Las acciones de Ucrania con el fin de frustrar la reunión entre los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y de Estados Unidos, Donald Trump, son el reflejo de la negativa situación geopolítica de Volodímir Zelenski, consideran expertos entrevistados por Sputnik.
Esto queda en evidencia después de que el Ministerio de Defensa ruso diera a conocer los planes ucranianos para truncar el encuentro entre Putin y Trump, que se llevará a cabo el 15 de agosto en Alaska. A través de varias fuentes, la cartera rusa descubrió que las Fuerzas Armadas ucranianas planean esa misma fecha un ataque con drones y misiles contra un barrio densamente poblado o un hospital en la ciudad de Chugúyev, en la región de Járkov.
"La denuncia realizada está en sintonía con la precaria situación geopolítica de Zelenski previo a la cumbre. Kiev necesita urgentemente un 'game changer', una operación de propaganda contundente, que le permita ganar fuerza de negociación frente a Trump, quien ve en Zelenski el principal obstáculo para alcanzar una negociación medianamente exitosa con Rusia sobre la crisis ucraniana. En realidad, Kiev se ha quedado prácticamente sin opciones", por lo que busca amedrentar la cumbre, asevera el politólogo venezolano William Serafino.
Para el especialista en temas geopolíticos, el apoyo de naciones europeas a Kiev es insuficiente en cuestiones militares y de sanciones, a lo que se debe agregar el deseo de gran parte de los ucranianos para solucionar la crisis.
De igual forma, "hay señales de colapso de las fuerzas militares ucranianas en el Donbás. El cuadro es sumamente desventajoso [para Ucrania], y a Zelenski solo le queda hacer ruido para elevar los costos políticos a cualquier acuerdo que pueda alcanzar Trump en su reunión con Putin", puntualiza Serafino.
Intentos fallidos para impedir la cumbre
Los países europeos son los más interesados en evitar el encuentro, donde dialogarán Putin y Trump, por lo que están aplicando todo tipo de estrategias para tumbar este evento, destaca el doctor mexicano en ciencias políticas de la UNAM, Alejandro Salgó Valencia.
"La eurocracia encabezada por Úrsula von der Leyen crea enemigos porque, para que exista la Unión Europea, se necesita de un enemigo común. Por eso es que ahora están conduciendo a Ucrania a mantener el conflicto con Rusia", apunta.
El especialista añade que la propuesta de Moscú y Washington para buscar una solución a la crisis ucraniana es una "cátedra de diplomacia" que incomoda a Europa.
"En realidad, [la cumbre] beneficia más a Putin, porque es quien desde el inicio tomó el control de la narrativa. Putin queda como promotor de la paz", subraya Salgó Valencia.
En este sentido, el especialista venezolano en temas geopolíticos, Oswaldo Espinoza, menciona que las élites europeas temen a la cumbre entre Putin y Trump porque cada vez están más desdibujadas en el plano internacional.
"Las élites globalistas están desesperadas porque no están en la Casa Blanca como quisieran estar, y ven cómo los líderes europeos se pierden en la irrelevancia geopolítica y la pérdida de legitimidad interna. Las grandes potencias se sientan juntas y debaten los grandes temas mundiales dejándolos de lado, como prueba de que ya no son actores de primer orden", detalla.
En su opinión, estas élites "temen profundamente ser desplazadas y castigadas" en la actualidad, donde la negociación para solucionar la crisis ucraniana está en un momento relevante.
Sobre la postura ucraniana acerca del encuentro entre los presidentes de Rusia y Ucrania, Yosmany Fernández Pacheco, profesor cubano del Instituto Superior de Relaciones Internacionales "Raúl Roa García" (ISRI), expone que Kiev no tiene maneras legales o diplomáticas para detener la cumbre entre los presidentes de Rusia y EEUU.
"Desde el momento en el cual comenzó el diálogo entre ambos gobiernos [ruso y estadounidense], Ucrania manifestó su preocupación y ha quedado evidente su interés de sabotear estas conversaciones y mantener su posición. Incluso, en este contexto, los europeos permanecen con su apoyo al ejecutivo de Zelenski, mientras desconocen el avance de las fuerzas rusas dentro del teatro de operaciones militares", acota.
Golpe de realidad
Dentro de este panorama, uno de los aspectos más relevantes, según el internacionalista mexicano de la UNAM, Carlos Manuel López Alvarado, es que el encuentro de los presidentes de EEUU y Rusia expone que la Unión Europea nunca buscó solucionar la crisis ucraniana.
"Les llega el golpe de realidad demasiado tarde", observa el experto. "Ahora los dirigentes europeos saben que no son un aliado de EEUU en Ucrania", añade.
En este mismo cariz, Fernández Pacheco refiere que, a pesar de ello, Europa insiste en forjar una narrativa contra Rusia.
"Detrás de esta campaña [de Kiev] está, por supuesto, la participación, apoyo y financiamiento de los gobiernos europeos que, a su vez, buscan con esta provocación, [como] el discurso del peligro ruso y el supuesto ataque e invasión a Europa, sustentar sus políticas de rearme", insiste.
Sin embargo, López Alvarado vislumbra que, a pesar de las posibles dificultades, la reunión programada para este 15 de agosto entre el presidente de Rusia, Vladímir Putin, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, podría ser histórica porque sería el inicio de una reconfiguración del orden geopolítico no solo en Europa del Este, sino en varias partes del mundo.
"A ambos países los separa geográficamente el estrecho de Bering, pero también es un punto de encuentro natural. Por eso, el hecho de que ambos presidentes se trasladen hacia Alaska, significaría que hay voluntad de construir un puente de entendimiento entre Rusia y EEUU para poder dar solución a más problemáticas globales", concluye.
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