viernes, 3 de junio de 2022

Exclusivo: Klaus Schwab contra Rusia


Klaus Schwab, el presidente del Foro Económico de Davos, organizó la edición 2022 de ese ‎encuentro para aportar el apoyo de los dirigentes occidentales a Ucrania contra Rusia. Y no sólo ‎permitió al oligarca ucraniano Victor Pinchuk abrir una «Casa de los Crímenes de guerra rusos» ‎ [1] sino que además planificó, entre otras, la intervención por videoconferencia del presidente ‎ucraniano Volodimir Zelenski ante los participantes en la sesión plenaria. ‎

Ese respaldo incondicional a los banderistas resulta “comprensible” para quienes conocen la ‎verdadera biografía del alemán Klaus Schwab. ‎

Según su leyenda familiar, Klaus Schwab es hijo de un general de la Wehrmacht (a la derecha en la ‎imagen), o sea del ejército de la Alemania hitleriana, general que recibió condecoraciones no sólo por su ‎participación en las dos Guerras Mundiales sino también por su acción en el Imperio Otomano y ‎en Turquía durante el genocidio contra los cristianos, principalmente contra los armenios. ‎

En los años 1970-1980, Klaus Schwab fue uno de los directores de empresa Escher-Wyss –‎absorbida por Sulzer AG– que tuvo un papel importante en el programa de investigación nuclear ‎del régimen sudafricano del apartheid. Aquella colaboración se desarrolló en violación de la ‎resolución 418 del Consejo de Seguridad de la ONU. ‎

Con ayuda del comisario de la Unión Europea a cargo de los asuntos económicos, el francés ‎Raymond Barre –por demás miembro de la Comisión Trilateral–, Klaus Schwab fue el creador de ‎un círculo de jefes de empresas que se convirtió en el Foro Económico Mundial que se reúne cada ‎año en Davos. ‎

El cambio a la denominación definitiva se concretó con ayuda del Centro Internacional para la ‎Empresa Privada (Center for International Private Enterprise o CIPE), rama patronal de la National ‎Endowment for Democracy (NED), que no es otra cosa que una pantalla de la CIA [2]. ‎Sin embargo, en 2016 Klaus Schwab estaba registrado en el Grupo de Bilderberg –órgano de ‎influencia de la OTAN– como «funcionario internacional», una categoría que nunca tuvo ‎oficialmente. ‎

Transhumanista y promotor de la «globalización equitativa», Klaus Schwab es además autor del ‎libro The Great Reset, una reflexión prospectiva sobre en qué podría convertirse la civilización. ‎

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