Por Maryam Qarehgozlou
Cada vez hay más pedidos para que el presidente estadounidense, Joe Biden, abandone la carrera presidencial tras su desastrosa actuación durante el primer debate presidencial contra el republicano Donald Trump.
Aunque Biden insiste en seguir en la contienda, tiene que ganarse a más de 700.000 estadounidenses que optaron por no comprometerse en las primarias demócratas, en protesta contra la política del presidente en ejercicio en Gaza y la complicidad directa de su administración en el genocidio de los palestinos en Gaza.
Si se cuentan los votos en blanco y los que se dejaron por escrito en los estados que carecían de opciones de “no comprometido”, “sin instrucciones” o “sin preferencia”, es ciertamente razonable suponer que el número de votantes de las primarias demócratas que expresaron su enojo por el apoyo de Biden al régimen israelí es mucho mayor, dicen los observadores.
La campaña “no comprometida” contra el apoyo de Biden a la guerra genocida israelí en Gaza, que acaba de cumplir nueve meses y se ha cobrado cerca de 38.000 vidas, ha obtenido suficientes votos para tener presencia en la Convención Nacional Demócrata (DNC) en agosto, con al menos 29 delegados.
Según las propias reglas del DNC, cualquier candidato que reciba al menos el 15 por ciento de los votos en cualquier distrito del Congreso es elegible para ser delegado.
¿Cómo se lanzó la campaña 'no comprometida'?
El movimiento popular contra la guerra en Estados Unidos, que comenzó en el estado de Michigan, se ha extendido ahora por todo el país contra la guerra genocida en Gaza y la complicidad del gobierno estadounidense en ella.
Los activistas pro-Palestina han organizado múltiples manifestaciones, se han presentado en eventos públicos del presidente y han ejercido presión sobre sus representantes electos para exigir un alto el fuego en Gaza.
Sin embargo, sus llamados fueron en gran medida desatendidos por la administración Biden.
Por lo tanto, comenzaron a pedir a los votantes demócratas que emitieran sus votos por los “no comprometidos”, esencialmente por nadie, como protesta contra la guerra israelí-estadounidense en Gaza y para enviar un mensaje a Biden.
A principios del mes pasado, el movimiento Abandonen a Biden, que está detrás de gran parte de los esfuerzos para conseguir votos de protesta, declaró en un comunicado de prensa que se asegurarán de que Biden enfrente la derrota en las elecciones generales.
“Nuestra misión es clara: hay que derrotar a Joe Biden”, afirmó el grupo. “No nos quedaremos de brazos cruzados. Estamos movilizados, furiosos y comprometidos a garantizar que Joe Biden sea derrotado en las elecciones generales. El momento de rendir cuentas es ahora”.
Dijeron que la “máquina de muerte de Israel está alimentada por las políticas de Biden” y que “los discursos de Biden no son más que teatro diplomático, una exhibición grotesca de transferencia de culpas mientras la masacre continúa”.
Incluso algunos legisladores han estado diciendo a la gente que no vote por Biden por su manejo de la guerra de Gaza.
La representante Rashida Tlaib dijo a principios de este año que estaba “orgullosa” de votar “sin compromiso” en las primarias de Michigan, emitiendo un voto de protesta contra Biden en medio de la frustración por la interminable guerra en Gaza.
“Hoy me sentí orgullosa de entrar y sacar una papeleta demócrata y votar sin compromiso. Debemos proteger nuestra democracia. Debemos asegurarnos de que nuestro gobierno se centre en nosotros, en la gente”, dijo Tlaib en un video compartido por la campaña Listen to Michigan, en el que se pedía el voto de protesta.
“Cuando el 74 por ciento de los demócratas en Michigan apoyan un alto el fuego, pero el presidente Biden no nos escucha, esta es la forma en que podemos usar nuestra democracia para decir 'escuchen'. Escuchen a Michigan”.
La acción ha sacudido la campaña presidencial de Biden, preocupado a los demócratas y llevado a algunos de ellos a hacer llamamientos apasionados para tomar el tema con la seriedad que merece.
“Por supuesto que deberían estar preocupados”, dijo un ex asistente de campaña de Biden, citado por los medios de comunicación el mes pasado.
“Si no piensan votar por [Biden], ya se han sentido decepcionados. Donald Trump es un disruptor y un agente de cambio, por lo que podría ser una alternativa atractiva para algunas de esas personas”, agregó el ex asistente de campaña.
¿Por qué Michigan lideró la campaña?
Michigan, situado en la región de los Grandes Lagos del Alto Medio Oeste de los Estados Unidos, es el estado que ayudó a conseguir la victoria de Biden en 2020.
Hay alrededor de 200.000 votantes musulmanes estadounidenses en Michigan que están enojados con la respuesta de Biden a la guerra genocida israelí en Gaza, y esto podría significar que muchos de estos votantes simplemente se abstengan de participar en las elecciones de este año o elijan en su lugar a un candidato de un tercer partido.
Más de 100.000 votantes se declararon “no comprometidos” en las primarias de Michigan, alrededor del 13 por ciento del electorado del estado y 10 veces más de lo que los organizadores de la campaña habían proyectado públicamente.
El Instituto Árabe Americano, un grupo de defensa, dice que desde el inicio de la guerra de Israel en Gaza el 7 de octubre del año pasado, el apoyo de los árabes estadounidenses al Partido Demócrata se ha desplomado del 59 por ciento en 2020 a solo el 17 por ciento.
El voto "no comprometido" abarca
Después de Michigan, el movimiento no comprometido cobró impulso y se expandió a un ritmo rápido a otros estados de EE. UU., como Minnesota, Massachusetts, Hawaii, Missouri, Washington y Wisconsin.
“La campaña de Michigan fue una inspiración para nosotros aquí en Washington. Es como si tal vez hubiera una manera para que nosotros, que estamos descontentos con lo que está haciendo el Presidente, registremos nuestro descontento con sus políticas”, dijo Rami Al-Kabra, organizador de la campaña de Washington y miembro del consejo municipal de Bothell, Washington.
En Minnesota, 45.000 votos no comprometidos, alrededor del 20 por ciento de los votos, le dieron al movimiento 11 delegados, la cifra más alta de cualquier estado.
Además de las comunidades árabes y musulmanas, los votos de protesta tuvieron la mayor concentración en las zonas donde viven los jóvenes.
Los votantes jóvenes parecen ser algunos de los críticos más acérrimos de Biden en cuestiones que van desde la guerra de Israel en Gaza hasta el cambio climático y la inflación.
Además, muchos votantes negros e hispanos, que fueron fundamentales para la victoria de Biden en 2020, también se encuentran entre los votantes no comprometidos.
En términos generales, la mayoría de la gente en Estados Unidos ahora desaprueba la guerra de Israel en Gaza.
Según una encuesta de Gallup realizada en marzo, la aprobación entre los estadounidenses de la ofensiva de Israel en Gaza cayó del 50 por ciento al 36 por ciento desde noviembre de 2023.
"No tiene sentido votar"
La mayoría de los votantes que protestan enfatizan que sus votos no son una campaña anti-Biden ni pro-Trump: son un voto humanitario, que busca salvar tantas vidas como sea posible poniendo fin a la devastadora guerra.
Los activistas pro-Palestina dicen que defenderán una agenda contra la guerra en la Convención Nacional Demócrata en agosto y que no votarán en noviembre a menos que el candidato demócrata apoye un alto el fuego permanente en Gaza y se enfrente al influyente lobby pro-Israel.
June Rose, demócrata judía y delegada no comprometida de Rhode Island en el DNC, explicó en una publicación en X que el Partido Demócrata “no puede defender los valores de la libertad, la justicia y la igualdad en casa mientras es un partido de muerte y destrucción en el exterior”.
“Mi objetivo en la Convención Nacional Demócrata es contribuir a garantizar que Palestina no sea olvidada ni por un momento. Que las imágenes de 15.000 niños asesinados en nombre de mi seguridad queden grabadas a fuego en las mentes de los líderes demócratas”, escribió.
Rose agregó que, junto con otros delegados no comprometidos, exigirán el fin del apoyo estadounidense al genocidio y la colonización, lo que incluye detener de inmediato la ayuda y poner fin a las transferencias de armas al régimen israelí utilizadas contra los palestinos en Gaza.
“Canalizaré mi rabia y mi dolor en un grito por una Palestina libre, con la inquebrantable esperanza de que me escuchen, como judío y como demócrata, al unísono con tantos otros que como yo gritan: No en nuestro nombre. Detengan el genocidio. Alto al fuego ahora. Terminen con la ocupación”.
Saad Farooq, un votante no comprometido en Massachusetts, dijo que era poco probable que el Comité Nacional Demócrata seleccionara a un candidato que tomara una postura contra la actual guerra de Israel, y que apoyaría a la candidata del Partido Verde, Jill Stein, si apareciera en la boleta en Massachusetts.
"Mi criterio número uno para cualquier candidato es oponerse al genocidio en Gaza", dijo Farooq, citado por The Intercept.
Shaneez Hameed, otro votante no comprometido en California, también dijo que la guerra en Gaza es una línea roja para él como votante.
“Cualquier candidato nuevo tendrá que hacer algo para detener el genocidio en Palestina y también estar abierto a hacer cambios en la Corte Suprema y a la obstrucción de las leyes”, escribió Hameed. “De lo contrario, nada cambiará y no tendrá sentido votar”.
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