sábado, 1 de octubre de 2022

¿La historia se repite? EEUU pudo haber saboteado un gasoducto soviético durante la Guerra Fría

 

El Kremlin considera que las fugas de gas en los gasoductos Nord Stream 1 y Nord Stream 2 son actos de sabotaje. Desde la Cancillería rusa exigen explicaciones de la Casa Blanca por las amenazas pasadas, mientras que en EEUU se niegan a comentar lo ocurrido. Pero esta no sería la primera vez que Washington ataca a gasoductos operados por Moscú.
Desde el 26 de septiembre se registraron varios incidentes en dos gasoductos rusos de exportación a Europa. Se habían detectado dos fugas de gas en el Nord Stream 1 y una en el Nord Stream 2. El 29 de septiembre se reveló que también había una cuarta fuga en este último.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova, aseguró que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, debería responder si Washington cumplió su amenaza con respecto al Nord Stream 2. Sus palabras llegaron como un recordatorio a las aseveraciones que hizo el mandatario norteamericano en febrero del 2022, cuando amenazó con "poner fin" a dicho gasoducto.
Sin embargo, desde EEUU se niegan a comentar la situación y se limitan a decir que estaban listos para apoyar los esfuerzos europeos para mitigar el impacto ambiental potencial.

La CIA y sus turbinas defectuosas
No es la primera vez que se sospecha de Occidente en el sabotaje de gasoductos operados por Moscú. En verano de 1982 el gasoducto Urengói-Surgut-Cheliábinsk, que transportaba gas natural hacia el sur y el oeste, en dirección a Ucrania, explotó de manera similar. Hasta ahora se desconoce la causa de la avería y los medios soviéticos nunca informaron del incidente.


En 2004, Thomas Reid, quien fue asistente especial de expresidente de EEUU Ronald Reagan para asuntos de seguridad nacional y funcionario del Consejo de Seguridad Nacional, publicó una autobiografía titulada En el abismo en la que revelaba que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) había saboteado dicho gasoducto añadiendo un virus al software que la URSS había adquirido de una empresa canadiense para operar la infraestructura.
El exfuncionario explicó que el acto de sabotaje pretendía socavar la infraestructura de gas de la URSS, "sus ingresos en divisas de Occidente y la economía interna de Rusia", y que el plan fue ideado por el asesor de tecnología e inteligencia del Consejo de Seguridad Nacional, Gus W. Weiss.
La CIA nunca confirmó directamente su participación en la explosión del gasoducto Urengói-Surgut-Cheliábinsk, pero en su página web se jactó de que "se instalaron turbinas defectuosas en el gasoducto" como parte de una campaña más amplia de subversión tecnológica de EEUU contra la URSS.


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