sábado, 28 de abril de 2018

LA VERDAD DE LA MENTIRA


Louis Althusser, filósofo francés, afirmaba que “es completamente idealista pretender que la mentira se pueda combatir sencillamente diciendo la verdad”. Porque la mentira y la verdad tienen condiciones materiales de existencia que les dan sentido lógico. Sobre todo, cuando la mentira y las falsedades forman parte de un complejo ideológico, cuando la mentira y las falsedades son un marco teórico conceptual con sentido político.
Dicho de manera más clara: cuando la mentira y las falsedades son un “constructo epistemológico”, se convierten en el centro fundamental de la estrategia de un proyecto político.
Porque, el poder de la mentira en la política es de tal dimensión, que convierte al lenguaje político en una suerte de lenguaje de sombras. Sombras que, como es natural, al reflejarse en el espejo de la realidad pierde su fuerza.
En ese sentido, bien vale la pena recordar a Goebbels, el principal asesor mediático de Hitler, quien afirmaba que una mentira dicha mil veces se convierte en verdad. Por lo que, en la mentira y las falsedades, el nazismo encontró el mejor y más expedito camino para pretender imponerse en el mundo.
Pretensión que, la oposición venezolana y la derecha internacional guiados por el Gobierno nazifascista de Donald Trump, están utilizando como estrategia política para derrocar al Gobierno revolucionario, bolivariano y chavista de Nicolás Maduro.
Mi estimado lector. Por un momento deténgase en la lectura de este texto, lo cual le agradezco por regalarme parte de su tiempo, y reflexione sobre la afirmación que esos sectores hacen al acusar al Gobierno de dictadura.
Como es sabido una dictadura es un régimen político gobernado, con poder total y absoluto, por una sola persona. Régimen político en el cual las instituciones del Estado son sustituidas por el poder omnímodo del dictador.
Mire hacia atrás. Revise el tiempo político anterior a la “era Chávez”, a la Quinta República. No encontrará usted, por mucho esfuerzo que haga, un tiempo político en nuestros 208 años de vida republicana, de mayores libertades y garantías políticas que en estos últimos 19 años.
Haga un balance comparativo. Y pregúntese si en la Cuarta República, a la oposición se le hubiese permitido actuar con la libertad que actúa la actual. ¿Le hubieran permitido dar golpes de Eestado? ¿Realizar guarimbas? ¿Organizar paros petroleros y empresariales? ¿Quemar venezolanos vivos? ¿Recorrer el mundo pidiendo la intervención militar contra nuestro país? ¿Pidiendo mayores medidas coercitivas unilaterales contra nuestra patria?
Evidentemente que NO.
Solo en un gobierno -excesivamente democrático-, como el de Nicolás Maduro, estas cosas ocurren y los planificadores y ejecutores de esas acciones no están presos.
Mi estimado lector, pregúntese, a sí mismo, si esta es una dictadura ¿Cómo es que algunos de quienes han dirigido la violencia terrorista y la desestabilización política y el golpismo, son diputados de la Asamblea Nacional, gobernadores y alcaldes? ¿Cómo es que en una dictadura, en 19 años, se han realizado 24 elecciones? ¿Cómo es que ningún medio de comunicación ha sido cerrado, ningún periodista está preso, hay libertad absoluta de comunicación e información? ¿Cómo es que en una dictadura, las instituciones del Estado funcionan? En nuestro caso, los cinco poderes que conforman el Estado funcionan. El no funcionamiento de la Asamblea Nacional, es un problema atinente a su incapacidad para llevar adelante las funciones que le atribuye la Constitución Bolivariana. En definitiva ¿Cómo es que en dictadura todos los derechos humanos son respetados?
Mire usted, la dimensión democrática de la Revolución Bolivariana es de tal magnitud, que hasta la afirmación de Althusser la hemos desmontado.

Hugo Cabezas

https://es.news-front.info/2018/04/10/la-verdad-de-la-mentira/

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