¿Las monarquías árabes del Golfo Pérsico acabaron desesperando de América?
Según el Instituto de Estudios Orientales de la Academia de Ciencias de Rusia, el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Arabia Saudí e Irán conducirá sin duda a un realineamiento de poderes en Oriente Medio y a una reducción significativa de la influencia de Estados Unidos y Europa. Unión en esta región.
Para sembrar la discordia entre iraníes y saudíes, Occidente insiste en las diferencias religiosas que, por supuesto, no habían planteado ningún problema especial antes de los acontecimientos de 2016 cuando Washington se disfrazó de experto en temas islámicos al hablar en detalle sobre los -llamada "antigua enemistad" entre chiítas y sunitas, afirma el grupo de expertos ruso en su revista en línea, New Eastern Outlook .
Como parte de su propia política en la región del Golfo Pérsico, la actual administración estadounidense está jugando a su vez con las diferencias religiosas, habiendo propuesto Joe Biden durante su visita a Jeddah la formación inminente de una OTAN árabe para apoyar los intereses de Occidente frente a de lo que llama la "amenaza" de Irán.
Con la excepción de Jordania, un estado fuertemente dependiente de los Estados Unidos, la idea fantasiosa de crear una OTAN árabe para contrarrestar a Irán no ha despertado ningún entusiasmo entre los estados del Golfo Pérsico, en contra de las expectativas de las autoridades estadounidenses. Una falta de entusiasmo que se explica sobre todo por razones geográficas.
En caso de conflicto directo entre Irán y Estados Unidos, estos últimos quedan fuera del alcance de los misiles iraníes, mientras que los residentes del Golfo Pérsico y la entidad sionista son más vulnerables por la amenaza de disparos de misiles dirigidos contra ellos desde dos o tres direcciones: el Hashd al-Chaabi en Irak, los Comités Populares en Yemen y el propio Irán.
Dado que Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos han sufrido ataques regulares con misiles, los líderes árabes ahora son conscientes de la incapacidad de los sistemas antimisiles estadounidenses para protegerlos, a pesar de las colosales sumas que les han costado. Mostrando más pragmatismo en comparación con los aliados europeos de Estados Unidos, sin embargo, están listos para hacer añicos las esperanzas de Washington y se niegan a comprometerse con una alianza que dañaría a su poderoso vecino.
La región del Golfo Pérsico se encuentra actualmente en un punto de inflexión crucial que, al igual que un conflicto no declarado, determinará su propio futuro, pero también el de todo el mundo árabe; un conflicto que ha puesto en primer plano a Mohammed bin Salman, príncipe heredero de Arabia Saudí que se ve a sí mismo como un auténtico líder de todos los países árabes de Oriente Medio.
En cuanto a Irán, el país se mantiene firme en sus posiciones que no oculta a nadie: la liberación de toda la región del dominio del mundo occidental y el establecimiento de relaciones amistosas basadas en la buena voluntad mutua entre los países vecinos. Las autoridades iraníes, por su parte, han expresado repetidamente este deseo y, a pesar de las sanciones ilegales impuestas por Occidente, han hecho todo lo posible para restablecer relaciones normales y de buena vecindad con todos los países del Golfo Pérsico y el mundo árabe, en especial Arabia Saudita. Arabia.
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