viernes, 4 de julio de 2025

Preocupa en Chipre la compra de tierras por colonos israelíes

Judíos ultraortodoxos llevan sus pertenencias en Haifa a un barco con destino a Chipre. (Foto: Reuters)

Una reciente ola de compras inmobiliarias por colonos israelíes en Chipre ha desatado un aumento de la preocupación y una fuerte agitación política en la isla.

En Chipre aumentan las inquietudes ante la creciente ola migratoria de colonos israelíes que, tras huir del conflicto, se están asentando en la isla y adquiriendo propiedades inmobiliarias en zonas estratégicas, han informado este viernes varios medios lcoales.

Durante un reciente congreso del Partido Progresista del Pueblo Obrero (AKEL, por sus siglas en griego), la segunda fuerza política del país, el secretario general Stefanos Stefanou advirtió que la compra de tierras por parte de israelíes cerca de infraestructuras críticas y áreas sensibles representa una grave amenaza para la seguridad nacional.

Stefanou alertó también sobre la formación de “guetos” debido a estas transacciones inmobiliarias, y mencionó la proliferación de escuelas sionistas y sinagogas como parte de una estrategia expansionista.

“Nos están arrebatando el país”, declaró, señalando que la afluencia de compradores israelíes sigue patrones similares a los observados en los territorios palestinos ocupados.



El dirigente político describió estas adquisiciones como parte de un plan amplio que podría derivar en la implantación de asentamientos, instituciones religiosas y una creciente hegemonía económica israelí en Chipre.

Asimismo, criticó la inacción del gobierno chipriota ante este fenómeno y exigió una regulación más estricta de las transacciones inmobiliarias con extranjeros, especialmente en zonas de interés estratégico.

Analistas locales han advertido que esta tendencia, de continuar, podría comprometer la soberanía de Chipre y tener consecuencias económicas negativas a largo plazo.

Por su parte, el embajador de Israel en Chipre, Oren Anolik, rechazó lo que calificó como un repunte de la “retórica antisemita” en el discurso público chipriota.

Ante ello, Stefanou defendió la postura de su partido, subrayando que criticar las políticas de Israel no equivale a antisemitismo.

“Israel no tolera crítica alguna y pretende controlar todo”, afirmó, recordando que el régimen usurpador llegó a tildar de antisemita al propio secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, por condenar su guerra genocida en Gaza.

Según cifras oficiales, aproximadamente 2500 israelíes residen de forma permanente en Chipre. No obstante, expertos locales estiman que el número real podría situarse entre 12 000 y 15 000, ya que muchos ingresan con pasaportes europeos.


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Filtración: Excanciller Leyva pidió ayuda de EEUU para tumbar a Petro

Álvaro Leyva y Gustavo Petro, en Bogotá, Colombia, 25 de abril de 2023.

El excanciller colombiano Álvaro Leyva buscó apoyo de Washington para forzar la salida del presidente de Colombia, Gustavo Petro, revela un informe.

Audios filtrados y fuentes cercanas a la Casa Blanca evidencian que el excanciller Álvaro Leyva habría gestionado apoyo con asesores del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para forzar la salida del presidente de Colombia, Gustavo Petro.

En las grabaciones también se mencionan presuntas coordinaciones con la vicepresidenta colombiana, Francia Márquez, aunque ella ya ha desmentido cualquier participación en el proyecto golpista.

Los documentos y audios, publicados por el diario español El País y confirmados por fuentes de inteligencia colombiana, revelan que Leyva habría intentado articular, junto a figuras republicanas de EE.UU., un plan para forzar la salida de Petro. Las grabaciones, en poder de agencias estatales, detallan reuniones con asesores clave de Trump, acusaciones sin sustento jurídico contra el mandatario colombiano y una operación para promover a la vicepresidenta Francia Márquez como su reemplazo.



Según el informe, Leyva viajó el pasado abril a Washington para articular con círculos de Trump una campaña de presión internacional contra el Gobierno de Colombia. El plan, según los registros, incluía difundir acusaciones falsas de drogadicción contra el presidente Petro, negociar con grupos armados para crear caos y usar ese clima como pretexto para una salida forzosa del primer mandatario de izquierda en Colombia.

Las grabaciones filtradas captan a Leyva declarando poseer “evidencias contundentes” para inhabilitar políticamente a Gustavo Petro. Estos diálogos coinciden temporalmente con la campaña pública que Leyva lideró en abril pasado, cuando publicó cartas en sus redes acusando al presidente de “adicciones” que —según él— afectaban su capacidad de Gobierno, e incluso exigió su renuncia “por el bien de Colombia”. Sin embargo, las supuestas pruebas nunca fueron presentadas ante autoridad alguna, según confirmó la Fiscalía.

Los audios también exponen la red tejida por el excanciller Leyva para presionar la salida de Petro mediante la gestión de contactos con el senador Marco Rubio (líder republicano), la periodista Vicky Dávila (para difusión mediática), y el congresista Mario Díaz-Balart (círculo Trump). La grabación más polémica sugiere incluir al opositor Miguel Uribe (del partido Centro Democrático), actualmente en estado crítico tras un atentado el 7 de junio.


Los diálogos, que este medio cruzó con agendas de viaje y comunicaciones, revelan una estrategia multipartita para desacreditar al Gobierno colombiano.


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Israel y el desprecio por la justicia internacional

El ataque de Israel a Irán es una agresión ilegal que viola la Carta de la ONU. Un análisis de Israel y el desprecio por la justicia internacional.

Por: Juan Alberto Sánchez Marín


Con los ataques del viernes 13 de junio anterior, en el comienzo de la agresión sionista contra Irán, Israel violó una extensa serie de normas básicas de la justicia internacional.

La primera contravención, la más explícita, la Carta fundacional de Naciones Unidas.

El principal marco jurídico internacional, que regula las condiciones bajo las cuales un Estado puede recurrir a la guerra o al uso de la fuerza, es la Carta de Naciones Unidas.

El Derecho Internacional Humanitario (DIH), por su parte, rige cómo se conducen las hostilidades, con base en los Convenios de Ginebra (1949) y sus Protocolos Adicionales, los Convenios de la Haya (1907) y el Derecho Internacional Humanitario Consuetudinario.

La legislación es concreta y los avances en materia jurídica internacional representan un cambio fundamental para las relaciones entre los Estados, y, sobre todo, para la protección de la dignidad humana.

Determinados regímenes, no obstante, desprecian las regulaciones abiertamente. La impunidad la garantizan mediante presiones, cabildeos y partidarios poderosos. El israelí es uno de ellos.

Israel contra la Carta de Naciones Unidas
Israel pisoteó los propósitos y los principios elementales de la Carta establecidos en el capítulo primero. La base de todo.

El Artículo 2, parágrafo 4, establece que “Los Miembros de la Organización, en sus relaciones internacionales, se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado, o en cualquier otra forma incompatible con los Propósitos de las Naciones Unidas” [1].

Propósitos que, claro está, son la paz y la seguridad internacionales, el fomento de las buenas relaciones y la cooperación.

Estados Unidos e Israel han transformado a Naciones Unidas en una tarta vacía. Debilitaron su reglamento, resoluciones, y razón de ser. Una cuestión sabida desde hace tiempo, que a los dirigentes estadounidenses e israelíes les importa poco o nada.

Irresponsabilidades y cómplices
La Carta también es determinante en afirmar que los Miembros de la Organización “se abstendrán de dar ayuda a Estado alguno contra el cual la Organización estuviere ejerciendo acción preventiva o coercitiva”.

Naciones Unidas, desde luego, no ejerce ninguna acción en contra de una entidad como Israel ni contra sus cómplices, Alemania, Francia, Reino Unido. Máxime, cuando el país que mueve los hilos detrás es Estados Unidos, dueño y señor de la susodicha Organización.

La acusación de complicidad contra estos países se fundamenta en principios bien establecidos del derecho internacional.

El marco jurídico de referencia son los Artículos sobre la Responsabilidad del Estado de la Comisión de Derecho Internacional (Artículo 16, Capítulo IV), que define la complicidad de un Estado en el hecho ilícito de otro [2].

De acuerdo con este artículo, un Estado es cómplice si presta "ayuda o asistencia" a otro Estado para cometer un acto internacionalmente ilícito. Dos condiciones: que lo haga con conocimiento de las circunstancias del hecho ilícito. Y que el hecho en consideración también fuera ilícito si lo cometiera el Estado que presta la ayuda.

Sobran las explicaciones en relación con la participación discutida y admitida por los citados países cómplices.

Solo hay dos excepciones a la prohibición del uso de la fuerza: una autorización del Concejo de Seguridad, facultado, en el Capítulo VII de la Carta, para mantener o restablecer la paz y la seguridad internacionales cuando estas estén seriamente amenazadas.

Irán no es una amenaza. No lo ha sido en ningún momento ni para nadie. Por el contrario, en procura de la paz se sometió a los tramposos diálogos indirectos con el Gobierno de Donald Trump.

El mismo que, en la primera presidencia, mando al traste el Plan Integral de Acción Conjunto, PIAC, en 2018, que había costado sudor y lágrimas durante una década de negociaciones. En otras palabras, una contraparte poco fiable.

La otra excepción a la prohibición del uso de la fuerza es el derecho a la legítima defensa, según el artículo 51, “en caso de ataque armado contra un Miembro de las Naciones Unidas”. Evidentemente, para el caso que nos ocupa, un precepto que cobija a Irán y jamás a Israel.

Israel y el desprecio por la justicia internacional
El ataque de un Estado contra otro sin justificación legal se define como un acto de agresión. Así lo establece con absoluta claridad la Resolución 3314 (capítulo XXIX) de la Asamblea General de las Naciones Unidas de 1974 [3]. Una resolución conocida y nada reciente.

Esta definición incluye, entre otros componentes, la invasión o el ataque por las fuerzas armadas de un Estado al territorio de otro Estado, el bombardeo y el bloqueo de puertos o costas.

La violación del Artículo 2(4) de la Carta constituye, precisamente, el "acto de agresión" que la Resolución define. Ninguna duda, por si la había: Israel es un Estado agresor.

El Estatuto de Roma, tratado fundacional de la Corte Penal Internacional (CPI), tipifica el crimen de agresión como uno de los cuatro crímenes más graves y de mayor trascendencia para la comunidad internacional [4].

Los restantes son el genocidio, los crímenes de lesa humanidad y los crímenes de guerra [5]. ¡Vaya casualidad! Benjamín Netanyahu, del primero al último, está acusado por la Corte Penal Internacional, con orden de captura vigente.

Y pronto también lo será por el de agresión, toda vez que, según el Estatuto, este crimen es cometido por una persona en posición de controlar o dirigir la acción política o militar de un Estado que comete un acto de agresión.

La violación de estas normas no solo genera la responsabilidad internacional del Estado agresor, el cual corre el riesgo de ser objeto de sanciones por parte del Consejo de Seguridad y está obligado a reparar los daños causados.

Puede acarrear, además, responsabilidad penal individual para los dirigentes que planificaron y ejecutaron el acto de agresión. O sea, para Netanyahu y el círculo de criminales que lo rodea y alienta.

Centrales nucleares: verlas, no tocarlas
El ataque a las centrales nucleares iraníes, que Israel efectúa desde el primer momento de la agresión, es una de las violaciones más graves del derecho internacional humanitario, conocido como el derecho de los conflictos armados.

Las protecciones son específicas para estas instalaciones debido al catastrófico potencial de liberación de fuerzas peligrosas, que podrían tener consecuencias devastadoras para la población civil.

El Artículo 56 del Protocolo Adicional I de los Convenios de Ginebra (1977) señala que las “obras e instalaciones que contienen fuerzas peligrosas, a saber, las presas, los diques y las centrales nucleares de energía eléctrica, no serán objeto de ataques” [6].

Y algo importante: “Ni siquiera cuando sean objetivos militares, si tales ataques pueden provocar la liberación de dichas fuerzas y, en consecuencia, causar pérdidas importantes en la población civil".

Para los conflictos internos, incluso, el Artículo 15 del Protocolo Adicional II (1977) prohíbe los ataques a instalaciones nucleares bajo términos similares.

El estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (CPI), el Tratado sobre la No Proliferación de Armas Nucleares (TNP) [7], así como resoluciones de la Conferencia General del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) [8] [9] [10] [11], también prohíben este tipo de ataques.

Los proscribe el derecho internacional humanitario consuetudinario [12], que es vinculante para todos los Estados, incluso para aquellos que no han ratificado los Protocolos Adicionales de Ginebra.

Una vulneración de la normatividad que no solo se ejecuta de como método,

El insano ataque a establecimientos sanitarios
El ataque a establecimientos sanitarios (hospitales, clínicas, centros de salud) durante conflictos armados es otro atentado que viola el Derecho Internacional Humanitario (DIH).

Esta disposición parte del principio de distinción que exige a las partes en conflicto diferenciar siempre entre combatientes y población civil, así como entre bienes de carácter civil y objetivos militares.

El Artículo 19 del Primer Convenio de Ginebra [13] establece que “los establecimientos fijos y las formaciones sanitarias móviles del Servicio Sanitario no podrán, en ninguna circunstancia, ser atacados, sino que serán en todo tiempo respetados y protegidos por las Partes en conflicto”.

Artículo 3, común a los cuatro Convenios [14], obliga a respetar y proteger a los heridos y enfermos, así como al personal sanitario y religioso que los atiende, sin distinción alguna.

El artículo, específicamente, prohibe los atentados contra la vida, la integridad corporal, y los tratos crueles contra personas heridas y enfermas.

El Artículo 18 del Cuarto Convenio [15] determina que “los hospitales civiles organizados para prestar asistencia a los heridos, los enfermos, los inválidos y las parturientas, "en ninguna circunstancia, podrán ser objeto de ataques, sino que serán, en todo tiempo, respetados y protegidos por las Partes en conflicto".

El Protocolo I Adicional, en su Artículo 12 [16], establece la obligación de respetar y proteger las unidades sanitarias y prohíbe su ataque, en tanto que el Artículo 10, dispone idénticas exigencias para la misión médica en su conjunto.
Estas normas internacionales protegen a los establecimientos de salud, el personal médico y a los heridos y enfermos, prohibiendo los ataques contra ellos. Hablamos de acciones que constituyen o pueden constituir crímenes de guerra.

La Resolución 2286 del Consejo de Seguridad de la ONU, de 2016 [17], condena enérgicamente los ataques contra instalaciones y personal médico en situaciones de conflicto.

El Derecho Internacional de los Derechos Humanos complementa el DIH al establecer derechos y obligaciones para proteger la salud y el acceso a la atención médica, incluso, en estados de guerra.

Sólo una excepción, concreta, pero, también, limitada, fija en los artículos 21 y 22 del citado Primer Convenio, y en el Protocolo Adicional I (Artículo 13, parágrafos 1 y 2): apenas en las circunstancias en que un hospital fuera utilizado para fines militares “perjudiciales para el enemigo”, se podría justificar un ataque contra esta clase de Infraestructuras [18].

Aun así, deben existir precauciones para minimizar cualquier daño a personas civiles. No es una cuestión optativa, por el contrario, es un mandato categórico.

Los derechos del personal médico, heridos, enfermos y demás personal de salud gozan de la protección de los Convenios de Ginebra con un carácter inviolable e inalienable, según el Artículo 7 común (Artículo 8 del IV Convenio).

La disposición es determinante, incluso, al punto de establecer que estas personas protegidas tienen derechos, excepto, el derecho de renunciar a ellos.

El derecho de Israel a la ofensa
Así que no sin razón, el entramado mediático sionista se ha esforzado en silenciar las intencionales acometidas israelíes contra los centros sanitarios iraníes.

Tres hospitales en Teherán [19], siete en total y al menos uno infantil [20], al igual que 4 centros de salud, nueve ambulancias y seis bases de emergencia, fueron atacados y dañados de manera deliberada por los israelíes en Irán.

Sucesos graves frente a los cuales callan los medios corporativos de Occidente.

Un ataque iraní al cuartel general de mando y comunicaciones del ejército israelí (IDF C4I), en el parque tecnológico Gav-Yam Negev, que causó algunos daños al contiguo Centro Médico Soroka, en Beersheba, al sur de los territorios ocupados por Israel, por el contrario, fue objeto de toda clase de tergiversaciones de parte de los grandes medios.

Irán fue inculpado apresuradamente de efectuar un ataque deliberado en contra del hospital. El dato obviado tiene que ver con que el parque tecnológico está vinculado a la unidad 8200, la mayor unidad perteneciente a los cuerpos de inteligencia de las fuerzas de ocupación de Israel (IDF).

En realidad, una unidad de ciberterrorismo, vinculada al desarrollo del gusano informático Stuxnet, en 2010, creado con el fin de contaminar la planta nuclear de Bushehr y el complejo nuclear de Natanz.

En el parque tenía sede la empresa de fabricación de drones encargada de adelantar ataques terroristas contra Irán, y operan más de setenta empresas vinculadas a la defensa y la seguridad israelíes, es decir, a sus actividades de agresión, entre ellas, Elbit Systems, Intel y Microsoft.

El derecho de Irán a la defensa
Una cosa queda clara: Israel y Estados Unidos son los agresores. Israel atacó mientras Irán sostenía conversaciones con Estados Unidos. Fue la agresión compartida, al menos, de estos dos países en contra de Irán.

Las decisiones de la arremetida, los bombardeos, los asesinatos y el complot general contra Irán fueron obra y gracia de líderes violentos, como el presidente estadounidense, el primer ministro israelí, y la dirigencia de la OTAN.

Del mismo modo que ahora violan los tratados y las normas del derecho internacional, y están dispuestos a perpetrar una guerra terrible, Donald Trump y Benjamín Netanyahu, junto a sus cómplices, deberán afrontar la responsabilidad penal individual que les cabe por sus numerosos crímenes de guerra.

Las operaciones adelantas por Irán en contra de Israel, por el contrario, son en legítima defensa y se enmarcan dentro de la legalidad internacional.

El artículo 51 de la Carta de Naciones Unidas, al que ya hice referencia, sobre el legítimo derecho a la defensa, es claro y plenamente aplicable a Irán en las actuales circunstancias.

Un artículo que ha sido invocado engañosamente por los sionistas, y que, con la agresión del viernes 13 de 2025, se lo traspasaron a Irán con plena aplicabilidad.

Por supuesto, sin esperarlo ni darse cuenta del daño producido a su cínico relato de décadas.


(HispanTV - dXmedio).



REFERENCIAS

[1] Naciones Unidas. Carta de las Naciones Unidas. 

[2] Naciones Unidas. Resolución aprobada por la Asamblea General. 56/83. Responsabilidad del Estado por hechos internacionalmente ilícitos. 28 de enero de 2002. 

[3] Naciones Unidas. Resolución 3314 (capítulo XXIX) de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Definición de la agresión. 

[4] Global Law & Policy Database - RefWorld. Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. 17 de julio de 1998. 

[5] Comité Internacional de la Cruz Roja - CICR. Estatuto de la Corte Penan Internacional. 

[6] Naciones Unidas. Treaty on the Non-Proliferation of Nuclear Weapons (NPT). [Tratado sobre la No Proliferación de Armas Nucleares (NPT)]. 

[7] Comité Internacional de la Cruz Roja - CICR. Los Convenios de Ginebra y sus Comentarios. 

[8] International Atomic Energy Agency General Conference. GC(XXVII)/RES/407 (1983). General Debate and Annual Report for 1982. Protection of Nuclear Installations Devoted to Peaceful Purposes Against Armed Attacks. [Protección de instalaciones nucleares dedicadas con fines pacíficos contra ataques armados]. 9 de noviembre de 1983. 

[9] International Atomic Energy Agency General Conference. GC(XXIX)/RES/444 (1985). Protection of Nuclear Installations Devoted to Peaceful Purposes Against Armed Attacks. [Protección de instalaciones nucleares dedicadas con fines pacíficos contra ataques armados]. 27 de septiembre de 1985. 

[10] International Atomic Energy Agency General Conference. GC(XXXI)/RES/475 (1987). Protection of Nuclear Installations Against Armed Attacks. [Protección de instalaciones nucleares contra ataques armados]. 25 de septiembre de 1987. 

[11] International Atomic Energy Agency General Conference. GC(XXXIV)/RES/533 (1990). Prohibition of all Armed Attacks Against Nuclear Installations Devoted to Peaceful Purposes Whether Under Construction or in Operation. [Prohibición de todos los ataques armados contra instalaciones nucleares dedicadas a fines pacíficos, ya sea en construcción o en funcionamiento]. 21 de septiembre de 1990. 

[12] Henckaerts, Jean-Marie y Doswald-Beck, Louise. El Derecho Internacional Humanitario Consuetudinario. Comité Internacional de la Cruz Roja. 

[13] CICR. Convenio (I) para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en campaña. Ginebra, 12 agosto 1949. Artículo 19 - Protección de unidades y establecimientos sanitarios. Base de datos del derecho internacional humanitario. 

[14] CICR. Convenio (I) para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en campaña. Ginebra, 12 agosto 1949. Artículo 3 - Conflictos sin carácter internacional. Base de datos del derecho internacional humanitario. 

[15] CICR. Convenio de Ginebra (IV) relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra, Ginebra, 12 agosto 1949. Artículo 18 - Heridos y enfermos III. Protección de los hospitales. Base de datos del derecho internacional humanitario. 

[16] CICR. Protocolo adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales (Protocolo I), 8 de junio de 1977. Artículo 12 - Protección de las unidades médicas. 

[17] ACNUR. Resolución 2286 (2016). Aprobada por el Consejo de Seguridad en su 7685ª sesión. 3 de mayo de 2016. Naciones Unidas. 

[18] YouTube. ¿Qué dice el derecho internacional humanitario sobre la protección a Hospitales? CICR en Español. 24 de julio de 2024. 

[19] HispanTV. Israel ataca deliberadamente tres hospitales en Teherán en una semana. 20 de junio de 2025. 

[20] HispanTV. Dron agresor israelí impacta contra un hospital infantil en Teherán. 14 de junio de 2025. En: https://www.hispantv.com/noticias/defensa/616834/dron-israeli-impacta-hospital-iran

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Informe: Israel atacó la cafetería Al-Baqa con una bomba de 230 kg

Un hombre inspecciona la zona del café tras ser alcanzado en un ataque israelí, 1 de julio de 2025. (Foto: AP) El ejército israelí utilizó una bomba de 500 libras en su reciente ataque a la cafetería Al-Baqa en la costa de Gaza que causó la muerte de al menos 39 personas.

El periódico británico The Guardian informó el miércoles que el ejército israelí utilizó el lunes una bomba de 230 kg (500 libras), un arma poderosa e indiscriminada que genera una enorme onda expansiva y dispersa metralla en un área amplia, en su ataque a dicho sitio.

Citando a expertos en derecho internacional, el informe precisa que el uso de tal munición a pesar de la presencia conocida de muchos civiles desprotegidos, incluidos niños, mujeres y ancianos, era casi con certeza ilegal y podía constituir un crimen de guerra.

Los fragmentos del arma hallados en las ruinas del café Al-Baqa, fotografiados por The Guardian, han sido identificados por expertos en artillería como partes de una bomba MK-82 de 230 kg de uso general, un elemento básico de fabricación estadounidense en muchas campañas de bombardeo de las últimas décadas.


“El gran cráter dejado por la explosión fue una prueba más del uso de una bomba grande y poderosa como la MK-82”, dijeron dos expertos en municiones.



Según el diario, el derecho internacional basado en las Convenciones de Ginebra, una fuerza militar tiene prohibido lanzar ataques que causen “pérdidas incidentales de vidas civiles” que sean “excesivas o desproporcionadas” con respecto a la ventaja militar que se pretende obtener.

Al respecto, afirma que sólo un objetivo cuya eliminación pudiera tener un impacto muy significativo en el curso de un conflicto podría justificar la muerte de decenas de civiles.

Fuentes palestinas anunciaron que al menos 39 personas, entre ellas un conocido cineasta y artista, una ama de casa de 35 años y un niño de cuatro años, murieron y decenas más resultaron heridas en el bombardeo de la cafetería Al-Baqa en la costa de la ciudad de Gaza.


El café, uno de los pocos negocios que seguía funcionando tras casi 20 meses de guerra, era un punto de encuentro para los residentes que buscaban acceso a Internet y un lugar donde cargar sus teléfonos móviles.

Desde el comienzo de la guerra genocida en Gaza, Estados Unidos ha enviado miles bombas y armas a Israel como continuación de su apoyo inmenso a la guerra genocida del régimen sionista contra Gaza, y ha utilizado su poder de veto contra todas las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que pedían un alto el fuego inmediato en el enclave asediado.


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hispantv.com

Irán, preparado para desplegar sorpresas militares estratégicas si Israel reaviva el conflicto


Israel nunca ha respetado los altos el fuego ni en Gaza ni en Líbano, razón por la cual Irán se mantiene plenamente preparado ante eventuales nuevas agresiones.

Por: Mohammad Molaei *

La experiencia demuestra que el régimen sionista nunca ha respetado los acuerdos de alto el fuego, ni en Gaza ni en el Líbano. Por tanto, Irán permanece plenamente preparado ante la posibilidad de que el régimen vuelva a incurrir en temerarias aventuras militares tras declarar unilateralmente una tregua.

La reciente llegada de aviones de carga militar desde Estados Unidos y otros aliados a los territorios ocupados es un indicio claro de movimientos sospechosos. Aunque la información detallada sobre los contratos militares israelíes posteriores a la guerra de agresión de 12 días contra Irán es confidencial, informes fidedignos revelan algunos detalles de estos preparativos.

Según dichos informes, Estados Unidos ha enviado sistemas de defensa antimisiles valorados en cientos de millones de dólares para reforzar la defensa aérea israelí, debilitada tras el reciente conflicto.

Además, el Departamento del Tesoro estadounidense ha aprobado la venta de municiones por valor de 510 millones de dólares a Israel, que incluye 3840 kits de guiado para bombas perforantes de 2000 libras (BLU-109) y 3280 kits de guiado satelital para bombas de 500 libras (MK82).

El contrato contempla soporte logístico, técnico e ingenieril, con Boeing como contratista principal. La rápida transferencia de parte de este material desde los arsenales militares estadounidenses hacia Israel evidencia la urgente necesidad de la Fuerza Aérea israelí de reforzar sus capacidades.

Adicionalmente, se ha reportado un aumento en los ejercicios militares conjuntos israelí-estadounidenses y el despliegue de avanzados sistemas radar en los territorios ocupados, señalando una preparación para una posible nueva confrontación con la República Islámica.

Las prácticas de simulación de ataques aéreos contra objetivos distantes, el despliegue de radares AN/TPY-2 conectados al sistema THAAD, y el reforzamiento de bases militares en los territorios ocupados corroboran esta tendencia, no solo para restaurar capacidades tras la guerra de 12 días, sino también en previsión de operaciones ofensivas.

El 13 de junio de 2025, el régimen israelí lanzó una agresión militar ilegal y sin provocación sobre Irán, atacando instalaciones militares y nucleares, y asesinando a numerosos altos mandos militares, científicos nucleares y civiles.

En las primeras horas, el ministro de guerra israelí, Israel Katz, declaró estado de emergencia en los territorios ocupados, anticipando una pronta respuesta militar iraní.

Horas después, Irán respondió enviando drones suicidas hacia los territorios ocupados, diseñados para contrarrestar sistemas defensivos israelíes, especialmente la Cúpula de Hierro, y facilitar la reconfiguración parcial de sus defensas aéreas.

Posteriormente, inició la primera oleada de ataques con misiles en la operación “Verdadera Promesa 3”, lanzando misiles balísticos e hipersónicos desde bases en Teherán, Isfahán, Kermanshah, Shiraz y Tabriz.

Durante los 12 días de guerra impuesta, Irán disparó más de 500 misiles balísticos, de crucero e hipersónicos en 22 oleadas operativas, incluyendo misiles de precisión como “Emad”, maniobrables como “Jeybar Shekan”, de alcance medio como “Hach Qasem” y, por primera vez, el “Seyyil” con alcance de 2000 km y velocidad hipersónica. Estos ataques impactaron profundamente la infraestructura militar e industrial israelí.



Impacto de la respuesta iraní
Los ataques retaliatorios impactaron la refinería Bazan en la bahía de Haifa, que producía 200 000 barriles diarios y suministraba más del 60 % del combustible israelí, causando incendios extensos, destrucción de oleoductos y paralización total. Bazan anunció que la reanudación normal no será posible antes de octubre de 2025 debido a la necesidad de reparaciones mayores.

El régimen tuvo que importar hasta 110 000 barriles diarios, generando un gasto estimado de 8 millones de dólares diarios, mientras que la preocupación global por un posible cierre del estrecho de Ormuz elevó los precios internacionales del petróleo en un 12 %, afectando a los mercados energéticos de Europa y Asia.

La planta eléctrica de Haifa (1020 MW, 7-8% del suministro nacional) sufrió ataques con misiles, provocando apagones en el norte. La plataforma de gas Leviatán, que genera el 40 % de la electricidad israelí, fue dañada en su infraestructura, reduciendo la producción en un 30 % y causando cortes intermitentes en Haifa, Tel Aviv y alrededores.

Como respuesta, Israel incrementó la participación de energía solar de un 10 % a un 40 %, pero sanciones y tensiones regionales retrasaron proyectos hasta dos años, con un costo anual estimado de 300 millones de dólares, erosionando la confianza inversora extranjera.

En cuanto a pérdidas humanas y materiales, aunque la censura impide conocer cifras exactas, medios hebreos como Haaretz y Yedioth Ahronoth reportaron daños en 32 000 estructuras en Tel Aviv, Haifa, Bat Yam y Petah Tikva, en su mayoría instalaciones militar-industriales en zonas residenciales.

Las afirmaciones israelíes de que solo 34 de 500 misiles iraníes penetraron sus defensas resultan incongruentes con la magnitud del daño, pues implicaría un promedio de 941 viviendas afectadas por misil, una cifra insostenible dadas la dispersión geográfica y la capacidad destructiva. Esta contradicción generó críticas internas.

Fracaso de las defensas aéreas israelíes
Desde el punto de vista psicológico y político, la incapacidad de sistemas avanzados como Cúpula de Hierro, Honda de David y Arrow 3 para interceptar misiles hipersónicos iraníes minó la imagen militar israelí. La crítica interna se intensificó contra el gabinete de guerra de Netanyahu.

Estos ataques provocaron la migración temporal de 50 000 personas del norte hacia zonas centrales y del sur, aumentando la ansiedad pública y la desconfianza en las instituciones.

Los ataques a puerto de Haifa, principal puerto comercial, interrumpieron cadenas de suministro esenciales, elevando precios de alimentos y medicinas un 15 %, aumentando la presión económica en los hogares.

Finalmente, Irán, con 22 oleadas de ataques coordinados y apoyados por inteligencia satelital y redes de espionaje, impuso costos militares, económicos y psicológicos sin precedentes al régimen sionista.

El alto el fuego unilateral declarado por EE.UU. en nombre de Israel el 24 de junio de 2025 evidenció la incapacidad de prolongar la agresión más allá de 12 días, fortaleciendo el poder disuasorio iraní y reconfigurando el equilibrio geopolítico regional.

La experiencia indica que, ante cualquier violación del alto el fuego por parte del régimen israelí y nuevos ataques, las Fuerzas Armadas de la República Islámica, especialmente el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI), disponen de múltiples opciones, combinando capacidades avanzadas y estrategias modernas, para infligir daños severos a la infraestructura israelí y alterar sustancialmente el equilibrio regional.

El análisis de imágenes de los impulsores de misiles lanzados durante la guerra muestra que en los primeros tres días (13 a 25 de junio de 2025) el CGRI empleó misiles de combustible sólido avanzados, reservando deliberadamente misiles de combustible líquido con tecnología más antigua para etapas posteriores.

Esta estrategia refleja la conservación de armamento moderno para fases críticas, especialmente ante eventuales ataques israelíes a infraestructuras clave como refinerías en Juzestán o centrales eléctricas.

Ataques previos iraníes a la refinería Bazan demostraron la vulnerabilidad de la infraestructura energética tradicional israelí. Por ello, en caso de reanudación del conflicto, Irán probablemente apuntará a infraestructuras alternativas israelíes, como los parques solares en el desierto del Néguev y regiones centrales.

Estas instalaciones, debido a su dispersión, dependencia de equipos importados y ausencia de sistemas defensivos eficaces, constituyen blancos vulnerables. Su destrucción podría ocasionar apagones generalizados y aumentar la presión psicológica y económica sobre la sociedad asentada israelí.

La comparación entre las operaciones “Promesa Verdadera 1 y 2” con la “Promesa Verdadera 3” revela avances significativos en la precisión misilística iraní. El empleo de misiles hipersónicos como “Sejjil” y “Kheybar Shekan”, con precisión milimétrica y velocidades superiores a Mach 5, ha vuelto ineficaces los sistemas avanzados israelíes —Cúpula de Hierro, Honda de David y Arrow 3— frente a ataques simultáneos y en múltiples capas.



Sorpresas venideras para el enemigo
Este progreso faculta a Irán, en caso de escalada, a desplegar los misiles de combustible sólido reservados para infligir daños devastadores a la infraestructura crítica israelí, especialmente refinerías restantes, tanques de amoníaco en Haifa y plataformas gasíferas offshore como Leviatán y Tamar.

Además de misiles, Irán puede emplear drones avanzados como “Shahed-149” y “Arash-2”, con alcance superior a 2000 km y capacidad para portar cargas bélicas pesadas. Estos drones vuelan a baja altitud y por rutas no convencionales para evadir radares israelíes, posibilitando ataques contra centros de mando, bases aéreas de Nevatim y Ramón e incluso la instalación nuclear de Dimona.

Asimismo, fuentes regionales indican que Irán probablemente combine capacidades cibernéticas con ataques físicos. Ciberataques a redes eléctricas, comunicaciones y sistemas bancarios podrían multiplicar la efectividad de los ataques misilísticos y desarticular en profundidad la infraestructura israelí. Anteriormente, ciberataques atribuidos a Irán causaron fallos en sistemas bancarios y digitales israelíes.

Dentro de esta estrategia, Irán puede movilizar el Eje de la Resistencia, especialmente Hezbolá en el Líbano, para lanzar ataques con misiles y cohetes desde el frente norte. Esto obligaría al régimen sionista a dispersar sus recursos defensivos en múltiples frentes, disminuyendo la eficacia general de sus sistemas.

Hezbolá, con un arsenal que supera los 150 000 cohetes y misiles, puede alcanzar Haifa, Acre y otras ciudades del norte, mientras Irán ataca Tel Aviv y Al-Quds ocupada desde su propio territorio.

Esta estrategia multifacética —combinar misiles de combustible sólido, drones ofensivos, ciberataques y operaciones proxy— enreda al régimen sionista en una guerra de desgaste. La interrupción simultánea de infraestructuras energéticas, económicas y militares minará la confianza pública en el gabinete de Netanyahu.

Adicionalmente, si continúan los ataques israelíes, Irán podría emplear sus capacidades espaciales, como los satélites Nur-2 y Nur-3, para obtener inteligencia en tiempo real y con alta precisión sobre movimientos militares israelíes, facilitando respuestas rápidas y certeras basadas en datos reales.

En caso de violación del alto el fuego y nuevos ataques israelíes, China —socio estratégico clave de Irán— podría desempeñar un papel crucial fortaleciendo la capacidad disuasiva iraní mediante el suministro de armamento avanzado.

Entre estas armas figuran sistemas antiaéreos de largo alcance, tecnologías microondas antidrone, sistemas de guerra electrónica y drones y misiles avanzados.

China, principal comprador del petróleo exportado por Irán e inversor en proyectos clave como el Corredor Norte-Sur, ha ampliado su cooperación militar con Irán en los últimos años, haciendo probable el suministro de armas estratégicas en caso de guerra total.

Un arma crucial que China podría proveer es el sistema antiaéreo HQ-9, comparable al ruso S-300, con alcance de 200 km y capacidad para neutralizar simultáneamente hasta 12 objetivos —aviones de combate, misiles de crucero y balísticos de corto alcance— mejorando sustancialmente la defensa aérea iraní frente a ataques israelíes. Su radar HT-233 detecta objetivos a 300 km y neutraliza amenazas multilayer en tiempo real.

Además, sistemas microondas anticuadricópteros como el LD-2000, diseñados en China, emplean ondas potentes para neutralizar drones ligeros de reconocimiento como Hermes 450 y Heron TP en un radio de 5 km, aumentando la seguridad de bases misilísticas en zonas montañosas y contrarrestando amenazas israelíes de reconocimiento y ataque.

China también podría suministrar sistemas avanzados de guerra electrónica, como el Type 928D, capaces de bloquear radares enemigos —como el AN/TPY-2 israelí— y sistemas de bombas guiadas por satélite (JDAM), reduciendo drásticamente la precisión de ataques israelíes sobre infraestructuras iraníes y proporcionando a Irán margen para respuestas efectivas.

Entre otros armamentos, China podría proveer drones avanzados como el CH-5 Rainbow, con alcance de 6500 km, capacidad para cargar una tonelada de municiones y autonomía de 60 horas, altamente efectivos para operaciones de reconocimiento y ofensivas contra objetivos sensibles en territorios ocupados, incluyendo bases aéreas, infraestructuras energéticas y centros de mando. Equipados con guiado láser e inteligencia artificial, estos drones pueden ejecutar ataques de precisión saturando y sobrecargando defensas israelíes.

La combinación de estos sistemas con misiles avanzados y operaciones cibernéticas planteará al régimen sionista un desafío multidimensional y de desgaste. El HQ-9 fortalece la defensa activa iraní, generando espacio para contraataques focalizados; los sistemas antidrone aseguran bases; y la guerra electrónica perturba la navegación enemiga, facilitando ataques retaliatorios precisos.



Estrecho de Ormuz: una carta clave
Junto a estas capacidades, la República Islámica de Irán posee una palanca geopolítica crítica: el estrecho de Ormuz. Esta vía estratégica, por la que circulan diariamente cerca de 20 millones de barriles —aproximadamente el 20 % del petróleo mundial comercializado—, representa una carta poderosa para Irán. En caso de escalada, podría constituir un punto de presión significativo para sacudir los mercados energéticos globales.

Tras los ataques iniciales israelíes del 13 de junio de 2025, Irán cargó minas navales en el Golfo Pérsico y se preparó para minar el estrecho de Ormuz. Aunque esta medida aún no se ha ejecutado, evidencia la voluntad de Teherán de emplear herramientas geopolíticas para responder a futuras agresiones.

Con apenas 33 km en su punto más estrecho, el estrecho es vital para el transporte de petróleo crudo y gas licuado de países miembros de la OPEP como Irán, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait e Irak. Cualquier interrupción —minado o captura de petroleros— podría elevar los precios del petróleo de $74 a entre $120 y $150 por barril, o hasta $400 en escenarios extremos. Bancos como JPMorgan y Citibank advierten que un alza así podría aumentar la inflación global hasta 2%, y en EE.UU. hasta un 18 %.

Esta crisis energética impactaría las economías dependientes de importaciones, incluyendo EE.UU., China, India, Japón y Europa. En Europa, la gasolina podría superar los €2.5/litro, causando apagones y caída de producción en industrias clave alemanas e italianas. En EE.UU., los costos energéticos y de transporte aumentarían, afectando los mercados bursátiles y disparando la inflación al consumidor.

Irán posee más de 5000 minas navales, especialmente magnéticas y sensibles a la presión, que puede desplegar rápidamente mediante lanchas rápidas y submarinos clase Qadir y Fateh, convirtiendo el estrecho en un cuello de botella económico global.

Esta medida, sumada a ataques misilísticos contra infraestructuras energéticas israelíes, presionaría económicamente a EE.UU. y debilitaría su capacidad diplomática para apoyar incondicionalmente a Israel.
Un arsenal completo de sorpresas

En suma, las potenciales sorpresas iraníes ante una violación del alto el fuego no se limitan a armas más precisas y veloces; reflejan una estrategia integral y multidimensional que combina herramientas militares, de inteligencia, cibernéticas, proxy y geopolíticas para ejercer presión sin precedentes sobre el régimen sionista y alterar el equilibrio regional a favor de Irán.

Entre otras sorpresas potenciales figuran operaciones especiales y misiones de campo dentro del territorio enemigo. Fuentes de inteligencia señalan la disposición de la Fuerza Quds del CGRI para sabotajes contra instalaciones israelíes críticas, incluyendo líneas eléctricas, depósitos de municiones e infraestructuras cibernéticas.

Estas operaciones podrían coordinarse con ataques con misiles y drones para incrementar la presión y provocar disrupciones masivas en el mando y control militar israelí. Ante reportes no confirmados de infiltraciones cerca de Haifa y Tel Aviv, es probable que en una guerra renovada estas capacidades se usen como armas inesperadas y sorprendentes.

Junto a estas acciones directas, Irán podría contar con apoyos inesperados de grupos y redes regionales que aún no han intervenido directamente en este conflicto. Por ejemplo, algunos analistas de seguridad consideran que, en caso de un nuevo ataque del régimen sionista contra Irán, grupos en Jordania, en Cisjordania ocupada, e incluso en el sur de Siria y el desierto del Sinaí podrían, de forma espontánea o con respaldo de inteligencia iraní, atacar rutas logísticas y bases militares israelíes.

Esto abriría nuevos frentes heterogéneos contra Israel y duplicaría la necesidad del régimen de dispersar sus fuerzas. Estos apoyos informales, junto con las capacidades directas e indirectas de Irán, podrían conformar una estrategia de “asedio en múltiples capas” contra el régimen sionista, que no solo emplea poder de fuego sino también infiltración y movilización regional.

En síntesis, si el régimen sionista viola el alto el fuego y reanuda ataques contra territorio iraní, enfrentará no solo una respuesta masiva con misiles y drones, sino también un conjunto de sorpresas estratégicas que incluyen operaciones especiales en profundidad en territorios ocupados, ciberataques, uso de capacidades espaciales, activación del Eje de la Resistencia e incluso la utilización de herramientas geopolíticas como el estrecho de Ormuz.

La combinación de estos elementos, con posible apoyo militar de potencias como China y la movilización de redes regionales ocultas, podría configurar una ecuación compleja y multidimensional de la disuasión activa iraní frente a la agresión israelí — una ecuación que no solo altera el equilibrio regional de poder a favor de Teherán, sino que además envía un mensaje claro a todos los actores regionales y extrarregionales: Irán no solo está plenamente preparado para defenderse, sino que también es capaz de hacer insoportable el costo de cualquier agresión para sus enemigos.

* Mohammad Molaei es analista de asuntos militares con base en Teherán.

Texto recogido de un artículo publicado en PressTV.


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martes, 1 de julio de 2025

Espionaje a Irán: Cómo el MI6 británico se infiltró en la AIEA


Archivos confidenciales filtrados indican que la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) fue infiltrado por un veterano espía británico que se atribuyó la responsabilidad de las sanciones impuestas a Irán.

Los documentos refuerzan la acusación de la República Islámica de que el organismo de control nuclear coludió secretamente con sus enemigos.


Un conocido agente del servicio de inteligencia del Reino Unido (MI6) se infiltró en la Agencia Internacional de Energía Atómica en nombre de Londres, según documentos filtrados consultados por el portal The Grayzone. El agente, Nicholas Langman, es un veterano agente de inteligencia que se atribuye el mérito de haber contribuido a orquestar la guerra económica de Occidente contra Irán.

La identidad de Langman se reveló por primera vez en informes periodísticos sobre su papel en desviar las acusaciones de que la inteligencia británica intervino en la muerte de la princesa Diana. Posteriormente, las autoridades griegas lo acusaron de supervisar el secuestro y la tortura de migrantes pakistaníes en Atenas.

En ambos casos, las autoridades británicas emitieron órdenes de censura que prohibían a la prensa publicar su nombre. Sin embargo, los medios griegos, que no estaban obligados a ello, confirmaron que Langman era uno de los agentes del MI6 retirados de la embajada británica en Atenas.

The Grayzone descubrió el currículum del veterano agente británico en un conjunto de documentos filtrados que detallaban las actividades de Torchlight , una prolífica agencia de inteligencia británica. La biografía del veterano oficial del MI6 revela que “lideró grandes equipos interinstitucionales para identificar y frenar la proliferación de tecnología de armas nucleares, químicas y biológicas, incluso mediante métodos técnicos innovadores y sanciones”.

En particular, el agente del MI6 dice que “trabajó para prevenir la proliferación de armas de destrucción masiva mediante… el apoyo a [la AIEA] y a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas [OPAQ] y a través de asociaciones internacionales de alto nivel”.

El CV de Langman le atribuye un papel importante en la organización del régimen de sanciones contra Irán al “[construir] relaciones altamente efectivas y de apoyo mutuo en todo el gobierno y con colegas de alto rango de Estados Unidos, Europa, Oriente Medio (Asia Occidental) y Lejano Oriente para la estrategia” entre 2010 y 2012. Se jacta en su biografía de que este logro “permitió [el] gran éxito diplomático del acuerdo nuclear y de sanciones contra Irán”.

La influencia que Langman afirmó haber ejercido sobre la AIEA refuerza las declaraciones iraníes de que el organismo internacional de regulación nuclear coludió con Occidente e Israel para socavar su soberanía. El gobierno iraní ha alegado que la AIEA proporcionó la identidad de sus principales científicos nucleares a la inteligencia israelí, lo que facilitó sus asesinatos, y proporcionó información crucial a Estados Unidos e Israel sobre las instalaciones nucleares que bombardearon durante su ataque militar en junio.



El 12 de junio, bajo la dirección de su secretario general, Rafael Grossi, la AIEA emitió un informe claramente politizado que retomaba acusaciones anteriores cuestionables para acusar a Irán de violar el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP). Tres días después, Israel atacó el país, asesinando a nueve científicos nucleares, así como a numerosos altos mandos militares y cientos de civiles.

El exvicepresidente iraní de Asuntos Estratégicos, Yavad Zarif, ha pedido desde entonces la destitución de Grossi, acusándolo de haber “instigado la masacre de inocentes en el país”. El 28 de junio, el gobierno iraní rompió relaciones con la AIEA, negándose a permitir la entrada de sus inspectores al país.

Aunque los funcionarios iraníes pueden no tener idea acerca de la participación de una figura oscura como Langman en los asuntos de la AIEA, probablemente no sería una sorpresa para Teherán que la supuesta agencia multilateral haya sido comprometida por una agencia de inteligencia occidental.

El nombre de Langman fue puesto bajo orden oficial de censura en el Reino Unido
En 2016, Langman fue nombrado Compañero de la Orden de San Miguel y San Jorge, el mismo título otorgado al espía británico ficticio James Bond. Para entonces, el supuesto agente secreto ostentaba la dudosa distinción de haber sido públicamente “quemado” como agente del MI6 en dos ocasiones distintas.

En primer lugar, en 2001, el periodista Stephen Dorril reveló que Langman había llegado a París semanas antes del fatal accidente automovilístico de la Princesa Diana en la ciudad el 31 de agosto de 1997, y que posteriormente fue acusado de realizar “operaciones de información” para desviar la especulación pública generalizada de que la inteligencia británica era responsable de su muerte.

Posteriormente, en 2005, las autoridades griegas lo acusaron formalmente de complicidad en el secuestro y la tortura de 28 pakistaníes en Atenas. Los pakistaníes, todos trabajadores migrantes, eran sospechosos de haber tenido contacto con individuos acusados de perpetrar los atentados del 7/7 en Londres, en julio de 2005.

Brutalmente golpeadas y amenazadas con pistolas en la boca, las víctimas estaban convencidas de que sus interrogadores eran británicos. Cuando los medios griegos identificaron a Langman como el agente del MI6 que supervisó la tortura de los migrantes, los medios británicos acataron una orden oficial de censura del gobierno y mantuvieron su identidad en secreto al informar sobre el escándalo.

Londres negó vehementemente cualquier implicación británica en la tortura de los migrantes, y el entonces ministro de Asuntos Exteriores, Jack Straw, desestimó la acusación calificándola de "absolutamente absurda". Sin embargo, en enero de 2006, Londres admitió que agentes del MI6 estuvieron presentes durante la tortura de los pakistaníes, aunque las autoridades insistieron en que no participaron activamente en sus arrestos, interrogatorios ni abusos.

Después de su retirada de Atenas, Langman regresó a Londres para dirigir el Departamento de Irán del Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido, un cambio que pone de relieve su importancia para el MI6 y sugiere que el gobierno británico no tenía reparos en utilizar sus métodos supuestamente brutales de recopilación de pruebas.

El Ministerio de Asuntos Exteriores británico colabora estrechamente con el MI6, cuyos agentes lo utilizan como cobertura, al igual que lo hace la agencia de espionaje de EE.UU. (CIA) con los destinos diplomáticos del Departamento de Estado.

El hombre del MI6 sobre Irán se atribuye el mérito de la estrategia de “máxima presión”
Mientras dirigía el Departamento de Irán del Ministerio de Relaciones Exteriores entre 2006 y 2008, Langman supervisó un equipo que buscaba “desarrollar la comprensión” del “programa nuclear” del gobierno iraní.

No está claro qué implicaba exactamente ese “entendimiento”. Pero el documento deja claro que Langman luego “generó confianza” en esa evaluación entre las “agencias europeas, estadounidenses y de Oriente Medio” para “retrasar el programa y presionar a Irán para que negociara”. La referencia a las “agencias de Oriente Medio” implicaba claramente la cooperación del MI6 con los servicios de inteligencia israelíes, el Mossad.

En abril de 2006, Teherán anunció que había enriquecido uranio con éxito por primera vez, aunque las autoridades negaron cualquier intención de hacerlo con fines militares. Este hecho pudo haber motivado la intervención de Langman.

La República Islámica ha rechazado cualquier insinuación de que alberga ambiciones de poseer armas nucleares. Sus negaciones fueron corroboradas por una Estimación Nacional de Inteligencia de EE.UU. de noviembre de 2007, que expresaba “alta confianza en que en el otoño de 2003, Teherán detuvo” toda investigación sobre armas nucleares. Esta evaluación se mantuvo sin cambios durante varios años y, según se informa, fue compartida por el Mossad, a pesar de las constantes declaraciones del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de que Irán estaba a punto de desarrollar un arma nuclear.

El trabajo de apoyo de Langman a la AIEA se superpone con la ofensiva contra las sanciones a Irán
La actitud de los gobiernos internacionales hacia Irán cambió abruptamente entre 2010 y 2012. Durante este período, los Estados occidentales y las instituciones intergubernamentales implementaron una serie de severas medidas punitivas contra el país, mientras que Israel intensificó sus letales operaciones encubiertas contra los científicos nucleares iraníes.

Este período coincidió precisamente con el mandato de Langman en el Centro de Contraproliferación del Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido. Su biografía sugiere que utilizó este puesto para influir en la AIEA y otras organizaciones afiliadas a la ONU y fomentar una campaña de hostilidad global contra Irán.

En junio de 2010, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó la Resolución 1929, que congeló los activos del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán y prohibió a las instituciones financieras extranjeras abrir oficinas en Teherán. Un mes después, el gobierno de Barack Obama adoptó la Ley Integral de Sanciones, Responsabilidad y Desinversión contra Irán. Esto desencadenó una cadena global de sanciones similares por parte de los vasallos de Washington, que a menudo impusieron medidas incluso más estrictas que las impuestas por la ONU y Estados Unidos.

En marzo de 2012, la Unión Europea (UE) votó por unanimidad excluir a los bancos iraníes de la red bancaria internacional SWIFT. En octubre de ese mismo año, el bloque impuso las sanciones más severas hasta la fecha, restringiendo el comercio, los servicios financieros, la energía y la tecnología, además de prohibir la prestación de seguros a empresas iraníes por parte de firmas europeas.

Los informes de la BBC sobre las sanciones reconocieron que los funcionarios europeos simplemente sospechaban que Teherán buscaba desarrollar armas nucleares, pero carecían de pruebas concretas. Y entre bastidores, Langman, agente del MI6, se atribuía el mérito de ayudar a legitimar las acusaciones contra Irán.
El acuerdo nuclear sienta las bases para la guerra
Tras la campaña liderada por Occidente para aislar a Irán entre 2010 y 2012, debido a su supuesto programa de armas nucleares, el gobierno de Obama negoció en julio de 2015 un acuerdo conocido como el Plan Integral de Acción Conjunta (PAIC o JCPOA, por sus siglas en inglés). Según los términos del PAIC, la República Islámica accedió a limitar sus actividades de investigación nuclear a cambio de un alivio de las sanciones. En los años siguientes, se concedió a la AIEA acceso prácticamente ilimitado a los complejos nucleares de Teherán, aparentemente para garantizar que las instalaciones no se utilizaran para desarrollar armas nucleares.

Durante el proceso, los inspectores de la AIEA recopilaron una gran cantidad de información sobre los sitios, incluyendo fotos de cámaras de vigilancia, datos de mediciones y documentos. Desde entonces, el gobierno iraní ha acusado al organismo de proporcionar a Israel los perfiles ultrasecretos de sus científicos nucleares. Entre ellos se encuentra el del promotor del programa nuclear iraní, Mohsen Fakhrizadeh, cuyo nombre fue revelado públicamente por primera vez en una amenazante presentación de PowerPoint en 2019 a cargo del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. Al año siguiente, el Mossad asesinó a Fakhrizadeh a plena luz del día con una ametralladora teledirigida.

Documentos internos de la AIEA filtrados en junio indicaron que el secretario general de la AIEA, Rafael Grossi, ha disfrutado de una relación mucho más estrecha con los funcionarios israelíes de lo que se conocía anteriormente, y sugirieron que aprovechó sus estrechos vínculos con Tel Aviv para asegurar su posición actual.

Durante una entrevista el 24 de junio con la presentadora de Fox News, Martha MacCallum, apasionada por la guerra, Grossi no negó haber hecho la incendiaria afirmación de que “400 kilos de uranio potencialmente enriquecido fueron llevados a un antiguo yacimiento cerca de Isfahán”. En cambio, el director de la AIEA afirmó: “No tenemos información sobre el paradero de este material”.

Mucho antes de que Grossi ascendiera a la cima de la AIEA con el apoyo de Occidente e Israel, la agencia parece haber sido infiltrada por un agente de inteligencia británico que asumió la responsabilidad en su biografía de diseñar el ataque económico de Occidente contra Irán.

La AIEA no ha respondido a un correo electrónico de The Grayzone pidiendo aclaraciones sobre su relación con Langman y el MI6.


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