El presidente ruso, Vladimir Putin, asiste a una reunión sobre el desarrollo de la construcción de carreteras a través de un enlace de video en la residencia estatal Novo-Ogaryovo en las afueras de Moscú, Rusia, el 2 de junio de 2022. (Foto de archivo de Sputnik a través de Reuters)
El presidente ruso, Vladimir Putin, aprobó una nueva política exterior en un intento por enfrentar la "guerra híbrida" occidental contra Rusia.
Putin acordó una versión actualizada del concepto de política exterior de la nación, con un enfoque en los esfuerzos occidentales para socavar a Rusia en medio del conflicto de Ucrania, informaron los medios el viernes.
El líder ruso explicó que el documento clave tuvo que ser alterado debido a “cambios drásticos” en el panorama internacional.
Putin declaró el cambio en la estrategia de Moscú en una reunión con miembros del Consejo de Seguridad de Rusia, que incluía, entre otros, al primer ministro ruso, Mikhail Mishustin, al ministro de Defensa, Sergey Shoigu, y al ministro de Relaciones Exteriores, Sergey Lavrov.
Ampliando las disposiciones clave de la nueva estrategia, Lavrov dijo que Rusia ve a Occidente como una amenaza "existencial" para su nación.
Nuestra nueva política refleja "cambios revolucionarios en el perímetro externo [de Rusia] que recibieron un impulso visible después del inicio de la operación militar especial" en Ucrania hace más de un año, agregó Lavrov.
Los esfuerzos anti-Moscú de las capitales occidentales, particularmente los esfuerzos realizados por Washington para socavar los intereses rusos, se han destacado en el nuevo documento.
“Estados Unidos y sus satélites han utilizado medidas, tomadas por la Federación Rusa para proteger sus intereses vitales con respecto a Ucrania, como pretexto para intensificar sus políticas antirrusas de larga data, y han desatado una guerra híbrida de un nuevo tipo”. dice el documento.
El documento describe los esfuerzos de Occidente como una "guerra híbrida" que busca "debilitar a Rusia de todas las formas posibles", incluso socavando su potencial militar, económico y tecnológico, así como con el objetivo de "limitar su soberanía en la política externa e interna y para erosionar su integridad territorial”.
El documento agrega además que Moscú “no se ve a sí mismo como un enemigo de Occidente, no se aísla de él y no alberga intenciones hostiles hacia él”.
Según el documento de 42 páginas firmado por el presidente, Rusia espera que las potencias occidentales “reconozcan la inutilidad de las políticas de confrontación y las ambiciones hegemónicas” y eventualmente regresen a una cooperación pragmática con Rusia basada en el respeto mutuo.
“La Federación Rusa está lista para el diálogo y la cooperación sobre esa base”, enfatiza el concepto.
El documento de política exterior anterior, que se firmó en 2016, buscaba la guerra contra el terrorismo, impulsando la cooperación internacional, mejorando la huella global de Rusia y salvaguardando la soberanía de la nación.
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