Una semana después del ataque israelí contra el aeropuerto internacional de la capital siria, Damasco, el diario estadounidense The Wall Street Journal afirma que este ataque,
como todas las demás llevadas a cabo por Israel, ¡fue en coordinación con los Estados Unidos! ¿Cuál es la consecuencia de esta confesión? ¿Una legitimación de los ataques contra objetivos estadounidenses? El jueves, mientras el eje EE. UU./Turquía intentaba un primer asalto en helicóptero contra Alepo que resultó miserablemente corto, Al-Tanf fue atacado con drones.
The Wall Street Journal revela la "coordinación secreta" israelí-estadounidense en el ataque israelí con misiles a Damasco. El periódico estadounidense, citando a funcionarios estadounidenses, muestra una consulta israelí realizada en secreto con Estados Unidos sobre los ataques aéreos como parte de su continua agresión en Siria.
Las autoridades estadounidenses no mencionaron las numerosas misiones de bombardeo de Israel, que supuestamente tienen como objetivo "detener el suministro de armas avanzadas de Teherán a Hezbolá en el Líbano y limitar la influencia iraní en Siria", dijo el periódico. Sin embargo, entre bastidores, los funcionarios estadounidenses revisaron una serie de misiones israelíes realizadas durante varios años, con la "aprobación de altos funcionarios de los Estados Unidos, en particular del Pentágono".
También según el periódico, las conversaciones entre Estados Unidos e Israel tienen como objetivo garantizar que los ataques aéreos de Israel no interfieran con la campaña militar liderada por Estados Unidos contra la supuesta lucha de la coalición estadounidense contra Daesh en Siria (una presencia militar ilegal) y en la región.
Cabe entonces preguntarse si Estados Unidos busca escapar de las consecuencias de su complicidad asesina con la histeria bélica de Israel o cree poder proteger a la entidad sionista con este tipo de revelaciones.
Según fuentes de noticias, un dron golpeó una base militar estadounidense el miércoles 15 de junio en el este de Siria.
Según el canal de televisión libanés, Al-Mayadeen, las fuerzas afiliadas a la base estadounidense en Al-Tanf, en el este de Siria, informaron de un ataque con aviones no tripulados en la base el miércoles por la noche.
Esta base estadounidense está ubicada en un triángulo fronterizo que une Siria, Irak y Jordania. Esta base fue construida ilegalmente y tiene un perímetro de 55 km. La región de Al-Tanf es un área clave, geoestratégicamente importante porque para los Estados Unidos y el régimen sionista, actúa como una barrera para el corredor Irán-Irak-Siria.
El cruce de Al-Tanf es el punto fronterizo común entre Siria, Irak y Jordania, que es el primer y más importante cruce fronterizo que conecta Damasco con Bagdad.
En los últimos años, Estados Unidos y sus aliados han buscado constantemente evitar que el ejército sirio y sus aliados tomen el control del cruce. Las fuerzas estadounidenses controlan el cruce, hasta un radio de 56 kilómetros y Washington no permite que ni siquiera las fuerzas soberanas sirias se acerquen.
La presencia de la “guarnición estadounidense” en territorio sirio sigue siendo un tema controvertido, ya que el gobierno sirio considera ilegal la presencia estadounidense en al-Tanf; Damasco ha pedido la retirada de todas las fuerzas extranjeras de Siria, mientras que su aliada Rusia critica regularmente la presencia estadounidense "no invitada" en el sureste de Siria.
Este pasaje también es política y estratégicamente importante, ya que conecta el eje de la Resistencia en Siria e Irak debido a su proximidad a Bagdad. Esto preocupa a Estados Unidos y sus aliados que buscan evitar que los grupos de resistencia se conecten en la región, particularmente en Siria e Irak.
Para Pamela Spencer, analista noruega, la base militar de Al-Tanf es una de las más grandes de Estados Unidos en la región o incluso en el oeste de Asia y por supuesto en Siria.
La base de Al-Tanf ya había sido atacada por un dron. Los ataques a bases estadounidenses ilegales alguna vez se consideraron un acto raro y atrevido, pero hoy se han convertido en algo común. Los últimos acontecimientos exponen la incapacidad de los estadounidenses para contrarrestar los crecientes ataques con misiles y drones de las fuerzas de la Resistencia.
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