viernes, 22 de noviembre de 2019

Bolivia: la contraofensiva indígena?


Solo tres días después de exigir la renuncia del presidente legítimamente elegido, Evo Morales, el general William Kaliman se mudó a los Estados Unidos después de recibir $ 1 millón a cambio de su amable y leal servicio de los Estados Unidos. agregado comercial de la Embajada de los Estados Unidos en La Paz, Bruce Williamson.

Se dio la misma cantidad a todos los demás comandantes militares y solo $ 500,000 a oficiales de policía de alto rango, todos los cuales se fueron a los Estados Unidos. Fue Bruce Williamson quien se encargó de contactarlos y coordinar las acciones que llevaron al golpe, entre el motín policial y la inacción del ejército.

La autoproclamada senadora, Janine Anez, se apresuró a nombrar a otros comandantes para reemplazar a los fugitivos, evitando así cualquier investigación inmediata por parte de organismos locales e internacionales. Por suerte, la mayoría de ellos provienen de las provincias de Santa Cruz, Beni y Oriente, que tradicionalmente son los hogares más reaccionarios y de donde nacieron la mayoría de los golpes de estado en este país, que cuenta casi más de años de independencia. Los nombrados son:

Pablo Arturo Guerra Camacho, Jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas

Iván Patricio Inchausti Rioja, Comandante del Ejército

Ciro Orlando Álvarez, Comandante de la Fuerza Aérea

Moisés Orlando Mejía Heredia, Comandante de la Armada

Son responsables de la represión actual y futura.

Constitucionalmente, la senadora Adriana Salvatierra asumió la presidencia después de la renuncia de Evo Morales y el vicepresidente Álvaro García Linera, ambos bajo coacción y amenazas de muerte, pero la policía prohibió a Salvatiera para ingresar al congreso que, en la estela, eligió a Janine Anez, sin ser aprobada la renuncia del presidente y el vicepresidente por una mayoría de 2/3. Los 26 senadores del MAS (Movimiento Al Socialismo) no pudieron ingresar y solo los 10 senadores golpistas pudieron expresarse.

Además, los periodistas locales y extranjeros que no apoyan el nuevo régimen se consideran sediciosos y son arrestados de inmediato. En dos días, los periódicos tuvieron que cumplir para dar una buena imagen del golpe. Los periodistas recalcitrantes son hostigados y atacados por evangelistas fanáticos. Los periodistas de TeleSur y la televisión rusa RT tuvieron que refugiarse en El Alto, en las alturas de La Paz y donde la población pobre es favorable a Morales.

Se pidió a 600 médicos cubanos, que solo ayudaban a las personas más pobres, que abandonaran el territorio de inmediato.

La población resiste heroicamente pero los muertos se acumulan bajo una feroz represión contra la población amerindia.

Es decir, los altos valores democráticos y sociales que soportan los nuevos partidarios del país.

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