jueves, 6 de febrero de 2025

Mediante el "señuelo Gaza", Trump sacude el avispero de Medio Oriente y el "Cuerno de África"


Alfredo Jalife-Rahme
Analista mexicano

Trump adopta el proyecto inmobiliario de su yerno Jared Kushner para transformar a Gaza en una "Riviera paradisiaca", pero sin sus 1,8 millones de palestinos, que busca colocar en varios países y territorios: Egipto, Jordania, Marruecos, Puntlandia (sic) y Somalilandia (sic), cuya transferencia es inhumana e inviable.

El volcánico plan del presidente Trump para enajenar catastralmente los 360 km² de Gaza como propiedad estadounidense, que produjo ultraje global, tiene sus antecedentes en los manejos inmobiliarios de su yerno Jared Kushner, quien había propuesto desde la primavera del año pasado la transferencia de los habitantes de Gaza.

Ya había abordado el "cruel negocio de Jared Kushner en las playas de Gaza con limpieza étnica y traslado de palestinos al desierto de Neguev (nota: propiedad de Israel)".


La única diferencia entre el plan del suegro y el yerno radica en el lugar de la transferencia de 1,8 millones de palestinos (Trump dixit), ya que el presidente número 47 aboga por un traslado a Egipto, Jordania, Marruecos, Puntlandia (sic) y Somalilandia.

Al parecer, el presidente Trump sabe exagerada geografía que leguleyos como un servidor ignoramos, por lo que vale la pena esclarecer dónde se encuentran Puntlandia (sic) y Somalilandia (sic).

Resulta que Puntlandia, con alrededor 4,3 millones de habitantes, se ubica en el noreste de Somalia y representa un territorio autónomo formado en 1998 que se volvió miembro de los Estados y regiones de Somalia —miembro a carta cabal de la ONU, la Liga Árabe y la Unión Africana.

La totalidad de la población de Somalia asciende a 19 millones y los multimedia de la anglosfera se refocilan de que se trata de un "estado fallido", hoy dominado por guerrilleros extremistas.
¿Podrá soportar solo Puntlandia a casi 2 millones de trasladados palestinos desde Gaza?

En cuanto a Somalilandia, se trata de un "país" no reconocido en el "Cuerno de África", que sucedió al protectorado de la "Somalilandia británica".


¿Cabrán los 1,8 millones de gazatíes en Somalilandia, con una población de un millón de habitantes, que, curiosamente, fue reconocida por 35 países, entre ellos por ¡China, Egipto, Etiopía, Francia, Ghana, Israel (sic) Libia y la entonces URSS!

¿Aboga Trump mediante el disfraz de la transferencia de palestinos de Gaza por la balcanización del "Cuerno de África"?

Además de profundizar el avispero del Medio Oriente, Trump sacudió el avispero del "Cuerno de África" en la superestratégica confluencia del océano Índico con el Golfo de Adén/Estrecho de Bab al Mandab en el mar Rojo, donde disputan su existencia tres territorios: Somalia, Puntlandia y Somalilandia en sus fronteras estratégicas con Kenia, Etiopía y Yibouti.

Cabe señalar que el superestratégico "Cuerno de África" está constituido por Somalia, Somalilandia, Etiopía, Eritrea y Yibouti

Cinco países ostentan bases militares en Yibuti: EEUU, Francia, Italia, Japón y China (su única base militar foránea). En vísperas del legendario Super Bowl en Nuevo Orleans ¿Trump opera una clásica "jugada de atracción" en Gaza para balcanizar al "Cuerno de África"?

Según un reporte de Jerusalem Post, la transferencia masiva de palestinos en "Somalilandia, Puntlandia y Marruecos se debe a sus estrechas relaciones con EEUU" cuando "Somalilandia y Puntlandia" buscan el reconocimiento internacional y Marruecos sostiene una disputa territorial con Sahara Occidental".


En medio del bazar, que rememora la compra-venta de esclavos en la época colonial, el ministro de Defensa hebrero Israel Katz no solamente apoyó la peregrina propuesta de Trump, sino que exigió que Irlanda, España y Noruega deben también recibir a los gazatíes expulsados de facto.

Cabe señalar que Irlanda y España, dos países católicos, han sido muy críticos del genocidio israelí en Gaza que ahora Trump intenta revertir retóricamente.

La inviable ocurrencia de Trump ha recibido un ultrajante rechazo generalizado del planeta entero, con excepción de los gobiernos de EEUU e Israel, donde destaca la tajante oposición de las dos superpotencias Rusia y China.

Pareciera que Trump busca reconfigurar el mapa del "Gran Medio Oriente" que, de acuerdo con la definición del general Ariel Sharon —autor de la carnicería de palestinos en los campos de refugiados de Sabra y Chatila en Beirut en 1982— va, en línea horizontal, desde Sahara Occidental/Marruecos hasta Cachemira y, en línea vertical, del Cáucaso al "Cuerno de África", que de facto incendiaría las fronteras de sus dos adversarios geoestratégicos: Rusia y China.

La oposición al plan inmobiliario de Trump ha sido también rechazado domésticamente cuando el presidente 47 ahora comenta que no habrá necesidad de colocar tropas estadunidenses y que será Israel la que le entregue la enajenación catastral de Gaza a EEUU.

Hasta The Times of Israel, muy cercano al premier Netanyahu —que está resultando el gran vencedor en el Medio Oriente debido al apoyo irrestricto de Trump—, reconoce que "en medio del escándalo, funcionarios de alto rango de EEUU comentan que Trump solo busca mover en forma "temporal" a los gazatíes, cuando en "la Casa Blanca, el secretario de Estado (Marco Rubio) insiste en que el presidente no apoya la evacuación permanente" y "el consejero de seguridad nacional afirma que EEUU está abierto a otras alternativas".

Al día de hoy, el resultado de la temeraria propuesta inmobiliaria de Trump ha tenido el efecto de haber sacudido el avispero medio-oriental.

Lo único viable es la proto-balcanización del "Cuerno de África" por Trump.

Las opiniones expresadas en este artículo pueden no coincidir con las de la redacción.


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