domingo, 27 de octubre de 2013

Contra Nicolás Maduro se repite la campaña de descalificación empleada contra Chávez

Alertan el diputado Eduardo Piñate y el comunicólogo Fernando Buen Abad

Se utilizan términos como “inseguridad”, “violencia”, “polarización”, “inflación” y “devaluación” que son “manejados de manera hueca para rellenarlos con odio según sea el medio en el que se pronuncian”, sostiene Buen Abad
Comandante Chavez y Nicolas Maduro
“El país se está cayendo. La nación está sumergida en el caos y en el desgobierno. La gente se mata por la comida y hemos llegado al punto de que no hay ni siquiera con qué limpiarse al ir al baño. El gran culpable de todo esto es Nicolás”. Un diagnóstico terrible, la siembra de la percepción de “incapacidad gubernamental”, un supuesto “gran responsable” despojado de toda la dignidad de la Primera Magistratura y que, por ende, apenas merece ser llamado por su nombre de pila (según esta lógica lo de Presidente quedó solo para chavistas). ¿No le suena conocido? ¿No le recuerda a los primeros años de campaña contra el comandante Hugo Chávez, cuando incluso se lo acusó de haber dicho que freiría las cabezas de los adecos (y después se supo que había sido un montaje)?
Lo que se escribe y lo que se dice ahora se parece mucho a lo que se escribió y lo que se dijo en 1998, en 1999, en 2000, en 2001, en 2002. ¿Se quiere repetir con el presidente Maduro la historia con el comandante Chávez en cuanto a la descalificación, la destrucción política, ciudadana incluso? “Sí”, responde el diputado bolivariano Eduardo Piñate. “Creo que ellos subestimaron a Chávez, al principio sobre todo, y creo que cometen el mismo error con Maduro; están subestimándolo”, refiere, en conversación con el Correo del Orinoco. Pero esa subestimación tiene una finalidad: la muerte política, que puede formar parte de un plan para la destrucción física.
“Un común denominador, en la ofensiva actual contra el presidente Maduro, radica en que proviene de los mismos actores golpistas -nacionales y extranjeros- que han operado, con toda impunidad, desde el nacimiento mismo del proyecto socialista liderado por el comandante Hugo Chávez”, manifiesta el comunicólogo y filósofo mexicano Fernando Buen Abad Domínguez, muy vinculado con Venezuela. Esos sectores, de sus derrotas, “han aprendido a empeorar y sacar proyectos cada vez más desesperados que, con matices actuales, son base de sus ‘novedades’ criminales”, puntualiza, en respuesta a un cuestionario enviado por el Correo del Orinoco.
DESCONOCEN TRAYECTORIA
Esos sectores que reniegan del Jefe del Estado han echado a un lado toda su trayectoria como revolucionario y al frente de las instituciones del país, enfatiza Piñate: “constituyente, parlamentario, Presidente de la Asamblea Nacional, Canciller de la República durante seis años”. No solo ejerció los cargos, sino que lo hizo “de una manera brillante, sobre todo el ejercicio que tuvo en la Cancillería durante seis años”.
Maduro “no es un recién llegado a la Revolución y a las filas revolucionarias; en ese sentido ha tenido una preparación no solo práctica sino también teórica”. Además, gozó de la experiencia vital “de estar permanentemente al lado del Comandante”.
Lo que priva en la campaña antiMaduro, a su juicio, es “una subestimación que tiene que ver con esa visión de superioridad que tiene la burguesía, que tiene la oligarquía”.
-¿Cree que es eso lo que priva?
-Hay un elemento de eso; por otro lado, por supuesto, hay una orientación dirigida a descalificar ante el pueblo al Presidente de la República; a separar, a diluir, a escindir la dirección revolucionaria del pueblo, y dentro de eso juega un papel fundamental separar al líder fundamental de este momento, que es el presidente Nicolás Maduro, del pueblo venezolano, y por esa vía restarle apoyo popular al gobierno revolucionario.

Tal como lo analiza Piñate
Tal como lo analiza Piñate, no solo es una guerra psicológica que usa la descalificación con el propósito de destruir el liderazgo del Mandatario y del Alto Mando Militar, sino también una política “dirigida a culpabilizar al Gobierno de situaciones en las cuales es la propia oligarquía, la propia burguesía la que tiene la responsabilidad”. Buen ejemplo de ello es el dólar paralelo, “la lucha por la renta petrolera”; también, el encarecimiento de los bienes y los servicios, “que es lo que está produciendo niveles de inflación”
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POR LA DESESTABILIZACIÓN
Buen Abad apunta que la base conceptual de la campaña contra Maduro “es golpear con más fuerza en el dolor y en las necesidades del pueblo: esconder alimentos, especular con productos de necesidad básica, sabotear servicios públicos, pisotear la memoria del pueblo ante sus líderes históricos, mentir, mentir y mentir para ofender a la clase que sostiene a la Revolución Socialista y principalmente burlarse de la fortaleza democrática venezolana, de su legalidad, de la institucionalidad y de los grandes logros revolucionarios donde el pueblo es protagonista ejemplar”.
La acción objetiva, analiza, “es plagar el espacio con zozobra, generar malestar, atribuirlo al Gobierno y presionar a toda costa para descarrilar la economía, la política y la conciencia nacional e internacional que la revolución ha conquistado. Eso lo pasan por la televisión oligarca de todo el continente, las radios, la prensa… las “redes sociales”… esta vez con acentos de irracionalidad mayores”.
Para el legislador Eduardo Piñate se trata de una operación combinada, en la que entran la descalificación del Presidente y del liderazgo, “pero fundamentalmente del Presidente de la República”. Se busca, por un lado, la ruptura, el rechazo del pueblo al Gobierno, “sobre todo sectores populares que al final son los que se ven más afectados por toda esa política”; y por otro, “generar una situación de desestabilización que facilite los planes de violencia para acabar con la Revolución Bolivariana”.
-¿Se parece a algo que ya hayamos vivido?
-Yo creo que sí. Se parece a la prédica que hubo a finales de 2001, a principios de 2002; y luego, antes del golpe de Estado de abril, y luego del golpe de Estado de abril, antes del sabotaje petrolero. Se trataba en aquel momento de mostrar la incapacidad del gobierno del presidente comandante Chávez, para dirigir los destinos del país. Se parece en ese sentido, pero además se parece, en la campaña anticomunista.
El anticomunismo hace recordar a Piñate el comportamiento del senador estadounidense Joseph McCarthy en los años 50 del siglo XX en Estados Unidos. Hay discursos en el Parlamento venezolano muy parecidos a los de la Guerra Fría, alerta.
CONTRA EL PUEBLO CHAVISTA
-¿Cuál es el blanco de ese intento de destrozar la imagen del Presidente? ¿Está dirigido al pueblo bolivariano, al pueblo chavista? ¿Está dirigido al sector opositor?
-El objetivo principal es el pueblo chavista.
-¿Para qué?
-Para restarle apoyo popular a la Revolución, quitarle dolientes a la Revolución. Hay algo importante allí que está en el fondo de ese discurso: Chávez bueno, Nicolás malo. Yo he visto a gente de la derecha, connotados dirigentes de la derecha diciendo: “ustedes no le hacen caso a Chávez”, algo así como diciendo que nosotros no estamos preservando el legado del comandante Chávez.
-¿A qué atribuye que quieran hacer esa división? Ahora Chávez es bueno pero Maduro no.
-Como no pudieron con Chávez, y ya Chávez para ellos no es un peligro físico, ese hilo conductor que hay entre Chávez y Nicolás Maduro tienen que cortarlo. Y se corta por la vía de presentar a un Chávez medio socialdemócrata, conciliador, despojado de todo el contenido radical revolucionario. Entonces Chávez es bueno, Nicolás es malo, porque Nicolás como fiel seguidor o continuador de la obra del Comandante Supremo, efectivamente ha debido afrontar la agudización de la confrontación; pero sin negar que en la práctica y en el discurso y en la práctica ha venido abriendo espacios de conciliación y de discusión con los empresarios, con los partidos de derecha, y está llegando a acuerdos.
-¿Y hacia el sector opositor qué se quiere con esta campaña?
-El propósito es consolidar esa fuerza que tienen ahí, sobre todo en los sectores populares que apoyan a la oposición y a la pequeña burguesía; ese sector medio que, entre otras cosas, ha sido uno de los más favorecidos por la Revolución, por Chávez.
LOS MISMOS ROSTROS, LOS MISMOS VENENOS

Chavez y Maduro 
Las campañas contra Chávez y Maduro “tienen los mismos rostros, las mismas apariencias y en buena parte los mismos venenos”, estima Buen Abad. “La diferencia es que ascendieron el nivel nazi-fascista de sus apuestas y son cada día más obvios, más evidentes más sin-vergüenza. Solo que al presidente Maduro lo subestiman más que al comandante Chávez”.

Es “una escalada de la desesperación y del odio que les crece internamente y les estalla como pus añejada entre derrotas y desolación”, expresa. Esos sectores “siguen ambicionando el petróleo de los venezolanos, siguen anhelando las riquezas naturales” y “la mano de obra barata y la esclavitud de conciencia del pueblo”.
-¿Qué palabras y conceptos se utilizan y con qué están asociados?
-A mi entender lo más llamativo y peligroso es la insistencia rabiosa sobre el “fraude” y sobre la ilegitimidad del presidente Maduro. En los reductos de la extrema derecha eso es oración de cada día y detrás de eso la repetición en cadena de palabras como “inseguridad”, “violencia”, “polarización”, “inflación”, “devaluación”… todos términos manejados de manera hueca para rellenarlos con odio según sea el medio en el que se pronuncian.
El comunicólogo va más allá: “He visto con frecuencia que esa palabrería usada por los operadores golpistas se presenta emblematizada por rollos de papel sanitario, o por velas en habitaciones oscuras. He visto noticieros en México, en Ecuador, en Colombia, en Bolivia y en Argentina en los que con ‘similitud’ escalofriante se repiten las mismas matrices ‘noticiosas’ sobre la situación actual de Venezuela y la ‘inoperancia’ de su gobierno ‘fraudulento’. Es una guerra orquestada contra la Revolución Internacionalmente.
-¿Por qué se usan unos y no otros?
-Se usan para esconder los logros de la Revolución y esa es su tarea suprema. El triunfo de los pueblos es invisibilizado a mansalva. Se usan lo que está a la mano (fabricado ex profeso) y según los “públicos” televidentes, lectores o radio-oyentes. Una apagón reciente alcanza en la televisión para una semana de ataques. Las imágenes con estanterías vacías se usan durante más tiempo en los periódicos; las quejas de vecinos por la “antidemocracia” dan vueltas en las radios durante varios días y esa mecánica da vueltas, recrudeciendo el odio, al menos una vez por semana en todos los “medios de comunicación” desde CNN hasta el Clarín de Argentina.
JUSTIFICAR LO INJUSTIFICABLE

-¿Cuáles son las consecuencias? ¿Qué se busca con esa campaña?


-Una de las consecuencias es acostumbrarnos, hacernos mansos y la resignación o al cansancio porque las canalladas mediáticas “jamás se sancionan”. Otra es amasar “opinión pública” que justifique todo tipo de intervención, endógena o exógena. Otra consecuencia es “victimarse” aunque ellos tiren las puñaladas más traidoras y, desde sus santuarios mediáticos de víctimas, atacar como si se tratase de convertir el golpismo en “legítima defensa” de clase.

En todo caso, alerta, “las consecuencias son crear un clima propicio para justificar todo género de ofensivas contra la voluntad democrática del pueblo socialista de Venezuela. Y hacerle creer al mundo que eso es lo ‘justo”.
-¿Es una estrategia internacional?
- No hay duda. La derecha en Venezuela (y en todo el continente) tiene sus “comandancias” teórico-prácticas en la Secretaría de Estado norteamericana, en la CIA y en los medios que les son serviles como FOX, CNN y demás maquinas de guerra ideológica.
De acuerdo con Buen Abad, “hemos tenido tiempo suficiente para estudiar y aprender cómo operan y a darnos cuenta de que sus ‘medios’ se perfeccionan en la siembra de odios y confusiones sobre destinatarios cada vez más jóvenes y cada vez más des-informados”. Son “operaciones costosas y se dispone de cientos de laboratorios de guerra psicológica trabajando día y noche”.
PREPARAR EL TERRENO
Eduardo Piñate, con una vasta experiencia como militante y pensador revolucionario, asevera que la destrucción verbal y política es -si cabe la comparación- la cuota inicial de algo peor.
-Normalmente cuando se hace algo tan sistemático contra una figura, se le dice que es bruto, que es ignorante, ¿qué se quiere desde el punto de vista político? ¿Qué se quiere justificar? 
Se quiere preparar el terreno ¿para qué?
-Para sustituirlo.
-¿Para quitarlo?
-Para quitarlo. Se está preparando el terreno para sustituirlo, y allí hay elementos bien importantes, que hablan de la esencia malvada, digámoslo así, de esta burguesía. Maduro es el autobusero, el obrero; para ellos eso es un estigma. Para la oligarquía de este país es un estigma ser gobernados por un obrero, un chofer de autobús. Allí prevalece la forma sobre el contenido esencial. Lo que se busca es la sustitución, por eso es que para ellos el presidente Maduro “saltó” de chofer de Metrobús a Presidente de la República; es decir, todo el tránsito intermedio de formación, de capacitación política y técnica como gobernante no existe, eso se invisibiliza, se silencia.
-Interesadamente.
-Por supuesto. Eso no es casual. Eso es interesado y allí hay un tema: la subestimación para escindir, para separar… porque además, ese discurso algunos sectores confundidos del pueblo lo repiten.
-¿Eso pega en algunos sectores?
-Pega en algunos sectores populares, que están muy influenciados por la derecha, por los medios de comunicación.
Esa prédica pega en algunos de los sectores populares que están influenciados por todos estos 14 años de guerra dirigida a la psiquis de la gente, a la conciencia, a la mente del pueblo.
-La intención es sustituir políticamente, o sea quitar a una persona y poner otra.
- Sí, pero por la vía de la violencia. Justificar la violencia. Es justificar la sustitución por la vía de la violencia. Permanentemente la derecha busca banalizar el debate de fondo, evadir el debate de fondo y quedarse en la superficie, en la apariencia de los problemas, porque cuando uno llega a la esencia de los problemas allí aparecen ellos como responsables, mientras que quedándose en la apariencia ellos se escudan para presentar a otros, y al Gobierno particularmente, como responsable de los problemas que vive el pueblo.
-¿Se le parece al año 2002?-Sí, se parece, se parece a finales del 2001 y principios del 2002.
VIOLENCIA EN 140 CARACTERES
¿Qué rol cumplen las redes sociales en esa estrategia de propiciar la vía para una sustitución violenta? Muy importante, sin duda alguna. Con Facebook, con Twitter los sectores que trabajan en pro de la división “tienen una virtud, que es la rápida propagación de las ideas. Es una idea que se monta rápido, se capta rápido, porque tiene 140 caracteres” y que llega a amplios sectores en tiempo real. Esa herramienta ha sido utilizada por el antichavismo “como un elemento central del combate”, sentencia Piñate.
Aun cuando reivindica el esfuerzo hecho por revolucionarias y revolucionarios en las redes sociales, apunta que es peligroso creer que ellas sustituyen “el escenario de combate real de la lucha de clases real, concreto, de nuestro pueblo”. Para el parlamentario es preciso evitar la fetichización de las redes, sin que ello implique abandonarlas, porque también es un espacio de lucha.
T/ Vanessa Davies
F/ Luis Franco y cortesía

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