martes, 1 de noviembre de 2022

Lula de regreso, ¿y los BRICS?


Brasil en la hora antiestadounidense. ¿Qué impacto en los BRICS?

En la mayoría de los estados, los senadores y diputados de derecha han sido elegidos en gran escala, lo que hace que la situación parlamentaria de Lula sea muy delicada para los próximos cuatro años. Su victoria no significa alcanzar un apoyo masivo en el Congreso, con predicciones de que el gobierno de izquierda tendrá dificultades para impulsar proyectos de ley que contradigan los intereses de los grupos vinculados a Bolsonaro.

Sin embargo, este es solo uno de los desafíos que Lula deberá enfrentar. El presidente electo deberá enfrentar no solo las dificultades creadas por la oposición, sino también las creadas por sus propios aliados. Para derrotar a Bolsonaro y volver al poder, Lula acordó acuerdos delicados con grupos políticos y económicos brasileños y extranjeros. La “coalición anti-Bolsonaro” incluía partidos liberales, grandes medios de comunicación, la clase artística y otros sectores históricamente indiferentes a los intereses de la población más pobre (que vota por Lula). Además, a nivel internacional, Lula no solo contó con el apoyo de la izquierda latinoamericana tradicional, sino también de políticos liberales europeos y estadounidenses.

Por ejemplo, Lula ha prometido en repetidas ocasiones promover una "administración internacional" de la selva amazónica, habiéndolo incluso prometido personalmente a Olaf Scholz en 2021. Esto explica por qué, tras su victoria, la ONG Amazon Watch financiada por Soros publicó en Twitter: " "Nos alienta que Bolsonaro, quien ha supervisado la destrucción colosal de la Amazonía y las políticas que ponen en peligro a los defensores de la Tierra, no haya prevalecido hoy. Apoyamos el movimiento indígena de Brasil, ahora y en los años venideros. La lucha por la selva tropical y sus pueblos continúa". ”

De hecho, se le pedirá a Lula que tenga una postura internacional más sumisa hacia las élites occidentales. Y ese será su mayor problema. El gran dilema del presidente electo será equilibrar los intereses de sus aliados históricos (BRICS y países emergentes) con los de sus nuevos “amigos” (políticos estadounidenses y europeos, ONG globales). Entonces, por estas razones, es prematuro pensar que el regreso de Lula sea una especie de "victoria para el mundo multipolar". Es poco probable que haya cambios sustanciales en la situación actual de Brasil, tanto a nivel nacional como en las relaciones internacionales.



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