actores" y "afecta desproporcionadamente a las personas de las zonas pobres y marginales", que son los que actualmente marchan hacia EE.UU.
Las bandas criminales con mayor peso en Honduras, al igual que en El Salvador y Guatemala, son la Mara Salvatrucha o MS-13 y Barrio 18, que suelen ser una amenaza para los jóvenes, a quienes buscan reclutar para unirse a sus filas.
Por lo pronto, esta no promete ser la única caravana hacia EE.UU. Este miércoles se supo que otros 1.500 hondureños atraviesan Guatemala, según el diario guatemalteco República; y en el Salvador, organizan, en una página de Facebook, una caminata similar, bajo el lema 'El Salvador emigra por un futuro mejor', espacio que ya ha ganado 1.745 adeptos.

Edgar Romero G.



miércoles, 14 de noviembre de 2018

¿Cómo sería el "Armagedón nuclear"?: Explican hipotéticos escenarios y opciones de ataque de Rusia

Cualquiera de las opciones existentes "significaría un desastre tanto para las partes involucradas como para otras naciones alrededor del mundo", alerta un experto militar.

El presidente ruso, Vladímir Putin (centro), durante la ceremonia de transferencia del control de las Fuerzas Nucleares Estratégicas, el 7 de mayor de 2012.

Muchos analistas aseveran que el planeado retiro de EE.UU. del Tratado sobre Misiles de Alcance Medio y Corto (INF, por sus siglas en inglés) podría aumentar los riesgos de enfrentamiento nuclear entre Rusia y EE.UU. El experto militar Mijaíl Jodariónok analiza, en un artículo para RT, los posibles escenarios de una guerra termonuclear entre las dos potencias y sus consecuencias.
De entrada, el autor del artículo califica de "enfoque muy superficial" las advertencias de que una seria crisis en alguna de las zonas en conflicto podría desencadenar un intercambio nuclear entre EE.UU. y Rusia. Por ejemplo, incluso en caso del "deterioro más agudo" en el conflicto sirio, es altamente improbable que provoque un ataque nuclear masivo contra Moscú o Washington.
Aunque las relaciones entre EE.UU. y Rusia se han deteriorado últimamente, "no hay contradicciones territoriales, financieras o ideológicas" entre ambos países que pudieran llevarlos a una guerra nuclear, por lo que ese escenario solo puede ser discutido "desde un punto de vista técnico", indica el experto.
Quién da luz verde
Jodariónok tacha de "tontería" la opinión generalizada de que el presidente tiene acceso a una especie de 'botón rojo' y, al pulsarlo, podría desplegar simultáneamente misiles balísticos intercontinentales y misiles balísticos lanzados desde submarinos.
En realidad, el experto explica que el presidente da permiso para iniciar el procedimiento de desbloqueo y lanzamiento a través de un mensaje codificado. El lanzamiento real es manejado por diferentes unidades militares, pero para que suceda, las ojivas tienen que ser desbloqueadas con códigos de autorización especiales.
Básicamente, los comandantes reciben una orden codificada del mandatario, toman los sobres con cinco sellos de cera de su caja fuerte y los abren. Después de ello, comparan la información que recibieron del jefe de Estado con el contenido del sobre y decodifican el mensaje para obtener el código de desbloqueo, el cual se introduce en el sistema de control de ojiva.

'Maletín nuclear' ruso en el Centro Yeltsin, en Ekaterimburgo. / commons.wikimedia.org / Leonid Makárov / CC BY-SA 4.0
El presidente tiene en su poder el 'maletín nuclear' que usaría para iniciar la secuencia (en ruso su nombre en clave es 'Cheguet' y forma parte del sistema automático de comando y control de las Fuerzas Nucleares Estratégicas, cuyo nombre código es 'Kazbek'). Otros dos maletines son llevados por el ministro de Defensa ruso y el jefe del Estado Mayor.
Algunas fuentes dicen que se necesita la confirmación de dos maletines para obtener los códigos de autorización, y otros sugieren que tienen que ser los tres, pero en todo caso "nadie en Rusia tiene el poder exclusivo para lanzar armas nucleares", resume el analista, quien apunta que EE.UU. utiliza un sistema similar.
Cuatro escenarios
El experto detalla también diferentes escenarios de ataques nucleares que podrían ser lanzados contra o por parte de Rusia.
Lanzamiento tras el alerta
En caso del llamado 'lanzamiento tras el alerta', el Sistema Espacial Integrado y el Sistema de Alerta Temprana de Rusia detectan un lanzamiento masivo de misiles intercontinentales desde territorios de EE.UU. y misiles balísticos lanzados desde submarinos, y calculan ubicaciones-objetivo dentro de Rusia y su tiempo de vuelo. El presidente ruso recibe la advertencia, y el liderazgo del país toma la decisión de un ataque. Los misiles se desbloquean con un código, y entre 7 y 9 minutos después se produce un lanzamiento masivo de armas nucleares estratégicas desde Rusia y los mares adyacentes.
Ataque de represalia
En caso de un ataque de represalia, el escenario es más o menos el mismo, con la diferencia de que las ojivas enemigas ya han golpeado el territorio ruso y los sistemas han registrado explosiones nucleares.
La Mano Muerta
El peor escenario de un ataque nuclear es uno que provocaría la destrucción de los líderes políticos y militares del país, resalta Jodariónok. Esto podría suceder, por ejemplo, en el caso de un Ataque Global Inmediato estadounidense contra Rusia, y conllevaría la incapacidad de emitir órdenes para lanzar un ataque nuclear.
Es allí donde intervendría el sistema Perímetr (Perímetro), también conocido como la Mano Muerta, que garantizaría que un ataque de represalia se produzca incluso en el peor de los casos. Solo hay datos provisionales sobre este sistema perimetral, pero se cree que se compone de puestos de mando, misiles, receptores y un sistema de control y mando autónomo, y puede activar automáticamente los misiles intercontinentales y los lanzados desde submarinos si un ataque nuclear es detectado por sensores sísmicos, radioactivos y de sobrepresión.
Ataque preventivo

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Finalmente, la última opción contempla el lanzamiento de un ataque nuclear por parte de Moscú si la existencia del propio Estado se ve amenazada por un ataque convencional. Según la doctrina militar rusa, el país "se reserva el derecho de usar armas nucleares como respuesta en caso de que este y/o sus aliados se conviertan en el objetivo de un ataque con armas nucleares u otras armas de destrucción masiva, así como en el caso de agresión contra Rusia que involucre armas convencionales que pongan la existencia misma de Rusia bajo amenaza", recoge el analista.
Cualquiera de estas opciones "significaría un desastre tanto para las partes involucradas como para otras naciones alrededor del mundo", alerta el experto, quien recuerda que el 'invierno nuclear' que se establecería poco después del intercambio de ataques "pondría en peligro las vidas de aquellos pocos que sobrevivirían al Armagedón nuclear".



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© REUTERS / Leah Millis


Golpes con un arma nuclear de gran calibre en zonas de condiciones geofísicas peligrosas podrían causar la destrucción completa de Estados Unidos, consideró el experto militar Konstantín Sivkov.
De acuerdo con Sivkov, doctor en Ciencias Militares, Rusia no debe seguir los pasos de la URSS y competir cuantitativamente con Estados Unidos en la carrera nuclear, si desea evitar una agresión por parte de Occidente. Sivkov señaló que Moscú posee la tecnología para crear municiones nucleares con un calibre de más de cien megatones de TNT y, por lo tanto, debe desarrollar una respuesta contraria de aspecto tecnológico.
Sivkov consideró que la creación de unas 40 o 50 ojivas de este tipo para los misiles balísticos intercontinentales pesados ​​o para los torpedos ultralargos aseguraría que al menos algunas unidades de tales armas llegaran a zonas de condiciones geofísicas críticamente peligrosas en Estados Unidos, como el supervolcán de Yellowstone o la falla de San Andrés
"Tales ataques destruirían de manera garantizada a Estados Unidos como Estado y a toda la élite transnacional. Esto nuevamente hace que una guerra nuclear a gran escala sea irracional y reduce a cero las posibilidades de que ocurra", afirmó Sivkov en un artículo para VPK.
Según el experto, tales armas obligarían a los países occidentales a sentarse a negociar y abandonar las medidas restrictivas contra Rusia y la presión sobre el país.
Mientras tanto, el presidente de Rusia Vladímir Putin reiteró en varias ocasiones que la doctrina nuclear de Rusia no estipula lanzar un ataque preventivo. Rusia usaría el arma nuclear solo en un ataque de respuesta.
El 20 de octubre, el presidente de EEUU, Donald Trump, anunció el abandono del Tratado de Eliminación de Misiles de Corto y Medio Alcance (Tratado INF) con Rusia, al explicar que su país necesita desarrollar las armas prohibidas por el documento y acusó a Moscú de haber violado el tratado. Moscú, a su vez, rechazó las acusaciones y expresó su apego al Tratado.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que el desguace de las disposiciones del Tratado INF obligaría a Rusia a tomar medidas para garantizar su seguridad.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, afirmó que cualquier acción en esta área obtendrá una respuesta equivalente.
El Tratado INF, firmado entre Washington y Moscú en 1987, no tiene fecha de caducidad y prohíbe a las partes disponer de misiles balísticos terrestres o misiles de crucero con un radio de acción entre los 500 y los 5.500 kilómetros.