viernes, 25 de agosto de 2023

"Una Europa encerrada en sí misma": ¿por qué la ven como a una "tía vieja"?


Con un problema de envejecimiento de sus propias poblaciones, Europa no va a recuperar la influencia que tuvo en el mundo en los siglos XIX y XX, y el futuro de la humanidad se decidirá fuera de sus capitales, consideró el diplomático francés Gérard Araud en un artículo de opinión publicado este 25 de agosto en el diario británico 'The Telegraph'.

Un día después de que concluyera la XV Cumbre de los BRICS, foro en el que se reunieron los líderes de las economías emergentes más importantes del mundo, la prensa internacional ha comenzado a llenarse de reflexiones acerca de quiénes llevarán la batuta del orden económico, político y comercial en el mundo ante una Unión Europea (UE) que enfrenta problemas internos y, como resultado de su dependencia de Washington, no es capaz de velar por su propia seguridad y defensa, como ha reconocido el propio presidente francés Emmanuel Macron.

"Todas las señales apuntan a una Europa encerrada en sí misma. Un continent de vieux (un continente de viejos). El futuro de la humanidad se decidirá, definitivamente, en otra parte", señala Araud, quien fue embajador de Francia en Estados Unidos.

Para este diplomático, no son de extrañar las voces, como la del expresidente estadounidense Barack Obama, que señalan que el futuro de la humanidad se decidiría entre Nueva Delhi, Pekín y Los Ángeles.
Durante la reunión de los BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica) en Johannesburgo fueron constantes las voces en favor de una multipolaridad contrapuesta al dominio de países como Estados Unidos y los europeos, además de que se exploraron las posibilidades y la necesidad de desdolarizar el comercio internacional. Prácticamente ningún dirigente de Europa occidental tuvo participación en la cita.

"Cuando fui embajador de Francia en Washington, me di cuenta de hasta qué punto nuestros supuestos herederos [Estados Unidos] nos veían con una mezcla de indiferencia, cansancio y negligencia. Éramos la vieja tía cuyas divagaciones eran más o menos gentilmente ignoradas", escribe Gérard Araud en The Telegraph.


El diplomático francés pone como ejemplo su propio país al que, dice, ha visto perder progresivamente su poder en paralelo a su declive demográfico.

"Europa se enfrenta a una situación sin precedentes. Se prevé que su población total descienda un 5% entre 2010 y 2050, pero un 17% entre las personas de 25 a 64 años. Las poblaciones de Hungría, los Estados bálticos, Eslovaquia, Bulgaria, Portugal, Italia y Grecia ya están disminuyendo, mientras que la de Alemania se está estabilizando antes de un previsible descenso", afirma el articulista.

De acuerdo con Araud, la edad media de los europeos es de 42 años, frente a los 38 de Estados Unidos y aumenta una media de 0,2 años al año.


Esto significa, afirma el exembajador, menos demanda y, por tanto, menos crecimiento; y sociedades menos dinámicas. "En términos más concretos, supone una amenaza para el ''modelo europeo'', basado en un incómodo compromiso entre el Estado del bienestar y la realidad económica".

Según el diplomático, el problema se agravará en las próximas décadas, ya que el número de europeos de más de 80 años se duplicará.

"Los europeos seguimos convencidos de la centralidad de nuestro pequeño continente no sólo en la historia de la humanidad, sino en la configuración del mundo actual. Damos lecciones a todos los demás basándonos en valores que creemos firmemente universales. Nos consideramos nobles, poderosos y bienintencionados", critica.

Sin embargo, reconoce, "el periodo de verdadero poder europeo fue en realidad sólo un parpadeo histórico".


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