Por Denis Lukyanov
El 29 de febrero se cumplen 20 años del evento más heroico y trágico de la Segunda Guerra de Chechenia. Aquel día una compañía de 90 soldados se interpuso en el camino de 3.000 terroristas. Sputnik cuenta cómo se desarrolló una de las batallas más sangrientas en la historia de la Rusia contemporánea.
La Segunda Guerra de Chechenia que comenzó en otoño de 1999 tuvo como meta restablecer el orden constitucional en esta república rusa y sofocar a la peste terrorista que había lanzado una descarada campaña contra los militares y la población civil de Rusia. En febrero de 2000 los combates en el territorio checheno estallaron con mayor violencia. Los yihadistas buscaron establecer el control sobre la zona sur de la república y abrirse paso para avanzar hacia el norte.
Después de sufrir una derrota en la batalla sobre el pueblo Shatoy, los terroristas se dividieron en dos grupos. Uno de estos grupos se dirigió hacia el noreste, por lo cual tuvieron que atravesar la Cumbre 776 de alguna manera. A esta colina la bañaban dos ríos, y los yihadistas teóricamente podrían haber tratado de pasar por allí. Pero no lo lograron porque la zona había sido minada.
El mando militar de operaciones rusas en Chechenia ordenó a unas unidades de las Fuerzas Aerotransportadas tomar el control para el 29 de febrero de tres cumbres en dicha zona para evitar avance de los terroristas hacia el norte. Una de las unidades que iba a participar en la operación fue la Sexta Compañía del 104 Regimiento de la 76 División de las Fuerzas Aerotransportadas de la ciudad de Pskov.
Los soldados recibieron la orden solo un día antes de la fecha indicada. En cuestión de horas tuvieron que cubrir casi 15 kilómetros atravesando un terreno semejante a una selva latinoamericana. Los efectivos de la compañía carecían de apoyo aéreo y no disponían de vehículos blindados. Es decir, tuvieron que llevar prácticamente en sus manos todo el equipo necesario para instalar un campamento temporal.
Justo por esa misma razón la compañía no llevó consigo ninguna arma pesada, lo que fue una gran desventaja para los militares rusos que iban a defender la Cumbre 776. Tampoco ayudó la falta de información sobre el número de tropas enemigas. El mando militar creía que después de sufrir la derrota los yihadistas se dividirían en pequeños grupos armados. Sin embargo, los terroristas hicieron todo lo contrario y realizaron un golpe con casi todas las fuerzas que tenían a su disposición en aquella zona —hasta 3.000 terroristas—.
La retirada de los terroristas de Shatoy y su camino hacia el norte fueron acompañados por los bombardeos de la artillería rusa. Los yihadistas, que fueron liderados por el checheno Shamil Basáyev y el árabe Jatab, trataron de esconderse en las montañas. Cuando llegaron a la Cumbre 776, en ella ya se encontraban los soldados rusos. El 29 de febrero de 2000 a las 12:30 horas un grupo de reconocimiento ruso se topó con una patrulla terrorista y así comenzó la batalla.
La inmortal hazaña de los soldados rusos
Los efectivos que integraban el grupo de reconocimiento ruso lanzaron granadas contra la patrulla terrorista, pero pronto a ella se sumaron refuerzos. En esa situación lo único que pudieron hacer los soldados rusos fue regresar a la posición de la Sexta Campaña en la Cumbre 776.
La campaña liderada por el mayor Serguéi Mólodov no esperaba que el ataque de los terroristas fuera tan brusco. Entretanto, las posiciones de las fuerzas rusas no estaban suficientemente defendidas. Después de que diese comienzo la batalla un francotirador disparó contra Mólodov, quien acabó muriendo por una hemorragia en el cuello.
Como consecuencia, el teniente coronel Mark Evtiujin asumió las riendas y empezó a gestionar la defensa de la cumbre. Los soldados lograron hacer retroceder a los terroristas. Pero los agresores empezaron a rodear a los efectivos rusos. Sufrieron 31 bajas durante el primer día de combates. El enemigo atacó las posiciones en oleadas.
En la noche del 1 de marzo una cuarentena de soldados de la 1 compañía del batallón y un pelotón de la compañía de reconocimiento trataron de romper el sitio y llegar a las posiciones de la Sexta Compañía en la cumbre, pero no tuvieron éxito y retrocedieron.
Aquella noche Evtiujin entendió que su unidad no sería capaz de repeler el ataque de los yihaditas y pidió la ayuda a sus compañeros de armas de la Cuarta Compañía, liderada por el mayor Alexandr Dostaválov, quien, junto con otros 15 efectivos formados por voluntarios, intentó llegar a la Sexta Compañía. Consiguieron romper el asedio y alcanzaron la colina. Luego, todos ellos perderían sus vidas en el combate. Su hazaña permitió prolongar la defensa de la cumbre por unas horas.
Para la madrugada del 1 de marzo en la cumbre quedaban solo cuatro efectivos capaces de luchar. En un momento más crítico Evtiujin y un observador de artillería pidieron que abriesen fuego sobre ellos mismos.
Después de que la artillería rusa terminase de disparar contra las posiciones de la compañía, los terroristas tomaron el control de la Cumbre 776. De los 90 soldados solo seis efectivos lograron ser evacuados de la colina y llegar a las posiciones del Ejército ruso. Como consecuencia de la desigual batalla, alrededor de 500 terroristas fueron neutralizados. Muy pocos yihadistas consiguieron escapar, y fueron eliminados o capturados en los días siguientes.