viernes, 26 de enero de 2018

El Gran Juego de Trump : quien y como se determina la politica de eeuu en el Medio Oriente


A finales de la primera década del siglo XXI parecía que Oriente Medio y África del Norte dejarían de ser prioridades para Washington. Se consideraba que EEUU se enfocaría en Asia y particularmente en China. Sin embargo, estos pronósticos no se cumplieron.

Política de Trump respecto a Oriente Medio

Washington trató con optimismo todos los procesos que ocurrieron durante la primera etapa de la Primavera Árabe. No obstante, quedó claro posteriormente que los desafíos afrontados por la región conllevarían serias consecuencias para el país norteamericano: las crisis en Oriente Medio no permitían a EEUU abandonar la región sin sufrir pérdidas financieras, geopolíticas y daños a su reputación, así lo afirma el politólogo Maxim Suchkov en su artículo para el Consejo Ruso de Asuntos Internacionales.
La desintegración de países, el cambio de las relaciones de EEUU con estos Estados, el aumento del número de extremistas y la radicalización crearon un ambiente desventajoso para el mantenimiento de la presencia militar de EEUU en Oriente Medio, escribe el politólogo.
"La completa responsabilidad que tiene la coalición internacional por el caos creado en la región no es algo evidente para EEUU", prosigue el autor haciendo referencia a las consecuencias de la injerencia militar del Pentágono en Irak en la época de Sadam Huseín.
"Eso no significa que la mayor parte de los especialistas y el Gobierno no reconocieran la influencia de la campaña iraquí sobre la formación de las fuerzas radicales en Oriente Medio. Además, varios expertos estadounidenses consideran que la campaña iraquí contribuyó al fortalecimiento de las posiciones de Irán", subraya.
De acuerdo con Suchkov, esta fue la razón por la que Trump necesitó elaborar nuevas medidas que le permitieran a Washington contener a Irán y determinar la escala de la presencia militar de EEUU en la región. Con ayuda de estas medidas, las autoridades estadounidenses buscaban conservar su influencia política, tan necesaria para el alcanzar sus intereses en Oriente Medio.
La contención de Irán, la participación en el conflicto sirio, el incremento de las fuerzas militares y de los suministros de armas tuvieron que ser incluidos en la estrategia del nuevo inquilino de la Casa Blanca, según Suchkov.

Figuras clave en la política de Oriente Medio de Trump

Un equipo de oficiales que forman parte del Consejo de Seguridad Nacional se dedica a elaborar y coordinar las decisiones políticas de EEUU sobre Oriente Medio. Todos estos oficiales participaron en la elaboración de la estrategia de EEUU en la lucha contra los movimientos rebeldes en Irak desde 2003 y fueron colegas de Michael Flynn, exconsejero de seguridad nacional de Trump, asegura el autor.

"Esta gente evaluó de manera negativa las acciones de Obama en Irak y consideró que precisamente gracias a él se perdió este país árabe, permitió a Irán extender las redes de su 'perniciosa' influencia en toda la región y con su inercia contribuyó al establecimiento de la organización terrorista Daesh —proscrita en Rusia y muchos países—".

La presencia militar de EEUU en la región durante la presidencia de Trump va en aumento: esta se incrementó un 33% durante el tercer trimestre de 2017.
Según los datos oficiales, citados por el politólogo, aproximadamente 2.000 soldados estadounidenses se encuentran ahora en Siria y 9.122 están en Irak. Además, un número no identificado de combatientes que forman parte de los grupos de operaciones especiales tiene que sumarse a estos efectivos.
En otras direcciones el Pentágono está incrementando su cooperación militar con sus aliados tradicionales como Arabia Saudí, Israel y Bahréin. Un programa especial del Pentágono financia decenas de países en el mundo, pero sus mayores beneficiarios en Oriente Medio son Jordania (138 millones de dólares), el Líbano (120 millones de dólares), Túnez (31 millones de dólares), Marruecos (18 millones de dólares) y Omán (12 millones de dólares).
Partiendo del enfoque que Irán y Corea del Norte podrían representar las mayores amenazas para EEUU, Trump se dispuso a crear dos centros especializados en estos países en julio de 2017. Asimismo, se designó a Michael D'Andrea líder de las Operaciones encubiertas realizadas por parte de la Agencia Central de Inteligencia contra Irán. Este nombramiento fue recibido como una señal de que la confrontación con Teherán se consolidaría.
Jared Kushner —yerno y asesor de Donald Trump— podría haber sido otra de las figuras clave que ayudó a la Administración Trump a determinar su política exterior en relación a Oriente Medio, opina Suchkov.
Ya durante la campaña electoral, Kushner fue el encargado de la iniciativa tal vez más importante para la Casa Blanca en la región: la regulación del conflicto árabe-israelí.

"Trump fijó el objetivo de alcanzar el éxito en esta operación, en la que previamente sus antecesores habían fracasado", escribe el politólogo.

El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció el pasado 6 de diciembre que EEUU reconocía a Jerusalén como capital de Israel. Las reacciones a estas declaraciones no se hicieron esperar: una serie de países de Oriente Medio, incluida Palestina, afirmaron que el reconocimiento de Jerusalén agudizaría el conflicto árabe-israelí y provocaría la desestabilización en la Región.




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