Hace apenas unas horas varios medios alternativos se hicieron eco a mis denuncias realizadas hace un lustro sobre la actividad de la CIA contra la hermana república bolivariana de Venezuela. Hoy, como prueba irrefutable de esa actividad desestabilizadora y obscena destapo una verdad que hará temblar a la tenebrosa agencia: Tres oficiales norteamericanos de la CIA en Panamá –empleando cobertura diplomática en la embajada de ese país en la nación istmeña– se encargaron de reclutar a Gabriel Hernán Pérez, segundo secretario de la embajada venezolana en ese mismo país y dirigir las posteriores actividades anti venezolanas del mismo.
Correspondió al oficial de la CIA Brandon Nolen –segundo secretario de la Oficina de Asuntos Políticos de la embajada USA en ese entonces– el reclutamiento de Pérez desde mediados del 2015 sobre la base del ofrecimiento de altas sumas de dinero. Desde entonces también Pérez recibió instrucciones directas de otro oficial de la CIA, Nicolas Wisecarver, a cargo de los asuntos económicos en dicha sede diplomática. Otra oficial CIA, implicada en la labor de espionaje y subversión por parte del agente Pérez, lo fue la funcionaria de la Oficina Política nombrada Cedar Cheyene Balaz, quien se trasladó a fines de 2016 a la embajada USA en Colombia con una agenda casi similar a la desempeñada en Panamá contra Venezuela.
Siguiendo instrucciones directas de la CIA Gabriel H. Pérez anunció su pública renuncia como diplomático en Panamá el 25 de julio pasado, al estar supuestamente en desacuerdo con la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) en su país programadas a realizarse cinco días después. El 28 de julio se presentó en una conferencia de prensa en el Colegio Nacional de Abogados de Panamá, argumentando falsamente que fue decisión personal haber renunciado, a la par que agradeció el apoyo recibido por la comunidad de residentes venezolanos en ese país y por parte de las autoridades locales. Muchos tuvieron la suspicacia de que las palabras de Pérez respondían a un guión pre elaborado dirigido a atacar a la ANC, al gobierno de Maduro y a incitar a la renuncia de otros diplomáticos venezolanos en otras naciones, tal como el caso del otro traidorzuelo Isais Medina en Nueva York. En este evento descollaron figuras como las de Andreína Chacint y Theoscar Lisboa, ambos líderes de los grupos antichavistas en Panamá e implicados en conspiraciones anti venezolanas.
No existe la menor de las dudas de que las “oportunas” renuncias de Pérez y Medina –ambos captados por la CIA– son parte de la guerra sucia contra Venezuela implementada por EEUU, la OEA y varias de las naciones latinoamericanas, particularmente Panamá quien fue encargado de presentar la propuesta de los 20 ante la OEA y realizar activismo contra Venezuela en ese foro del 26 de julio y otros realizados en estos últimos tiempos, disputando con los gobiernos de México, Colombia, Brasil y Argentina, las posturas más lacayunas posibles. El presidente panameño Juan Carlos Varela se rindió ante las presiones de Trump en el encuentro realizado entre ambos y juró obediencia a EEUU para ejercer el papel de peón incondicional dentro de la OEA y el SICA.
La CIA, pues, está sin dudas detrás de todo el andamiaje de ataques contra Venezuela. Otras pruebas ofreceremos al respecto.
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