Su muerte sería la primera de muchas. Y la tortura y ejecución de sus colaboradores el preludio de la persecución
Salvador Allende a 51 años de su muerte heroica
El presidente Salvador Allende era un líder de izquierda de Chile que, el 11 de septiembre de 1973, caminaba en el Palacio de la Moneda, el lugar de donde nunca salió.
El presidente Salvador Allende era un médico que horas antes de su muerte se defendía con un fusil que le regaló Fidel y un casco obsequiados por los mineros.
El presidente Salvador Allende se negó a huir ante las exigencias de los golpistas Augusto Pinochet, pero hizo que su hija, embarazada, y otras personas que estaban con él salieran del edificio.
El presidente Salvador Allende presenció a los cazabombarderos británicos disparar sobre el palacio, envuelto en un denso humo.
Su fallecimiento sería la primera de muchos. Y la tortura y ejecución y desaparición de sus colaboradores más cercanos ese primer día, el preludio de la persecución sistemática durante la dictadura.
Los nuevos gobernantes desmantelaron la democracia establecida por la Unidad Popular, y eliminaron las prácticas y el concepto mismo de un estado de bienestar, sustituyéndolo por una economía regida por el mercado sin frenos.
Es probable, entonces, que la batalla por la memoria persista. Porque dentro de ese Palacio Presidencial en llamas, un hombre soñaba que una sociedad justa no moriría en su tierra.
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